A pesar de no contar con un gran sistema de batalla ni situaciones muy sorprendentes o interesantes,
Criminal Girls: Invite Only nos ha enganchado un buen montón de horas gracias a las continuas mejoras que vamos recibiendo en el combate, al cariño que le coges a los personajes y a situaciones muy divertidas (y un tanto picantes) que no dejan de repetirse. Es cierto que el factor
erótico está presente en el juego, pero la verdad es que está en un segundo plano, sobre todo para los occidentales (ya que los
grititos de las chicas no están completamente traducidos), y se resume en unos
minijuegos tontos con la pantalla táctil, siendo la base real un RPG por turnos. Buenas ideas de base, pero hace falta más trabajo...