Análisis - Chibi Robo

Presentado en el e3 de 2004 y eclipsado por juegos de la sonoridad de Zelda , Chibi Robo parecía una de las apuestas más originales del catálogo de Gamecube: la historia de un pequeñísimo robot con la difícil misión de hacer feliz a una desastrosa familia . Pequeño y con pinta de indefenso, con una batería muy limitada y siempre pegado a un enchufe para no quedarse sin energía, nuestro héroe provocaba interés y ternura en partes iguales.

En un principio, Chibi Robo fue concebido como una aventura gráfica, los chicos de Skip pronto enfocaron el juego hacia una aventura plataformera con algunos toques de acción.

Ahora, y un año después de su lanzamiento japonés (de la mano de Bandai), Chibi viene a intentar paliar la escasez de lanzamientos para Gamecube. Armado con un tierno sentido del humor, disfraces y pequeños ?gadgets? el pequeño robot tiene una difícil misión por delante. ¿Te animas a ayudarle?

15 horas de diversión directa, y algunos extras para alargar. Que pena que no sea más rejugable...

La idea de ?hacer felices a los demás? hace que el juego no tenga una estructura demasiado lineal; aunque nuestra aventura está dividida en distintos capítulos, hay distintos objetivos paralelos que podremos conseguir en cualquier momento..

Así, pequeños detalles como tener la casa limpia o enseñarle a ?papá? un disfraz de su héroe favorito nos garantizarán ?puntos de felicidad? directos (y una buena cantidad de dinero), con lo que tendremos acceso a mejoras para Chibi, nuevos artilugios y más capacidad para nuestra batería, lo que nos permitirá explorar más libremente y sin tantas preocupaciones las distintas habitaciones de la casa.

Por otra parte, y a lo largo de la aventura tendremos algunos enfrentamientos con los Araknos, nuestros únicos enemigos en el juego. Destruirlos nos dará piezas de chatarra que podremos reciclar en distintas estructuras (escaleras, puentes) que nos permitirán llegar a nuevas zonas de la casa, inaccesibles de otra forma.

Eso sí, la ?mecánica de combate? es bastante tonta y facilona, y disparar a ciegas nos garantizará acabar con nuestros enemigos sin demasiado problema.

Para dotar al juego de más variedad se han añadido distintos retos paralelos, como la posibilidad de conducir un coche de juguete o participar en una especial carrera de naves ¡y todo sin salir de casa!.

Terminar la avenura de Chibi Robo nos llevará alrededor de 15 horas de juego, y algunas más si decidimos ?explotarlo? al máximo y completar todas las búsquedas adicionales (enchufes especiales, personajes, pegatinas...). Eso sí, el punto que más le pesa al juego es su baja re-jugabilidad: una vez terminada la aventura no hay nada que nos motive a volver a jugar, y dado que no podemos ?morir?, terminar el juego es sólo cuestión de paciencia e intuición.

Más cercano a la aventura que a las plataformas, el desarrollo del juego es muy divertido.

Chibi Robo es un interesante mezcla entre aventura y plataformas que presenta un sencillísimo sistema de control, ya que la mayoría de saltos se ejecutan de forma automática (al estilo ?Zelda?). Nuestro personaje viene ?de serie? con un pequeño helicóptero portátil, que será el que ponga a prueba nuestra habilidad plataformera (aunque la dificultad es baja) permitiéndole planear. Para el resto de saltos simplemente tendremos que acercar a Chibi a la superficie que queremos saltar y aparecerá una barra verde; cuando se llene (tarda 1 segundo, aproximadamente), el personaje saltará.
Así, nuestra misión es mucho más buscar la ruta que el pequeño robot tiene que seguir que los saltos en sí; tendremos que abrir cajones para usarlos como escaleras, trepar por cordones de botas, utilizar el helicóptero para llegar a nuevas superficies... Para un robot de unos 10 cm., trepar a la mesa de la cocina es toda una aventura...

Para conseguir hacer feliz a los Sandersons, el pequeño robot tendrá además que hacer uso de:

-Disfraces: vestido de superhéroe, herido o rana el robot conseguirá llegar a nuevos sitios, hablar con los animales o animar a personajes que estén tristes. Hay 7 disfraces disponibles en el juego, cada uno con sus propias habilidades y una ?pose especial?.

-Gadgets: en manos de Chibi, cualquier objeto aparentemente inservible se convertirá en un utensilio indispensable. Un cepillo de dientes nos servirá para dejar la casa inmaculada, una cuchara nos puede hacer de pala y una taza para camuflarnos... Destaca el ?disparo? de Chibi, ideal para abrir algún que otro camino y dar cuenta de los Araknos, nuestros únicos enemigos.

Paralelamente a la aventura y a los puntos felices, tendremos que preocuparnos de tener la casa limpia y ordenada (recogiendo la suciedad, que luego podemos tirar o ?reciclar?) y no olvidarnos nunca de recargar las baterías de Chibi, ya que si no volveremos a casa y perderemos dinero...