Darkstalkers Chronicles: The Chaos Tower - Análisis para PSP

Desde que CAPCOM comenzó a prosperar gracias al mítico y realmente clásico ?Street Fighter?, no han sido pocos los intentos, ajenos y propios, de intentar igualar en la medida de lo posible las gracias y aciertos de ?Ryu? y compañía. Multitud de compañías probaron suerte con variopintas e infinitas apuestas. SNK se llevó el gato al agua en numerosas ocasiones, probando que su placa, con mayor cantidad de memoria (pasamos del ?100 MEGA-SHOCK? al posterior GIGA-SHOCK) establecía la plataforma perfecta para los mejores y más fieros enfrentamientos marciales.
Pero CAPCOM es inquieta y gustosa de probar y probar hasta dar con una tecla que no desafine, para después intentar tantas melodías como pueda con la misma nota. Sin duda, ?DarkStalkers? pertenece a este territorio de pruebas en el que se intentó mezclar las posibilidades (clónicas y sin novedades) de la lucha clásica con un toque de viejo cine de terror. El resultado fue muy festivo y poco claro, con una amalgama de personajes tan dispares y poco homogéneos que muy difícilmente casaban o encajaban fuera de los límites de su propio mundo. Y la saga creció (aunque no en innovación ni calidad) en números tras el título, y ahora incluso traspasa fronteras y llega a PSP. ¿Alguna novedad?, ¿Más de lo mismo? Creo que pueden ir intuyendo las respuestas?

No hay mucho más que el modo ?Torre?, el modo Arcade se presenta insuficiente por insulso.

El juego no ofrece más que una galería de vídeos (de ojos juegos anteriores) e ilustraciones como único incentivo a la hora de progresar en él. En otras circunstancias tales opciones podrían llegar incluso a resultar válidas (caso del ?Metal Gear 3?), pero en un juego de lucha siempre se espera poder ir desbloqueando algún que otro personaje, escenario, música o modo de juego. Nada de eso se encuentra aquí.

Tenemos 18 personajes desde el principio y tal número no parece muy entregado a aumentar. De modo que no importa cuantas veces superemos el juego con diferentes personajes. No hay grandes recompensas por nuestro esfuerzo, tan solo un soso final a media ilustración inmóvil que es muy parecido en todos los casos.

Para obtener estas ilustraciones secretas a desbloquear, el camino es acceder a la única novedad del juego, el modo ?Torre? (que le da el nombre al título en cuestión). Ir venciendo en ella en los diferentes emparejamientos nos irá desbloqueando dichos bonus en forma de arte gráfico. No es gran cosa, pero es lo único que tenemos para intentar alargar la vida del juego más allá del par de horas?

Por lo tanto, lo único que tenemos es una propuesta de combates con personajes no personalizables ni actualizables en modo alguno. La opción exclusiva que contamos para divertirnos es que nos guste jugar constantemente a los mismos enfrentamientos.
Esperar a maravillarnos con el control y el modo de juego es la simple propuesta de CAPCOM, y yo diría que no es suficiente?

El control es el clásico y típico, pero la cruceta de control de PSP se revela contra nosotros limitándonos la fluidez.

Que no les asuste la puntuación tan discreta del apartado más crucial en todo juego de lucha que se considere a sí mismo como tal. Para mi propia sorpresa, el principal y casi único handicap a la hora de disfrutar del control de ?DarkStalkers? tal y como estamos acostumbrados (pues no ha cambiado un ápice, y no precisamente para bien) es culpa total y exclusiva de Sony (¡!).

Curioso y sencillo, aunque sorprendente: la cruceta digital integrada en PSP ha sido diseñada e implementada saltándose los maravillosos principios encontrados en todos los DualShock que le preceden. El resultado es una total imprecisión en la captación del movimiento por parte de los botones de dirección. Resulta realmente complicado, casi milagroso, poder realizar las típicas combinaciones de giros para ejecutar las ?Magias? o movimientos especiales.
Así de absurdo, así de inverosímil. Intentar la media vuelta o cuarto de vuelta se vuelve una peripecia que pocas veces conseguirás tres veces seguidas, e incluso llegarás a sentir alegría si puedes llevar a cabo un movimiento especial en el momento en el que lo buscas. Así de incómodo es jugar con esta cruceta irreverente?

Es incomprensible pero cierto. Lo he probado incansablemente, en PSP propia y ajenas; y he dado la oportunidad a amigos y extraños. Todos los que han jugado antes a un juego de este tipo me preguntan: ?¿has desactivado las magias?? Preocupante.

