Atrae con gracia mientras lo desarrollas, pero una vez lo has completado no queda mucho más que el gusto por los mini-juegos favoritos. Si tienes un amigo dispuesto, mucho mejor.
Al principio es cogerlo y no parar, de verdad. El simpático sentido del humor y la gracia de los monos nos hacen sonreír desde el primer momento, desde la primera prueba. En cada curso tenemos un profesor especial que nos presenta las pruebas y, aunque no tiene mayor relevancia, pues no nos enfrentamos a él directamente en modo alguno (siempre son las pruebecitas), resulta simpático encontrar cambios con cada paso de curso.
Lo malo, porque siempre hay cosas negativas, incluso en esta academia para monos, es que
la vida real del juego es realmente corta, casi diminuta. Es cierto que en secundaria nos enfrentaremos a jueguecitos con la dificultad algo más ajustada (aunque siempre igual de simples), pero
no será muy difícil para un jugador algo experimentado resolver el juego en pocas horas. Y para el resto, para aquellos poco acostumbrados a estas cosas, pues puede no resultarles tan divertido que el juego les llegue a durar mil horas cuando lo único que hacen es repetir los mismos juegos una y otra vez.
Éste es el principal problema del juego; la duración, o, lo que es lo mismo, el reducido número de pruebas. 50 son pocas, lo mires por donde lo mires. Se necesitarían al menos 100 para un desembolso de 50 euros como el que vas a hacer. Y no es justo que se den por satisfechos con tan poca cosa, esperando a una hipotética segunda entrega para mostrar más. ¡Queremos que la academia llegue hasta la universidad! Y no sólo hasta secundaria? Pero no hay más?
¿Alicientes?
Se ha recurrido a un viejo truco ya muy conocido (especialmente por
Nintendo),
distribuir o esconder figuritas a lo largo de las pruebas, de forma oculta, para irlas descubriendo con el jugar y jugar; con la única pretensión de coleccionarlas todas. Es un truco algo discutible, pues aunque las figuritas (representación de los diferentes monos que pueblan la academia) estén graciosas y guste ver las nuevas que se consiguen, incluir la friolera de
¡300! Figuras es algo exagerado por lo que implica llegar a conseguirlas: jugar las pruebas hasta la saciedad?
Suerte que al menos se ha implementado
un doble modo dos jugadores, pensando en el
juego en red por un lado (necesitamos un amigo con el mismo juego),
o en el modo ?una sola consola para dos? . Veamos:
Sin tenemos dos
PSP,no habrá ningún problema, diversión total, como siempre. Pero, jugando dos con la misma consola, la experiencia difiere según las pruebas:
en unos pocos juegos, podremos compartir la consola (cada uno en un extremo, con la cruceta de dirección o los botones como control)
y jugar a la vez, pero
en otros, se tendrá que
jugar por turnos para ver quién alcanza la mayor puntuación? Más lento, pero casi igual de divertido.