Dos son las ideas que vienen a mi mente a la hora de jugar a este remake en PS5. Por un lado, tengo que reconocer que me ha divertido muchísimo, que iba explorando cada rincón, mirando y disfrutando cada momento, cada enfrentamiento, y que incluso hay zonas, muchas de ellas, que me han resultado muy sencillas, quizás demasiado, y esto es debido a las innumerables horas que le he echado a otros juegos similares incluyendo Demon's Souls original y la saga Dark al completo además de juegos como Mortal Shell, la saga The Surge o Bloodborne por nombrar algunos. Una vez que se aprende a jugar, y se tiene la paciencia necesaria, este tipo de juegos ya no resulta tan complicado y se disfruta cada pequeño paso que se da en su intrincado y oscuro universo.

Sin embargo, también me viene a la mente lo mal que lo pasé la primera vez que jugué a uno de estos juegos, precisamente al original de PS3, la de muertes absurdas que tenía con los guerreros del principio del puente en Boletaria, o cualquiera de los enfrentamientos contra cualquier jefe final incluyendo la primera babosa que casi no te hace nada y, aún así,con la que sueles morir muchas veces cuando no sabes qué hacer, o lo sabes pero ya llegas a esta parte totalmente frustrado, y eso que es la primera hora de juego. Por ello, el razonamiento que hicimos hace unas semanas en vídeo (y que también acompañamos estas líneas) sobre la necesidad de un modo fácil en un juego de estas características, en especial éste, se hace cada vez más palpable precisamente por estos mismos motivos. Yo, como cientos de miles de jugadores, hemos sido capaz de disfrutar de un juego como éste a los que cada vez le encontramos menos dificultad, y precisamente por eso debería muchos más jugadores tener esta posibilidad, poder disfrutar de juegos de estas características sin tener que sufrir, maldecir, o frustrarse porque hay enemigos que no se sabe cómo vencerlos, o hay zonas donde ningún otro jugador nos ayuda porque no dejan señales, o simplemente porque llegamos tan frustrados por haber muerto una y otra vez en zonas anteriores que cualquier nuevo enfrentamiento nos parece un mundo.

Aparte de este pensamiento, decía que tenía dos a la hora de jugar a un juego como éste, y el segundo que me viene a la mente es el de que este es uno de esos remakes que no debería considerarse como tal. ¡Ojo! En ningún momento en este análisis voy a decir que no estemos ante una conversión excelente con una calidad extraordinaria, o un juego que merezca la pena incluso comprarse una PS5 para poder disfrutar de él. Hablamos muchas veces de remasterizaciones que aprovechan mejor el hardware que las mueve, y esto es más una remasterización bien hecha que un remake. Si os dais cuenta, no hay ningún elemento original más allá de lo bonito que es todo y lo espectacular que resulta. A nivel jugable nos encontramos con ligeros retoques en las animaciones y poco más, un modo foto, poder activar un modo inverso para poner el juego de derecha a izquierda y poco más, por lo que debería considerarse como una remasterización de un juego de 2007 que está muy bien hecha y que aprovecha muy bien este nuevo hardware, que merece la pena que nos gastemos el dinero en una PS5 solo por jugarla, y que han hecho un trabajo fenomenal adaptando hasta el más mínimo detalle... pero no es un remake porque no han rehecho nada más allá de los gráficos. Y eso si jugaste al original, quizás no sea suficiente para volver a jugarlo para muchos jugadores, porque la capacidad de sorpresa la ha perdido por completo.

