Tenía muchas ganas de hincarle el diente a este
Aliens Colonial Marines desde hace tiempo, y el ser uno de los primeros FPS en llegar a consolas y PC este año 2013 hacía que tuviese puestas en él muchas esperanzas. Desafortunadamente, mi gozo en un pozo ya que el juego no resulta para nada lo que se esperaba de él y defrauda desde casi el primer momento en el que se mete en la consola. El problema principal parece estar en su desafortunado diseño que hace del juego una experiencia monótona y aburrida en la mayoría de ocasiones.
Para empezar, uno de los elementos que debería ser más importante, la historia, está muy descuidada hasta el punto que
lo que nos cuentan llega a no importarnos absolutamente nada. Es más, sin destripar nada, hay un par de escenas emotivas en el juego que están tan mal llevadas que en mi caso particular acabé saltándolas sin preocuparme lo más mínimo; otro ejemplo es el decepcionante final, que esperamos olvidar pronto.
El siguiente punto son los enemigos. Existen dos tipos principalmente en el juego; humanos y aliens. El enfrentamiento con ambos tipos puede convertirse en
una experiencia frustrante en los niveles más altos de dificultad del juego y en una mala experiencia en general (y también frustrante) en los niveles más fáciles. Sobre todo, los aliens se mueven demasiado rápidos por pantalla y un zarpazo resulta perder más de la mitad de la barra de energía, con lo que las muertes se suceden una tras otra. El problema no es que el juego sea difícil, si no que como decíamos
está muy mal diseñado hasta el mismísimo sistema de control.
A la hora de apretar el gatillo, los disparos no dan nunca donde apunta la mira de las armas, es decir, da igual que la cruceta esté en medio del enemigo que los disparos darán aleatoriamente a cualquiera de sus lados. La cosa no queda aquí, si no que al apuntar (gatillo izquierdo, como la mayoría de
shooters en primera persona), hacemos el típico zoom y vemos no solo que los disparos dan en otro sitio distinto al que estamos mirando, sino que además el retroceso del arma hace que el arma se quede inmóvil y lo que se mueva sea la mirilla (imaginaos, el arma está casi quieta y el punto rojo para apuntar baila sin control, con lo que casi es imposible encañonar con precisión a un enemigo).
Otro ejemplo de este mal diseño está en el radar del juego. Pulsando el botón L2 del mando sacaremos un radar - que imita al de la película - y que, se supone, marcará a los enemigos de forma que podremos esquivarlos o plantear una estrategia. Pues bien, como el resto del juego,
este elemento tampoco funciona ya que nunca mostrará a los enemigos hasta que no hayan aparecido delante nuestra y nos estén atacando, haciendo que no lo usemos nunca? Pero es que incluso resulta molesto, al emitir un desagradable sonido de advertencia cuando ya tengamos el enemigo clavándonos las uñas si no lo hemos sacado.
Y no acaba aquí la cosa. Los otros enemigos, los humanos, tienen un comportamiento también que deja mucho que desear. Una IA poco cuidada hace que los veamos deambular por la pantalla hasta encontrar un punto de cobertura y quedarse ahí estáticos durante segundos. La física de cobertura es aún peor y
ni siquiera nos permitirá disparar a esas partes del enemigo que sobresalen de la misma (aunque veamos la mitad de la cabeza, esas típicas paredes invisibles evitarán que le demos).
Todo esto hace que el juego se vuelva tedioso, casi una obligación después de habernos gastado el dinero en él, y a medida que avanzamos de pantallas la cosa no mejora. Por ejemplo, el juego nos transporta al pasado de los juegos de disparos en primera persona donde
tenemos que buscar los botiquines repartidos por el escenario. Para colmo, tanto estos como la munición ha de recogerse pulsando un botón y además deberemos estar en el sitio exacto, ni siquiera pasando por encima o a un lado o dándole cerca de donde esté, lo que ralentiza mucho los movimientos y el juego (recordemos que, ante todo, un FPS es un juego de acción).
Para aquellos que estéis pensando en pillar Aliens Colonial Marines por el cooperativo, otro de estos elementos que SEGA está vendiendo a bombo y platillo como
desarrollado por los expertos creadores de Borderlands, decirles que no solamente no mejora la experiencia sino que incluso llega a empeorarla. El problema aquí es que no solamente mantiene todos los problemas del juego para un jugador, sino que además añade otros nuevos que hasta el momento no lo eran.
Por ejemplo, cuando jugamos solos hay ocasiones en las que el personaje que nos acompaña (controlado por la máquina) se queda atrás, y en un momento dado reaparecerá delante nuestra como por arte de magia (algo que debía haberse eliminado de los juegos hace ya años). Pues esto también pasa en el cooperativo con los jugadores que se quedan atrás, y lo más divertido es que
mientras uno ve como el otro le salta delante tele-transportado, el otro ve como su pantalla se llena de niebla y aparece en un sitio donde antes no estaba.
A nivel técnico, el juego también tiene sus problemas. Hemos analizado la versión para PS3 y podemos ver como si bien la mayoría de los escenarios están muy detallados (quizás en exceso), son tan oscuros que no se ve bien y acabaremos subiendo el brillo al juego (y para colmo con tanto detalle hace que el juego de tirones). Solo aquellos que tienen algunos efectos de luces, fuego y brillos se ven bien y deja apreciar su belleza. Además,
existe un problema grave con el refresco de la pantalla que hace que la acción vaya más lenta y no sea fluida ni suave, algo que a la larga acaba pagando el ritmo del juego (y en el cooperativo y multijugador se agrava).
La conclusión podría ser que este juego no está preparado para esta generación (hubiese estado bien esperar otro par de añitos y verlo en PS4 y Xbox 8), o bien que los chicos de
Timegate y Gearbox Software no han hecho los deberes y nos han traído un título sin acabar y muy descafeinado que nos recuerda aquellos juegos de hace unos cuantos años basados en películas que sólo pretendían aprovechar el tirón y su nombre. Un juego para olvidar.