Análisis - Diddy Kong Racing DS

Desde que Mario Kart revolucionara el género de las carreras de coches añadiendo armas, atajos en los circuitos y multiplicando la diversión con un sólido multijugador, muchos han sido los títulos que han intentado hacerle sombra al bigotudo fontanero; entre ellos brillan con luz propia Crash Team Racing para PSX y Diddy Kong Racing para N64, en algunos aspectos mejores que el clásico.

Ahora, Rare y Nintendo vuelven a unir sus fuerzas para relanzar el clásico en Nintendo DS, intentado enriquecer la mecánica de juego con el uso de la pantalla táctil y el modo Wi-Fi incluido, pero? ¿han conseguido lo que se proponían, una versión que supera al original? ¿O todo lo contrario?

A nivel jugable, Diddy Kong Racing mantiene la base del original; carreras con control digital, pistas llenas de secretos y rampas de aceleración que tendremos que saber utilizar y armas para dar cuenta de los rivales. Sin embargo, hay dos factores que no terminan de convencernos:

- Intentando ajustar la dificultad se ha perdido gran parte del reto del original; en general el juego es más sencillo e inmediato, e incluso se han eliminado algunas de las pruebas más difíciles del original.

- Las novedades táctiles se han metido con calzador; arrancar girando una rueda en la pantalla táctil es más incómodo que divertido, y el control de las nuevas fases táctiles es muy mejorable.


Con todo, las idea de competir en kart, avión y hovercraft (este último con un control muy mejorable en este remake) sigue siendo más que divertida.

La duración del juego dependerá muy mucho del estilo de juego que busquemos; facilitando la aventura se ha reducido el número de retos y por tanto la duración del título; sin embargo, si tenemos la oportunidad de jugar vía Wi-Fi este fallo se compensa con creces, y si no el juego tiene multijugador con un solo cartucho, 4 nuevos circuitos y un editor de pistas, así como posibilidades de personalizar y mejorar los coches con monedas que iremos ganando a lo largo de la aventura.
Curiosamente, uno de los fallos más sonoros viene con las novedades, y es que los nuevos personajes ocultos están descompensados a la hora de correr, por lo que las carreras online se llenan casi siempre con los mismos personajes, que muchas veces ganan de forma casi injusta?

Como hemos comentado, no hay grandes novedades incluidas en el juego, y para colmo algunas sobran; un ejemplo son los status que se han añadido y muestran las características de los pilotos y sus coches (que son mejorables). Teniendo en cuenta que determinados personajes arrancan siendo claramente mejores que otros (mejores en todo, se entiende), tiene poco sentido que estén en el juego, más allá de ?hacer bulto?? Resulta curioso ver cómo se han eliminado a los personajes clásicos de Rare (como Banjo o Conquer) a favor de los miembros de la familia Kong, como Dixie.

Una de las novedades más sonadas es la de personalizar los coches y crear nuevas pistas para jugar; el problema es que las personalizaciones luego no quedan demasiado bien en carrera, y el editor de circuitos no termina de funcionar; le faltan opciones y algunas funciones se complican innecesariamente.

A nivel técnico, el título cojea; en muchos aspectos hablamos de un juego algo desfasado, y es que hablamos de un título de casi 10 años que apenas ha evolucionado. El estupendo diseño de los escenarios no consigue disimular que en ocasiones están bastante vacíos, hay pocos personajes iniciales (y algunos están pobremente modelados), y sin las limitaciones de los cartuchos de N64 esto ya no es tan disculpable? además, hay una sensible mejora en los 4 nuevos circuitos incluidos, lo que nos hace pensar que en general el título podría estar mucho más optimizado. Al menos tiene un completo Wi-Fi y multijugador con un cartucho.

A nivel sonoro la cosa incluso empeora, sobre todo por los FX, que parecen empobrecidos. La calidad de reproducción de las melodías de los circuitos también parece haber bajado? y nunca tuvieron más pretensiones que ambientar las carreras.

Eso sí, el juego nos llega correspondientemente traducido y, como curiosidad, es compatible con el Rumble Pack.

El modo Wi-Fi multiplica las horas de diversión del juego, aunque con numerosas limitaciones. La aventura para un jugador podría haber dado más de sí

Sin duda, el punto más fuerte del título, aunque las novedades táctiles y la bajada de dificultad no ayudan a subir nota

Pocas novedades, y encima algunas no aportan casi nada. Los que exprimieron el clásico tienen poco que ver aquí.

El acabado técnico (gráfico y sonoro) podría haber dado mucho más de sí, aunque en general no hay fallos graves que afecten a otros apartados. Lo mejor, el modo Wi-Fi y el multijugador inalámbrico