Gears of War 2 - Análisis Xbox 360

Unos días antes del lanzamiento oficial de Gears of War 2 al mercado español, Microsoft nos ha enviado una versión definitiva del juego para echarle un vistazo más detenidamente y poder así comprobar todas sus virtudes, que a priori son muchas. En las primeras horas de juego hemos querido probar a fondo el modo para un jugador (modo historia), y nos hemos encontrado con algunas sorpresas, muchas de ellas agradables y otras curiosas cuando menos. Lo primero que cabe destacar es, precisamente, en la historia en si, la cual ha sido mejorada incluyendo más elementos personales que afectan a los protagonistas, lo que hace que el jugador se sienta un poco más identificado con ellos. No es que estemos ante una obra de Shakespeare por su profundidad ni dramatismo, pero siempre nos gusta que detrás de los tiros, la violencia y la sangre (a raudales en GOW2) haya algo de historia, aparte de ser una evolución con respecto a la primera parte. También notamos una ligera mejora en el apartado técnico, algo que muchos pensaban que era imposible, pero que se podía conseguir con ligeros retoques en la planificación del juego, como de hecho así ha sido. Aunque los modelos de todos los personajes son prácticamente idénticos (hay ligeras modificaciones en los trajes de algunos de ellos), los escenarios son algo más vistosos gracias a que hay una mayor variedad en ellos, utilizando más texturas y efectos en pantalla para conseguir tal sensación. Aparte, en un mismo nivel también hay diferencias significativas en distintas zonas, lo que consigue un mayor impacto visual que la primera entrega. Otro detalle importante es el mayor número de personajes en pantalla, una de las pequeñas pegas de la primera entrega, aunque para conseguirlo se ha utilizado un par de pequeños "trucos" que pueden pasar inadvertidos, como hacer desaparecer los cuerpos de los enemigos muertos a los pocos segundos o ir reduciendo la inteligencia artificial conforme se aumenta la cantidad. Esto hace que si el número de personajes es de una docena (casi el doble que en GOW1), se comporte de forma excelente (mejor que en la primera parte), pero en las escenas en las que aparecen cerca de cien, estos no hacen prácticamente nada, y eso sin contar que los veremos exclusivamente en zonas despejadas y sin mucho detalle.

A nivel jugable también hay cambios significativos bastante curiosos. El juego ahora resulta más fácil que en la primera entrega, quizás por las quejas que recibieron sus desarrolladores. En todo momento iremos acompañados de varios hombres (a veces hasta cinco), con gran puntería y mucha resistencia a los disparos, lo que acompañado de una mayor eficiencia de las armas (y algunas nuevas, como el lanzallamas, por ejemplo) y a una mejora de su IA, nos hacen casi el grupo perfecto. A esto hay que añadir el hecho de que ahora también nuestro personaje (Marcus Fénix) también puede recibir asistencia de los compañeros, es decir, cuando seamos abatidos no moriremos automáticamente sino que podremos movernos y arrastrarnos por el suelo a la espera de que algunos de los nuestros se acerque y nos ayude, al igual que podíamos hacer con ellos en la primera parte, lo que nos convierte en prácticamente inmortales, al menos hasta finales del nivel 3 (la primera partida que hemos echado). Este último detalle es bastante significativo ya que esto también ocurre con los enemigos, y es una delicia verlos arrastrase por el suelo en busca de un compañero que les ayude y de cobertura, por lo que si no jugamos bien nuestras cartas, será duro acabar con ellos. También añadimos unos entornos mucho más grandes y abiertos que antes, así como más elementos dinámicos en ellos (zonas que se destruyen o elementos de cobertura que se irán desgastando con los tiros hasta hacerse pedazos), con lo que subsana más problemas de la primera parte.

Como vemos, las primeras sensaciones son excelentes, lo que parece lógico teniendo en cuenta que estamos ante una evolución de la primera parte, que ya era excelente de por sí.

Parece ser que los chicos de Epic Games han hecho muy bien los deberes y han desarrollado uno de los mejores juegos de acción existentes en esta generación de consolas. Utilizando la mejora del Unreal 3 Engine diseñada en 2006, usando los mismos modelos y captura de movimientos para todos los personajes y enemigos, y gran cantidad de recursos que ya vimos en el primer GOW, 'simplemente' bastaba con estar 2 años desarrollando nuevos niveles, creando una historia más profunda (que volvemos a repetir, no es para tirar cohetes pero sí es una historia al fin y al cabo) e implementando un modo multijugador digno (no el de la primera parte). Es así de sencillo. Parece como si hubiesen pensado 'ey, gastemos todo el tiempo que tenemos de desarrollo del que disponemos en mantener lo bueno, mejorar la jugabilidad y añadir nuevas opciones de juego...', y es justo lo que tenemos en este GOW2.Tras finalizar el modo historia, sacamos todas estas conclusiones. Todo es más divertido, más completo y muchísimo más espectacular. Basta con ver, por ejemplo, el nivel acuático o todas las estructuras arquitectónicas Locust para darse encuenta de que la espectacularidad se ha disparado exponencialmente, así como también el dinamismo de las fases, teniendo que hacer un montón de cosas en cada una de ellas. Mención especial para las fases de 'vehículos', que en la primera entrega resultaban un tanto sosas, y que todas las que encontraremos en esta secuela resultan ser sencillamente magistrales (guiño de complicidad para algunas de estas monturas...).

