Análisis Detroit: Become Human (PS4) - El alma de las máquinas

Terminar Detroit: Become Human nos llevará algo más de 10 horas en su primera partida, y creednos, son horas llenas de tensión y momentos inolvidables, de nuevo un paso más cerca de lo que sería una auténtica película interactiva. Una vez terminada la historia principal hay algunas decisiones muy interesantes con las que podemos experimentar (4-5 horas extra para exprimirlo a fondo), y nos hará falta una segunda partida completa para ver todo lo que el juego puede ofrecernos, por lo que los amantes de los trofeos tienen cuerda para más de 20, además de situaciones bastante comprometidas...

El único problema importante (y realmente dependerá muchísimo de nuestra forma de jugar) son las decisiones en las que realmente no tendremos libertad; al igual que en otros juegos se han usado trucos para que la trama avance de la misma forma decidamos lo que decidamos, y al darnos cuenta la ilusión de libertad se viene abajo... Esto, unido a personajes que no están tan bien trazados y a algún que otro momento tontorrón no permiten que el juego llegue al sobresaliente, pero con todo, el resultado final es brillante.

Concebido como una mezcla de aventura gráfica y juego de acción, Detroit: Become Human funciona a las mil maravillas en sus aspectos más importantes: meternos de lleno en una experiencia interactiva futurista en la que conviven androides casi tan humanos como nosotros. El casi es la clave de un juego lleno de momentos muy interesantes y decisiones complicadas que atrapa a los amantes de una buena historia.

Por supuesto, como ya pasaba con otras producciones de Quantic, la libertad del jugador es bastante limitada, al igual que nuestro margen de maniobra en determinados momentos, y esto es lo que le pasa factura al jugador (al igual que la trama dividida en distintos personajes, ya que no siempre podremos jugar con quién queremos, o tendremos cortes en momentos muy interesantes...).

Sin duda, el punto más fuerte de Detroit: Become Human es lo original que resulta. Los creadores de Heavy Rain y Beyond: Dos Almas han conseguido darle otra vuelta de tuerca a sus mundos y sorprendernos con un viaje a un futuro lleno de androides que a veces son casi más humanos que nosotros. La fuerza del título, como podéis imaginar los que ya hayáis jugado a otros títulos de Quantic Dream está en sus personajes y el mundo en el que viven, una peligrosa distopía en los que muchos de los valores morales en los que hoy confiamos se tambalean...

Sin caer en la lágrima fácil o en un guión demasiado complicado, el equipo creativo sabe convertir esta mezcla de aventura gráfica y juego de acción en un título único en el que realmente sentiremos el peso de nuestras decisiones. Es realmente interesante experimentar e interactuar con los personajes, ver cómo se desarrollan sus emociones y cómo nuestras decisiones afectan (e incluso, a veces, cambian completamente) su destino. El único pero que vemos es que se ha sido un poco estático en la fórmula jugable, en este sentido Beyond (pese a más limitado argumentalmente) era una apuesta más novedosa.

A nivel visual nos encontramos un universo rico, intenso, interesante y lleno de vida. Los grafistas de Quantic Dream se merecen no un aplauso, si no toda una ovación, especialmente por la increíble calidad y detalle de los modelados y las animaciones faciales, que están a años luz de otros juegos. Es cierto que esta fortaleza del juego se explota a conciencia abusando un poco de planos cercanos y que en entornos abiertos el juego da un pasito atrás, pero con todo y con eso hablamos de una increíble experiencia visual y de un sobresaliente apartado artístico.

A nivel sonoro también hay un elemento sobresaliente: el doblaje del juego, que es absolutamente brillante (al estilo de las mejores producciones de SCEE). Si bien es un auténtico placer jugar con el doblaje original (os lo recomendamos si estáis potentes con el inglés) las voces españolas son una auténtica maravilla. La banda sonora también llega al sobresaliente, y si bien no es excesivamente variada sabe ambientar a la perfección esta fantasía futurista, y hacer todavía más intensos sus momentos clave.