Análisis Ghosts'n Goblins Resurrection - No apto para jugadores actuales, y aún así, buen juego para enfadarse y divertirse

Un juego tan complicado es difícil (nunca mejor dicho) que tenga muchos elementos a favor para que te enganche jugando. Es así, máxime a día de hoy cuando la inmensa mayoría de juegos tienen una dificultad muy bien medida que, incluso siendo difíciles o muy difíciles, nos siguen atrapando en cada nuevo intento. sufre exactamente del mismo problema que el resto de los juegos de las máquinas recreativas del pasado, y para los que hay que tener no solo una paciencia soberana, sino también la agudeza visual y la memoria para aprenderse todo lo que pasa en pantalla y poder así tener alguna garantía de éxito. Y es que esta remasterización ha sido diseñada con la ansiedad del jugador como mecánica principal, y cuando conseguimos controlarla es cuando más avanzamos en cada fase. Esto, por absurdo que suene, significa que en cada momento el juego nos obliga a ir más veces hacia atrás que adelante para poder esquivar a los enemigos cíclicos o algunos de sus disparos, y una vez conseguido y tras varios segundos moviéndonos de un lado a otro y acabando con todo bicho en esa zona de pantalla, seguir avanzando un poquito más, de forma que al final llegamos a algún punto de control con casi sin tiempo, pero al menos morimos y podemos salir nuevamente en dicho punto de control y volver a repetir todo el proceso.

Con este proceso, un juego que debería ser corto pero que por su dificultad no lo es, puede durar más de 12 horas en pasárselo si tienes la suficiente paciencia, y después es bastante rejugable en niveles de dificultad más elevado, o incluso con el cooperativo de apoyo, que sin ser un cooperativo como tal sí que facilita mucho y hace que un segundo jugador pueda echar una mano al primero. Aparte, cuenta con diferentes caminos que podemos tomar a diferencia del original que era lineal, ya que se le han añadido las fases del primer juego, Ghosts 'n Goblins, y de su continuación, Ghouls 'n Ghosts, aún más difícil que el primero. Podemos seleccionar la fase que queramos de cada uno de ellos, ya que como primer nivel elegimos el primer nivel de alguno de los dos, y ya podemos seleccionar el segundo, pero si queremos también podemos hacer el primero que no hayamos hecho o seguir adelante, lo que le da un toque adicional.

La mecánica de juego puede ser tan sencilla o compleja como queramos como jugadores. Cuando juegas por primera vez descubres que es de lo más sencillo, ya que solo podemos avanzar, saltar, y disparar en las cuatro direcciones (en el original no se podía). De esta forma, vamos desplazándonos por el escenario, muriendo una y otra vez, esquivando las decenas de proyectiles enemigos o a los propios enemigos que se mueven de una forma aleatoria por pantalla... o eso es lo que puede parecer. Es cuando le prestamos atención cuando descubrimos la magia de los juegos de recreativa de los 80 y principios de los 90, como son los patrones. Y es que cada uno de estos enemigos sale en un punto exacto y se mueve exactamente de la misma forma en cada partida, habiendo dos o tres tipos diferentes de ataques y/o movimientos para cada uno de ellos. Una vez aprendidos es cuando podemos ir sorteándolos poco a poco y comenzamos a morir con menor intensidad. No es que esto no pase en los juegos más actuales, ya que hasta los juegos como Dark Souls utilizan estos patrones y sus enemigos se comportan de la misma forma una y otra vez aunque en menor intensidad. Sin embargo, no es lo mismo poder enfrentarse a uno o dos de estos enemigos que a diez o quince a la vez y sin posibilidad de hacer nada ya que llenan la pantalla con sus cuerpos y sus disparos, siempre que nuestra forma de jugar sea seguir avanzando sin aprendernos nada.

Para facilitarnos un poco nuestro trabajo, cuenta con dos puntos de control en cada zona que nos permiten, si conseguimos llegar a ellos, que salgamos desde ahí cada vez que nos maten. Eso sí; la interfaz está realmente mal diseñada, ya que parece que no han tenido en cuenta la frustración del jugador que se acumula con cada muerte. Morimos, y el juego nos permite hasta cinco opciones diferentes para volver a intentarlo, siendo la última de ellas la de continuar en el punto de control, y si nos equivocamos y le damos a la primera, el punto de control se pierde y tenemos que volver a empezar todo el nivel desde el principio. Es como si sus diseñadores, o no supieran lo que estaban haciendo, o decidieron que el menú y el interfaz del juego también era un buen momento para hacer algo complicado a juego con el resto del título.

