El cristal mágico que supone la esperanza para nuestro mundo está siendo amenazado por legiones de enemigos, que intentarán llegar hasta él para hacerlo añicos. Nosotros nos meteremos en la piel de uno de los 4 héroes disponibles
para protegerlo de cualquier modo, y dar cuenta, oleada tras oleada, de todos los monstruos que intenten atacarlo. Este es el punto de partida de
Dungeon Defenders, una excelente mezcla de
juego de rol y acción con estrategia tipo Tower Defense, que tras causar furor en PC y Xbox Live Arcade llega a PS3.
Para empezar, tenemos que elegir la clase de combate que mejor se adapte a nuestra forma de jugar:
- Mago. Su baja resistencia lo hace muy dependiente de sus trampas mágicas, y un personaje excelente para luchar en la retaguardia, arreglando trampas y lanzando sus devastadores hechizos de cuando en cuando. Ideal para empezar a experimentar con el juego.
- Caballero. Tiene un buen equilibrio entre la acción directa en el campo de batalla y la protección con trampas, que atacan directamente. Es muy importante aprender a sacarle partido a sus golpes especiales, que pueden cambiar el rumbo de la batalla.
- Elfa tiradora. Sus trampas son ideales para debilitar al enemigo (ralentizándolos, envenenándolos, haciéndolos explotar), por lo que su potencial brilla más si está en combinación con otro personaje. Sus flechas son letales para acabar con los enemigos más poderosos, pero 1 a 1...
- Monje. La clase más complicada de utilizar es también la más poderosa; el monje no tiene trampas indirectas, así que tiene que lanzarse al campo de batalla y potenciarse con distintos hechizos para acabar con los enemigos. Tiene un gran potencial, pero no es apto para novatos.
Conforme avance la aventura y vayamos visitando distintos niveles
iremos potenciando a los personajes con nuevas armas y armaduras, compañeros que nos ayudarán a luchar (como un pequeño dragón), y los héroes irán mejorando sus estadísticas y aprendiendo nuevas habilidades. Esto hace que, aunque
no consigamos completar todos los niveles de una fase concreta el tiempo nunca esté completamente perdido, ya que la próxima vez que lo intentemos seremos más fuertes (y sabremos qué nos espera en cada oleada).
Por supuesto, el juego
multiplica sus posibilidades tácticas (y diversión) si luchamos en modo multijugador, bien local a pantalla partida o bien a través de conexión online, que también nos sirve para evaluar nuestras mejores puntuaciones, haciendo el título todavía más rejugable.