Call of Duty: Infinite Warfare: Un paso atrás en la saga, aunque no es un mal juego

Está claro que a la comunidad no le ha gustado este salto tan futurista en el Call of Duty de 2016. Cuando juegas te das cuenta que el modo historia es demasiado espacial y, aún así, no se parece a Destiny o Halo como muchos dicen. El problema es que incluso aunque se juega como un Call of Duty (movimientos, opciones...) en ningún momento tenemos la sensación de estar jugando a un juego de esta franquicia y nos cuesta asimilarlo, sobre todo a partir de la segunda misión del juego. También nos parece un grave error que haya perdido la campaña cooperativa para cuatro jugadores como los juegos de Treyarch que también le dan un aliciente y hace que gane mucho en jugabilidad (la excusa de hacer la historia más personal e inmersiva no la tienen porque para jugar a juegos cooperativos hay muchas opciones que todos tengan la misma experiencia).

Aún así, no es una mala experiencia del todo, ya que hay elementos (como la espectacular forma de contar la historia totalmente continua y sin pausas, el acabado técnico, algunas misiones concretas o ciertos momentos muy originales) que salvan perfectamente el juego y lo hacen una buena opción para los aficionados a los shooters en primera persona. Sin embargo, seguimos sin entender el por qué le han vuelto a meter la generación infinita de enemigos hasta que no llegamos a cierto punto, algo que posiblemente fuese lo peor de Modern Warfare y que se eliminó en Modern Warfare 2, y aquí lo han vuelto a añadir, afeando muchísimo la jugabilidad sobre todo en las misiones más avanzadas. Tampoco entendemos la excesiva cantidad de misiones espaciales (controlamos una nave espacial como si de un X-Wing se tratase) con respecto a las típicas misiones de un FPS, lo que el usuario espera cuando se compra un CoD.

En cuanto al multijugador, es a ciencia cierta lo mejor de Infinite Warfare. Un modo zombi que repite el planteamiento de años anteriores (aunque con una ambientación ochentera, que mola mucho) y un juego competitivo hasta 12 jugadores que cambia bastante con respecto a Black Ops III, haciéndolo más táctico y no tan vertiginoso como la entrega de CoD de 2015. Eso no quiere decir que sea lento o que no sea dinámico, pero la estructura de mapas y opciones de juego consigue que se parezca más a los primeros multijugador en los que no estaremos todo el rato pegando saltos y andando por las paredes (como ocurre en Black Ops III). Si piensas en comprarlo, piensa en el multijugador y no en la campaña.