Aunque
Inside empieza muy a lo Limbo, con plataformas, persecuciones y angustiando al jugador, a los pocos minutos de juego da un
golpe de timón y empieza a desarrollar su propio mundo, y a demostrar carácter y personalidad, tanto a nivel visual como jugable. Sin duda el mayor acierto es la aparición de los
seres sin mente, que podremos controlar en momentos determinados del juego gracias a un extraño casco, y que
aportan nuevos tipos de puzles y desafíos diferentes y realmente ingeniosos.
La atmósfera de juego también es única, y nos enfrenta a una
distopía realmente aterradora, en la que la gente es tratada de forma muy similar al ganado; decir
perturbador o
impactante se queda corto para definir determinadas escenas de juego, y eso sin contar con
la sorprendente y poderosa capacidad creativa de los chicos de Playdead. No habías vivido nada igual desde hacía años, una experiencias inolvidable y que derrocha originalidad. Sobresaliente.