Este análisis lo estoy haciendo desde el punto de vista más subjetivo que se me ocurre, aunque tampoco me gusta abandonar al resto de la humanidad a la que le gustaría poder disfrutar de juegos como éste en ciertas ocasiones. No obstante, tengo que reconocer que personalmente me he divertido como un niño con un palo (como el anuncio) con el remake de . Recuerdo lo mal que lo pasé la primera vez que jugué, y ahora más de diez años después, me río de lo mal que lo hacía. Pero claro; si te sacas de la manga un montón de nuevas mecánicas de juego, o las haces accesibles a todos los jugadores o la mayoría se va a sentir frustrado. Once años después y decenas de juegos similares a la espalda, uno se puede entretener en mirar todos los escenarios, buscar los enfrentamientos más duros, frustrarse con alguna que otra muerte y seguir intentándolo hasta que averiguar cómo vencer al dichoso enemigo, intentar averiguar (si es que aún no lo sabe) todos sus secretos o cómo conseguir el dichoso trofeo platino haciéndoselo por completo.En este caso, gran parte de la culpa la tiene su acabado técnico que nos ofrece unos escenarios absolutamente alucinantes, de esos que cuando llegas por primera vez te paras a mirar con la cámara tranquilamente, y en los que incluso te imaginas si estuvieses ahí no estarías tan tranquilo y querrías irte a casa a prepararte una taza de tila caliente mientras lloras desconsolado, y que aquí disfrutas como un descosido. Hasta se me ha hecho corto, lo cual prueba lo bien que me lo he pasado jugando. Personalmente me ha durado la partida treinta y dos horas, bastante completito pero sin el platino, y eso que incluso me quedé atrancado en un puñetero demonio de fuego que me daba para el pelo cada vez que lo intentaba. Aún así, nada que ver con las más de cincuenta horas del original de PS3, por lo que se puede ver claramente lo que hace saber jugar, qué hacer y cómo solventar los problemas. Ni que decir tiene que la partida plus va en su curso en espejo para añadir algo más de complejidad y sorpresa, aunque no mucho la verdad salvo ir buscando y recogiendo las nuevas monedas para encontrar la nueva armadura oculta tras la nueva puerta añadida.

No vamos a descubrir nada nuevo en su apartado jugable, ya no solamente si has jugado al original sino a cualquier otro action-rpg de estilo soulsborne. Combates tácticos donde cada enemigo tiene su propio comportamiento que debemos aprender para vencerlos con facilidad, técnicas como el ataque crítico, cubrirse con el escudo, las paradas y contraataques (parries) o esquivar (rodar) en muchos momentos son el pan nuestro de cada día a la hora de enfrentarse a los enemigos. En este sentido no vemos ninguna novedad en este remake con respecto al original, si acaso, algunas animaciones en personajes con sus armas y escudos y las de los enemigos que hacen que se juegue ligeramente diferente aunque no mucho. Eso sí; como ya comentábamos en su momento, el movimiento de nuestro personaje es más rápido, y el tempo de los pasos y gestos que hace cada vez que ataca o levanta el escudo son diferentes, lo cual no está mal porque además hace al juego ligeramente más sencillo, pero sí que puede resultar un incordio para los más expertos que quieren jugar exactamente lo mismo pero con mejores gráficos. El poder jugar a 60 FPS en el modo rendimiento también ayuda a esta sensación al reducir ligeramente el input lag que se produce entre que vemos moverse al enemigo y reaccionamos, pulsamos el botón adecuado, y el personaje realiza la acción.El resto sigue los mismos preceptos de todos los demás juegos. Las hogueras de los Dark (aquí son archipiedras), las almas para levear, la niebla, los jefes finales, el lugar donde está la dama de negro que nos sube de nivel,... Todos los elementos que ya conocemos de esta fórmula y que, precisamente, fue este el juego que los creó tal como los conocemos a día de hoy. Para aquellos que quieran un pequeño reto adicional, este remake cuenta con la opción de jugar en modo espejo, es decir, con todos los escenarios dados la vuelta, aunque para ello tendremos que descubrir cómo y gastar algunas almas por el camino. No es mala opción para los que quieran hacerse una partida plus algo diferente al estar todo justo en el lado opuesto. A nivel de mecánicas de juego no se puede decir que tenga problemas de ningún tipo, y es que cuando el juego salió al mercado en 2007 (2009 en Europa), nadie sabía jugar a esta clase de juegos y era muy fácil encontrarle problemas en el control, como una lentitud en la respuesta o un input lag enormemente exagerado que estaba hecho a posta, ya que una animación supuestamente realista del personaje hace que si queremos golpear a un enemigo primero tengamos que cargar el brazo y después moverlo, y si llevamos un objeto pesado como una espada, hacha, alabarda o lo que sea, este movimiento es aún más lento. Personalmente soy de los que piensan que cuando un creador/diseñador añade ciertos elementos realistas en un videojuego para hacerlo más real pero se deja en el tintero tantos otros es una mera excusa para poder hacer lo que le place, y no está nada mal por supuesto ya que el juego está siendo diseñado por él o ella, aunque sí que suena a excusa barata ese realismo ficticio. Que un ser humano tarde tantísimo en mover un arma porque así se es realista pero que un enemigo gigante que pesa diez veces más sea mucho más rápido desafía las leyes de la física, por lo que ni realismo ni hostias, pero... ¡ey! Esto es un videojuego y aquí todo vale... No tiene sentido.