Por suerte (¿?),CAPCOM ha implementado un modo ?Fácil? para le ejecución de las magias y poderes especiales. Pulsando adelante y un botón, o cargando los especiales con el R, podemos jugar casi con normalidad. Una maniobra que sin duda responde, y en parte salva, esta incomodidad en el control?
En cuanto a la jugabilidad de Software, que no del rebelde Hardware, poco que decir que no se sepa: jugabilidad directamente exportada de las versiones anteriores, con los mismos movimientos y las mismas animaciones.
Respuesta suave y certera, acorde con lo esperado. Dócil en el modo de velocidad ?Normal? y algo más desbocado en el modo ?Turbo?. Los personajes obedecen y se dejan manejar sin mayores problemas y complicaciones? Y puede que éste sea el problema, en los tiempos de ?Tekken 5? esto es demasiada simpleza, y nada tiene que ver que sea en 2D (ahí estuvo el ?Third Strike? para desmentir). Colocar como única baza un sistema de bloqueo con contraataque es insuficiente en estos días y con estos precios.

Es otro más de lo mismo sin ofrecer nada nuevo. Una mera conversión sin mayores ambiciones.

La originalidad de este ?DarkStalkers Chronicle, the Chaos Tower? estriba únicamente es la torre oscura tan grácilmente resaltada en el título. Veamos cómo va:
Escogemos tres personajes y nos embarcamos en la primera planta de la torre, desde allí, y en sucesivos pisos superiores, nos enfrentaremos a los diferentes personajes del juego en escenarios también ya conocidos. Nuestro único objetivo es ir escalando posiciones al derrotar a los enemigos, en un único asalto, para poder seguir avanzando en la prácticamente infinita torre.
En determinados combates se nos ofrece la posibilidad de acabar la contienda de una manera específica: un movimiento especial o una magia; mientras que en otros se nos limita de alguna manera para hacerlo más interesante: no podemos usar patadas o puñetazos.
El resultado es algo parecido a un modo ?Survival? clásico y típico con unos toques del modo aventura del ?Soul Calibur?, pero, en cualquier caso, nos parece un poco soso a estas alturas, en esas alturas?

En otro intento de ofrecer algo más de profundidad sin programar más de 20 líneas de código adicionales, se ha incluido un sistema de selección de modo de lucha: ?DarkStalker? (2 asaltos separados, 1 barra de poder), ?Night Warrior? (2 asaltos separados, 3 barras de poder) y ?Darkstalker 3? (2 asaltos unidos, 8 barras de poder, Dark Force). Las diferencias en cuanto a jugabilidad son poco perceptibles, y no incluye poderes nuevos dependiendo del modo. Por su parte, el modo ?Dark Force? se limita a abrir por un tiempo limitado un cambio en el escenario que te aporta mayor poder en los ataques. Nada más.

Personajes algo pequeños y animaciones sin florituras. Correcto y por los pelos, sin cambios con respecto a versiones anteriores.

El traspaso de los personajes y escenarios ha sido llevado a cabo con gran exactitud si partimos de una versión de PsOne, pero si tenemos en cuenta a la recreativa original como referencia, rápidamente descubrimos que el juego pierde bastante con la conversión.
El tamaño de los personajes se ha visto reducido a casi la mitad de la altura de la pantalla de juego, perdiendo en lucidez y espectáculo, aunque la verdad es que no demasiado en detalle. Las particularidades de la ropa y accesorios están perfectamente presentes en todos los ?Mini-muñequitos?, y su movimiento es prácticamente igual de fluido como en los títulos anteriores. Encadenar combos no resulta aparatoso de ver, aunque puede que sí algo confuso en algunos momentos.
En el modo ?Turbo? no encontramos ralentización alguna, pero descubrimos, al observar los movimientos a mayor velocidad, que un mayor número de frames no le hubiese venido nada mal al conjunto.

Tampoco le ha venido mal al juego el uso de la pantalla panorámica, pues concede más espacio a esos personajes pequeñitos, aunque, igualmente, juega levemente en contra de la vistosidad al crear la ilusión de que los personajes son incluso más pequeños y están algo achatados (que lo están).
En cuanto a los escenarios, resultan amplios pero no demasiado vistosos ni profundos. Se ha jugado con el número 2 en demasía, incluso para ser 2D: sólo hay dos tonos de color visibles en los fondos (lo que da un aspecto de claroscuro pero no de viveza) y sólo hay dos planos visibles de profundidad, lo que resta magnificencia y gravedad a unos espacios que no atraen demasiado.
Nada grandioso en ningún aspecto, como los tiempos de carga, que al menos no se hacen demasiado largos.

Jugando con la música no vamos a encontrar demasiadas sorpresas ni sutilezas. Las clásicas melodías sin demasiada personalidad que acompañan sin distraer ni molestar. Es en verdad una lacra en la historia reciente de los juegos de lucha, y realmente no podemos cebarnos en ello cuando incluso el ?Tekken 5? cae en esta trampa.

Por último, remarcar que el juego no ha sido doblado ni traducido, aunque en un título de este tipo no se hace imprescindible, comprendemos que se haya dejado fuera tal opción pues habría llevado más tiempo que versionar el propio juego.