El punto más fuerte de
1,2 Switch es lo original que resulta, especialmente en los originalísimos usos que se le da a los
Joy-Con en los distintos minijuegos. Convertidos en espadas, pistolas, máquinas de afeitar o diales de caja fuerte, los mandos nos sorprenden en cada prueba al tiempo que demuestran el potencial de estos mandos.
Es cierto que se podría haber elaborado un poco más el desarrollo de algunas de las pruebas (por ejemplo, el de acostar a un bebé), pero aún así hay que quitarse el sombrero ante la creatividad de este título de Switch.