Precisamente, utilizando estas reglas del realismo cuando me da la gana, tenemos algunos elementos que son realmente confusos y que a menos que te vayas a páginas o guías y los leas no los vas a averiguar nunca. Algunos de estos no están mal y añaden cierta salsa al asunto, pero otros como el sistema de tendencia que mide si eres bueno o no dentro del juego deberían de explicártelo, aunque fuese mediante el lore. Algún personaje te podría decir algo así como que si matas, aunque sea sin querer, a un NPC que no debes, o si matas a un enemigo final en forma humana, tu tendencia irá hacia el negro lo que reducirá considerablemente tu nivel de vida, y que para volverla blanca tienes que hacer ciertas cosas. O lo lees en una guía o ni idea. Detalles como éste siguen haciendo de la saga souls y de todos los juegos de corte similar algo muy confuso para el gran público, y esto puede ser uno de los motivos por el que más del sesenta por ciento de sus jugadores acaben abandonando una partida tras sus primeras horas.

No voy a suspender a un juego de estas características porque, como siempre decimos en nuestro apartado de innovación, ser el primero que llega a una nueva consola tiene ventaja. Y obviamente, siendo un remake de un juego que ya está en el mercado se le debería exigir mucho más por lo que hemos comentado en muchas ocasiones. Una parte importante de un videojuego es su capacidad de sorprendernos, que nos cuenten cosas que nadie nos haya contado antes, o que tengamos que hacer cosas que no hayamos hecho antes. Si el remake está bien hecho (Final Fantasy VII Remake o Resident Evil 2 Remake son dos buenos ejemplos), la capacidad de sorprendernos sigue intacta manteniendo su línea argumental y personajes, y aún así, aportando mayor profundidad en muchos elementos, cambiando perspectiva, añadiendo fases, enemigos, NPCs o misiones que no se hayan hecho antes y cosas por el estilo. En este remake de PS5 no vamos a encontrar nada de esto, y es una auténtica lástima.Solo nos queda como posibilidad de sorpresa su espectacular acabado técnico, que logra una ambientación que posiblemente no se ha visto hasta ahora en ningún videojuego y que te deja sin aliento a cada paso. Iluminación espectacular, enorme el detalle en personajes humanos y NPCs, gran imaginación en los escenarios y enemigos (aunque sean los del original y se haya rehecho por completo sus elementos de arte) y una gran banda sonora. El problema es que todo queda ahí, y los nuevos elementos añadidos al juego son una mera anécdota por la que le pueden subir algunas décimas a la nota global, cosas como el Modo Foto que nos permite tomar instantáneas del juego en cualquier momento (o hacer una pertinente pausa para descansar), pagar las 25.000 almas a la estatua del Nexo para permitirnos jugar en modo Espejo y que nos permite además conseguir las monedas necesarias para abrir una nueva puerta con una armadura antes inexistente. Hay que agarrarse a este tipo de pequeños detalles, aunque está claro que los que no tuviesen PS3 o la tuviesen y no jugasen a esta entrega pueden añadirle algún que otro puntito a este apartado subiendo la nota global. Espero como agua de mayo el anuncio de un DLC que, ahora sí, me ofrecerá algo que no haya probado antes.