En cuanto a los modos multijugador, aún queremos explotarlos con mucha más definición, pero lo que hemos visto hasta ahora es también excelente, con cinco modos de juego, opción de 5 vs 5, un modo tutorial para enseñarnos cómo jugar e, incluso, la posibilidad de crear nuestras propias partidas modificando unos sencillos parámetros, donde además podremos utilizar hasta bots para rellenarla y así practicar (o jugar con amigos y llenar los huecos). El modo cooperativo también ha sido rescatado de la entrega anterior con nuevas posibilidades gracias a lo abierto de algunos de sus escenarios, aunque le seguimos echando en falta un modo para cuatro jugadores (sólo tenemos para dos).

Para la próxima entrada, el modo Horda, un vistazo más detenido a los modos multijugadores y la conclusión del análisis.

Una de las grandes pegas que le vimos en su momento a GOW1, se ha visto solventada en esta secuela, y es el multijugador. Empezando por el modo Horda (bien por no llamarle modo cooperativo), nos veremos en un nivel con otros cuatro jugadores y distintas oleadas de Locust, cada vez más potentes. Se puede hacer una analogía con Onimusha (o más recientemente, con Devil May Cry 4), donde tendíamos que descender hasta los infiernos nivel tras nivel enfrentándonos a diferentes enemigos cada vez más fuertes. Pues en GOW2 es igual, pero cooperativo, lo que es un gran acierto. Los modos competitivos son, en esta ocasión, cinco, de desarrollo bastante clásico y sin prácticamente ningún elemento original, pero aún así tremendamente divertidos y con opción para 10 jugadores. Como ejemplo, encontraremos el clásico modo Captura la bandera que para la ocasión ha sido rebautizado como Sumisión, donde cambiamos la bandera por un civil armado que primero deberemos abatir y después conseguir llevar hasta nuestra base. Todos los modos de juego están muy bien diseñados, son muy divertidos de jugar y ofrecen la suficiente diversidad como para no acabar aburriendo como en GOW1. Para nosotros, también es un acierto el regalo de Epic Games con el modo revival, donde podremos descargarnos los mapas originales de la primera parte y competir en los nuevos modos en ellos.

A pesar de parecer todo de color de rosa, vamos a pegarle un buen tirón de orejas a Epic Games por el matchmaking tan horrible que han diseñado, y que afecta negativamente al juego multijugador. El funcionamiento es un poco absurdo, ya que inicialmente, el juego busca a otros cuatro jugadores para crear un grupo de cinco, para después intentar emparejarlo con otro grupo de similares características. Esto funcionaría en la teoría más onírica, pero desde luego en la práctica resulta, en muchas ocasiones, un verdadero fiasco. En más ocasiones de la cuenta, nos hemos tirado más de cinco minutos buscando una partida para jugar, para finalmente ver cómo tenemos que reiniciar todo el proceso porque no ha encontrado rivales apropiados para nosotros, y que en mi caso particular, ha acabado iéndose a otro juego con un multijugador más rápido. Sinceramente, no entendemos este sistema cuando un juego como, por ejemplo, Halo 3 (ojo, tampoco es perfecto), ha demostrado que funciona bastante bien y que suele encontrar partidas de manera rápida y fiable, y eso sin contar con el hecho que vemos todos los días en PC o PS3 donde no hay matchmaking y se juega divínamente.

Por lo demás, un sobresaliente muy alto a los modos multijugador, incluso el cooperativo, que nos volvería a gustar para cuatro jugadores, en lugar de los dos que tiene.

El modo historia es muy intenso y está muy bien desarrollado. También tenemos algo de profundidad en la historia, que siempre es de agradecer en los juegos de acción, y el mismo planteamiento que la primera entrega, que era divertido de por si. El modo multijugador, ahora sí, se puede considerar como un modo para disfrutar durante meses.

La corta duración del modo historia se contrarresta con la posibilidad de rejugarlo para conseguir todos los logros, tirar por los caminos que no hayamos visto, jugar más difícil si lo hemos terminado demasiado pronto y, por supuesto, por los seis modos multijugador que el juego incluye (contando el modo Horda, muy divertido también).

A nivel de opciones y desarrollo, GOW2 es un calco de la primera parte, con algunas opciones más, un modo entrenamiento y más modos de juego online, pero sin ninguna innovación ni elemento original. A destacar simplemente el modo horda, los vehículos que controlaremos (por llamarles de alguna forma), algunas armas y otros detalles menores.

Para aquellos que pensaban que la primera parte no se podía mejorar, aquí tenemos la demostración de que se equivocaban. Mediante pequeños truquillos los escenarios son más grandes, vistosos y coloristas, hay más personajes en pantalla y tenemos los elementos dinámicos que pedíamos. Aún así, todavía se le puede dar un pequeño empujoncito más a esta consola. Tirón de orejas por la implementación de este matchmaking.