Análisis de Degrees Of Separation - Una grata sorpresa presentada como un cuento de hadas cooperativo con forma de juego de puzle

Nada más empezar a jugar sentí una sensación extraña, como si estuviese jugando a algo antiguo con un acabado de hace muchos años por su extraña animación y el uso de los colores en fondos y personajes. Eso tira para atrás durante los primeros minutos, pero muy poco después te olvidas de todo y te dejas meter de lleno en la historia, la interacción entre los personajes y la fabulosa banda sonora que nos transporta a otro reino, uno de fantasía de cuento de hadas. Y es que tengo que reconocer que ha sido una experiencia muy gratificante en muchos aspectos, como a la hora de resolver ciertos puzles que podrían parecer evidentes y que no lo son tanto, conocer más de la historia y sus personajes o seguir deleitándome con la hermosísima banda sonora.

Hablamos de la historia como si fuese algo muy importante, y puede no parecerlo. De hecho, estamos ante uno de esos juegos de los que si decidimos seguir avanzando sin enterarnos de nada podemos sin problemas, pero no lo recomendamos para nada porque la voz que escuchamos nos narra una bonita historia de aventuras entre dos personajes que no se conocen de nada, que lo van haciendo conforme resolvemos puzles y que nos mete de lleno en algo parecido a un cuento de hadas que, aunque suene infantil nos ha encandilado de principio a fin. A corregir ciertos detalles jugables y técnicos para estar ante una maravilla AAA, y es que quizás el desarrollo indie le ha pesado en algunos puntos y se nota.

Saber que es un juego de puzles y que tendremos que controlar a dos personajes que controlan respectivamente el frío y el calor puede hacernos caer en la tentación de pensar que va a resultar todo muy lineal y sin demasiadas complicaciones. Sin embargo, la jugabilidad está perfectamente medida gracias a los muchos cambios de posibilidades que existen en cada zona. Hablamos de un castillo con muchas puertas para los que tenemos que coger un número determinado de piezas para poder abrirlas, y dentro de cada una de ellas el estilo de puzle variará mezclando la mecánica de puertas anteriores con otras nuevas. Y estas son realmente originales, como tener que construir un puente de hielo entre el frío y el calor con la división de la pantalla de los dos personajes (jugadores) que, dependiendo de su ubicación será distinta. También encontraremos otras más típicas como ciertos puzles con el uso de la física, el peso o balancearse con cuerdas, algo que le da mucha vida a un juego de por sí realmente largo.

También tiene algunos problemillas a la hora de jugar que son perfectamente perdonables pero que pueden afectar dependiendo del tipo de jugador. Por ejemplo, Degrees of Separation está pensado para jugar dos jugadores en cooperativo, y aunque se puede jugar uno solo pierde muchísimo al tener que ir cambiando entre personajes y moverlos un poco de forma mecánica. Precisamente por eso tampoco entendemos la falta de juego online, ya que solo se puede jugar cooperativo en la misma consola, algo que suponemos acabarán solventando mediante algún parche gratuito pero que de momento no tiene. Por último, algunos detalles negativos a mencionar como que no haya pistas en ciertos puzles y que no sepamos si podemos o no resolverlos (igual nos falta algún poder o habilidad), o algunos pequeños comportamientos extraños por culpa de la física que hace que los personajes se vuelvan torpe en ocasiones. No son problemas graves, pero los tiene.

La verdad es que nos ha sorprendido en muchos aspectos este Degrees of Separation. Lo bien hecho que está en casi todos sus apartados lleva consigo una gran innovación en muchos de ellos, como por ejemplo la forma de contar la gran historia creada por Chris Avellone quien se ha convertido en todo un experto en esto de crear guiones para videojuegos y que demuestra una vez más que está entre los mejores en su campo. Escuchamos una preciosa voz en off que nos narra (en inglés pero subtitulada en español) lo que va pasando en la pantalla con sus protagonistas e, incluso, alguna pista en forma de relato de los puzles que encontramos. También nos ha gustado mucho la forma de los puzles, la cual podría ser muy típica por jugar con el frío y el calor pero que resulta muy refrescante cómo interaccionar los dos personajes y los poderes que tienen cada uno de ellos.

Luego también encontramos algunos elementos de metroidvania en el juego que le dan un toque muy curioso, aunque son bastante pocos. Hablamos de encontrar algún puzle en una zona, no saber cómo resolverlo, irse de allí y más adelante encontrar una nueva habilidad que nos permite recogerlo, por lo que podemos volver e intentarlo de nuevo. Esto también puede resultar un problema, ya que no estamos acostumbrados a que en los juegos de puzles tengamos este tipo de elementos, por lo que igual nos rebanamos la cabeza pensando cómo podemos conseguir esta pieza que nos falta y la realidad es que todavía no se puede (nada nos lo dice).

En el apartado técnico encontramos algunos de los mejores detalles del juego, pero también algunos de sus mayores defectos. A nivel gráfico, un juego debe entrar por los ojos, y a mi personalmente no lo hace por culpa de unos personajes demasiado coloristas y regularmente animados que parecen más bien un estilo popup encima de unos fondos pintados a mano. No nos malinterpretéis; no decimos que sean malos ni mucho menos, pero sí que al estilo de juego le pega otra cosa, incluso algo mejor animado y que no tenga esos fallos físicos de vez en cuando que afectan directamente a la jugabilidad en algunos puntos (incluso llegando a colgarse).

Por contra, tenemos una excelente banda sonora orquestal que nos acompaña en todo momento y que nos mete de lleno en la historia de una forma magistral, ya que en todo momento estamos casi esperando resolver el puzle (la música se vuelve más para acompañar) para volver a escuchar esos bellos y épicos momentos cuando todo acaba hasta volver al siguiente puzle. La voz en off también está perfectamente integrada y tiene la entonación perfecta para que parezca que nos están contando un cuento, y que a pesar de estar en inglés se puede entender perfectamente gracias a los subtítulos en castellano que la acompañan.