El debut soñado de una nueva consola. Uno de los pocos juegos exclusivos que tiene PS5 y que no están también en PS4 demuestra el motivo por el que sus fans deben hacerse con una cuanto antes. Hasta ahora no se había visto algo parecido en ninguna consola o PC por la calidad de su iluminación, su ambientación, la calidad de los modelados, los escenarios o la calidad de sus texturas. Te dicen que no tiene el RTX activo porque a BluePoint Games no les dio tiempo añadirlo, y te da igual porque está repleto de efectos de luces y sombras en tiempo real para los que el RTX consumiría más recursos y no haría que se viese mucho mejor. Por ello no necesita nada de todo esto. Como una de las pocas novedades a nivel jugable, el juego cuenta con dos modos de visionado, uno Cinemático que pone el juego a 4K nativos y coloca los 30 FPS y el otro de Rendimiento que baja la resolución a 1440p para ofrecernos los 60 FPS estables en casi todo el juego (alguna pequeña ralentización que sí que hemos visto en momentos puntuales), siendo el modo que recomendamos jugar para poder disfrutar de la mejor experiencia posible (también más fácil, claro, al tener menos input lag).

A nivel sonoro también es espectacular el trabajo realizado, tanto por el equipo de doblaje al español como en su banda sonora. Para el primero, Sony como siempre ha cuidado mucho este aspecto y ha añadido al mismo reparto en el doblaje con un nuevo trabajo, por lo que podemos escucharlo ahora con más calidad si cabe, y además el juego nos permite escucharlo en inglés si queremos oirlo en original. Para el segundo, el trabajo original de Shunsuke Kida se ha mantenido añadiendo arreglos de Bill Hemstapat y una nueva orquestación que incluye a ciento veinte músicos en una gran orquesta con sus coros y que escucharemos, predominantemente, en el Nexo y en los enfrentamientos contra los enemigos más poderosos. El trabajo técnico, en general, es impecable, y PS5 no pudo haber tenido mejor estreno.

Inauguramos una nueva sección en Ultimagame que pretende jugar o re-jugar a algunos de esos juegos que, por tiempo o por alguna oportunidad (estrenan serie o nueva temporada, lanzan una película o simplemente hay alguna secuela a punto de salir) se lo merecen. Uno de esos juegos es, sin duda, Demon's Soul que además es noticia por partida doble. Por un lado, los usuarios de PlayStation Plus puede disfrutar de él todo el mes de Octubre de 2013 sin coste alguno, y por otro lado porque durante estos días podrán probar la beta abierta de su tercera parte, la cual está a punto de ser lanzada al mercado (Dark Souls 2).

Demon's Souls fue desarrollado por la compañía japonesa FromSoftware, la cual siempre se ha distinguido por hacer juegos de rol de calidad, a veces con menos fortuna que otras, pero por regla general muy acertadamente. Con Demon's Soul nos han querido ofrecer su particular visión de esos juegos de exploración de mazmorras (o dungeon crawl como son conocidos en inglés), es decir, un personaje que se dedica a explorar una serie de mazmorras laberínticas matando a todo bicho viviente y recogiendo todos los tesoros que pueda (lootear). Y la verdad es que han dado en el clavo con su planteamiento en casi todo.

Gráficamente han conseguido un título muy logrado, que saca bastante del hardware de PS3 y nos ofrece unos escenarios enormes y bien detallados que reflejan fielmente lo que podría ser cualquiera de estos entornos si realmente hubiesen existido (aunque quizás podrían ser más espectaculares, eso sí), pero sobre todo donde le vemos el mejor partido es a nivel artístico. La gran imaginación que han echado sus creadores a la hora de crear los escenarios y, sobre todo, los personajes y sus comportamientos es uno de los puntos fuertes del juego el cual nos llevará a enfrentarnos a temibles demonios gigantes y a no menos temibles enemigos intermedios, los cuales nos harán ver en muchísimas ocasiones la pantalla de "Estas muerto".

