Escape Plan es sinónimo de muertes, pero muertes muy divertidas;
PS Vita se estrena en el género de los puzles con una aventura muy original en el que tenemos que superar distintas pruebas con un dúo bastante cómico -
Lil y Laarg - aprovechando distintas funciones de la portátil, como su interfaz táctil o el girómetro. Vamos a morir muchas, muchas veces, porque la mecánica de juego se basa en la experimentación, así que no os preocupéis al ver cómo van subiendo los números que nuestros héroes llevan en el pecho (que indican las veces que han muerto, como si fueran clones).
Aunque la atmósfera siniestra - pero divertida - nos ha encantado
nos ha parecido que la fórmula de juego podría dar mucho más de sí, y sobre todo
que habría que haber pulido más el sistema de control, ya que la respuesta no es buena en muchas ocasiones, lo que acaba resultando frustrante; esto nos hará perder estrellas (el juego nos evalúa según el tiempo/movimiento invertido en cada fase, por lo que un movimiento mal registrado penaliza doble), y la cosa se agrava en los últimos niveles, en los que un fallo casi equivale a una muerte segura). Afortunadamente
también hay mecanismos para que no nos frustremos, como la opción de saltarnos un nivel concreto.
Con un precio justo para su duración y posibilidades, es una pena que no se hayan pulido un poco más detalles del control, gráficos o rejugabilidad del título, porque estaríamos ante un título sobresaliente.