Si comparamos esta remasterización o remake (en este caso está a medias de los dos) con los dos juegos originales en los que se basa se puede decir que se han añadido algunos extras y novedades. Empezando por su acabado técnico, el juego cuenta con todos los escenarios, enemigos, armas, objetos y personajes dibujados a mano en 2D, a los que se le aplica zoom en momentos puntuales para dar sensación de profundidad, y eso ya es un gran cambio. Pero también en las mecánicas de juego tenemos algunos cambios puntuales, aparición de los enemigos en ciertos momentos o en planos diferentes al personaje principal, las fases de dos juegos interconectadas, nuevas armas, o la posibilidad de mejorar la armadura de los juegos posteriores. No es que sea una barbaridad de cambios con respecto al original, pero sí que es un intento por ofrecer a los jugadores que hemos jugado al resto de entregas de la saga un toque adicional, ya que si quieres jugar al primero tal cual para eso tienes el recopilatorio de recreativas.

Quizás los dos elementos que más cambian al juego son la opción del cooperativo y la de las armas especiales. Esta segunda es algo que sí que hemos visto en la saga con más frecuencia, aquí aquí resultan bastante originales al no ser un simple poder con un efecto inmediato como en, por ejemplo, Super Ghouls 'n Ghosts de Super Nintendo. Algunos nos convierten en piedras, otros nos dan vuelta y nos protegen ligeramente, y otros lanzan poderes a izquierda y derecha, algo que generalmente tampoco es que sea muy útil teniendo en cuenta que la mayoría de los enemigos hacen zig-zag por el aire o se lanzan desde abajo o arriba. En cuanto al primero, el cooperativo, es más un apoyo de un segundo jugador que un cooperativo propiamente dicho que sí que nos hubiese gustado, porque en un juego tan complicado le hubiese venido de perlas. Es bastante original y nos permite adoptar diferentes roles que, según la fase que sea, nos viene mejor o peor, pero para el que también hay que practicar de lo lindo. Viene bien si hay dos personas en la misma casa, pero tampoco es demasiado entendible que no se haya hecho online (quizás por el lag que provoca y la precisión que es necesaria en juegos como éste).

Sin duda, lo mejor del juego. Llamarlo remake a estas alturas de la película es quizás demasiado, puesto que el juego es el mismo al que se le han añadido muchos detalles, pequeñitos, pero que cambiar ligeramente su jugabilidad, pero por esto y por el gran cambio a nivel gráfico y sonoro con respecto al original es algo más que una remasterización. Los gráficos son todos en 2D, dibujados a mano, y cuentan con una gran animación que de alguna forma intentan imitar los movimientos que tenían los personajes en los juegos originales, y aún así consiguen crear una transición suave y fluida entre todos sus movimientos. El engine que mueve el juego es el mismo que el que lo hace con juegos como Devil May Cry 5 o Village Resident Evil, el RE Engine, que aquí también demuestra que para los juegos 2D sigue siendo una excelente opción y con el que Capcom aún nos tiene que sorprender de muchas maneras..A nivel sonoro también hay un cambio bastante significativo, en especial en su banda sonora al ser totalmente orquestal. Escuchamos la mayoría de los efectos de otros juegos similares, o incluso muy parecidos al de versiones de PSP o la propia Super Nintendo, y que tampoco se hacen pesados o repetitivos puesto que están contados con los dedos de una mano. Es muy curioso teniendo en cuenta que cada enemigo emite algún tipo de sonido, y cuando la pantalla se llena de ellos sería un ruido ensordecedor, por lo que la decisión parece haber sido la correcta al eliminarlos y dejar alguno de vez en cuando como para ambientar. La banda sonora que escuchamos en todo momento es excelente, y son los temas clásicos remasterizados con instrumentación orquestal, dando un toque muy bueno y una acompañamiento perfecto en todo momento.