Hay muchos más elementos que nos encantan de este Demon's Soul como, por ejemplo, su modo online. Hace ya algunos años que os decíamos que un juego como Fable II de Xbox 360 y PC debía marcar y marcaría el camino a seguir para futuros juegos multijugador, y este Demon's Soul es un buen ejemplo de ello. En este caso, el juego mezcla el modo multijugador y modo campaña en uno solo, y el jugador verá en todo momento a otros jugadores que se encuentran en su misma zona como espectros, lo que nos permitirá saber qué están haciendo e incluso conocer secretos que no sabríamos de otra forma. También nos permite interactuar con ellos, como por ejemplo invocar a algún jugador (amigo o desconocido) a nuestra partida para que nos ayuda en un juego cooperativo para dos jugadores, o también dejar a otros jugadores mensajes de ayuda sin estar en su partida (pulsamos el botón Select, seleccionamos el mensaje y cualquier jugador lo verá en su partida). Por último, pero no menos importante, también veremos repartidos por el escenario manchas de sangre que nos permitirán ver cómo murieron otros jugadores en esa zona, lo que nos dará también una pista de lo que debemos y no debemos hacer.

Este juego es una verdadera maravilla, aunque no está carente de problemas. Principalmente son dos y están muy unidos entre sí. Por un lado, Demon's Souls es uno de los juegos más difíciles de PS3, lo cual de por sí no sería malo si no llega a ser porque, además, es uno de los juegos que menos información dan al jugador acerca de nada. Esto quiere decir que empezamos el juego, y sitúan a nuestro personaje enfrente de una serie de puertas y nos dicen "ale, ahí las tenéis"; fin de la ayuda. Pero, ¿qué tenemos que hacer? ¿Dónde debemos ir primero? ¿Y después? ¿Cómo matamos a los enemigos? Todo esto nos llevará a morir una tras otra en prácticamente todas las partes del juego y nos llevará a pensar en si lo estamos haciendo bien o no, lo que nos llevará a la frustración muchísimas veces en las primeras horas de juego. La idea de los desarrolladores parece haber sido clara; hacer pensar al jugador que en realidad se encuentra en ese mundo y la información para comportarnos como de verdad lo haríamos. Eso sí, como ya hemos dicho muchas veces, esto es un videojuego y tener que experimentar y fracasar durante horas nos puede llevar a abandonarlo (lo que sería un error), por lo que siempre que nos indiquen al menos los primeros pasos a seguir se lo agradecemos a sus creadores.

Hay que decir que Demon's Souls es un gran juego, plagado de escenarios y enemigos alucinantes y una dificultad elevadísima y que aun así merece la pena de disfrutar por todo aquel al que le gusten los juegos de rol de acción (o incluso los hack'n slash).

A pesar de ser tan difícil, ofrece un sistema de juego y evolución que engancha. La ambientación del juego nos llevará por unos entornos muy bien construidos que en todo momento querremos explorar y unos enemigos que intentaremos matar una y otra vez hasta que lo consigamos. Si tuviese algo de ayuda o algún consejo puntual de cómo matar enemigos o lo que debemos hacer, sería perfecto.

Dos son sus fallos, incluso graves. Uno la extrema dificultad que por sí sola no sería tal ya que tiene que haber juegos para toda clase de jugadores. Sin embargo, el segundo fallo grave, la excasa información, hace que frustre las primeras horas de juego porque pensemos que el juego es difícil porque no sabemos si lo estamos haciendo bien. También el sistema de control no es convencional cambiando lo que hasta ahora hemos visto en otros juegos similares, lo que nos lleva a tener que acostumbrarnos cuando cubrirnos con el escudo en todo momento y cuando atacar en los momentos adecuados.

Es un juego que se queda en medio de dos géneros, juego de rol y hack'n slash. Quizás tenga más elemento del segundo (juego de espadas) que del primero porque gran parte del tiempo lo pasamos golpeando enemigos. Aun así, no hay nada similar en el panorama de consolas ni PC. Su combinación de elementos, su dificultad, su sistema de juego y evolución, sus controles, o su apartado técnico resultan brillantes y refrescantes. La conexión online del juego es otro de los puntos fuertes, ofreciéndonos muchísimas posiblidades (similares a las vistas en Fable de Xbox 360).

Los escenarios son amplios y espectaculares, aunque quizás algo cuadrados. Se han visto cosas mejores en PS3 y cosas mucho peores, y aun así están a gran altura. La gran ambientación del juego es en gran parte gracias a unos cuidados escenarios, algunos laberínticos y enormes, y un diseño de enemigos muy original e imaginativo. Está traducido pero no doblado al español.