Blood Will Tell

Cualquier aficionado al manga que se precie de serlo ha visto o leído al menos una de las obras de Osamu Tezuka. . En su Japón natal, el considerado ?el Dios del Manga? publicó decenas de obras tanto en manga como en versión animada, y entre sus títulos más importantes podemos encontrar
- Astroboy (Tetsuwan Atom) , historia pionera en héroes robóticos
- Kimba, el león Blanco (Jungle Taitei) , ?inspirador? del Rey León
- La princesa caballero (Ribon no Kishi) , emitida en nuestro país como ?Chopy y la princesa?, que contaba las aventuras de una princesa que debía disfrazarse de chico para poder ser la sucesora al trono.

Pero la historia que nos ocupa hoy es mucho menos popular, y no hace si no demostrar la tremenda versatilidad y buen hacer en todo tipo de géneros de este maestro del manga-anime. En 1967 nacía en las páginas del Weekly Shonen Sunday ?Dororo? , la historia de un niño al que nada más nacer le son arrebatadas 48 partes de su cuerpo por los demonios.



Milagrosamente consigue sobrevivir, y sus partes son sustituidas por unas mecánicas por un doctor. Pero el chico ? Hyakkimaru- descubrirá que su destino es acabar con esos 48 demonios y recuperar lo que es suyo. Y en su camino conocerá a Dororo, un pequeño ladronzuelo que se unirá a su búsqueda y le dará todo su apoyo.

Basándose en esta obra, SEGA ha creado Blood Will Tell ; hay algunos cambios en la historia principal, pero lo fundamental sigue ahí. Sumadle a una historia bien hilada un desarrollo interesante y el buen hacer de SEGA para los arcades, y? ¿Qué nos queda? Mejor vamos a verlo en detalle.

Unas 20 horas de juego y un buen número de extras para tenernos entretenidos. Lastima no incluir un modo a 2 jugadores continuo.

La historia principal protagonizada por Hyakkimaru y Dororo nos tendrá ocupados entre 15 y 20 horas, divididas en 7 capítulos y que alternan fases de ambos personajes y luchas contra ?jefes?. Pero el juego esconde varios extras que disparan las horas de juego:

- Encontrar a todos los 48 demonios; para ello tendremos que revisitar capítulos previamente completados y buscar rutas alternativas , ya que algunas veces para llegar hasta ellos necesitaremos habilidades que se consiguen en capítulos posteriores. Además de ser una buena excusa para mantener al jugador entretenido y subiendo sus armas de nivel, es la única forma de conseguir el final ?bueno? del juego. Eso sí, las cosas se ponen más fáciles mientras más al final del juego decidamos emprender esta ?búsqueda? (podemos hacerlo hasta después de habérnoslo pasado por primera vez)

- Buscar todas las espadas ; además de las katanas incluidas en nuestros brazos, y que suben de nivel mientras luchamos, el juego esconde decenas de espadas para encontrar, cada una con características distintas. Las espadas tienen una serie de parámetros (daño, espíritu, longitud, velocidad?) además de otros aspectos que afectan a nuestro personaje (le suben los puntos de vida, la barra de especiales se llena más rápido, incluyen daño por fuego?).



Para conseguir todo este repertorio de armas hay que exprimir las fases a conciencia y/o aniquilar todo tipo de enemigos con el mayor número de golpes ?combo? posibles. Otro de los parámetros a tener en cuenta es la ?suerte?, que afecta al número y calidad de objetos que sueltan los enemigos al morir? Y para aquellos a los que les guste exprimir los juegos, decir que las últimas espadas nos convertirán en auténticos aniquiladores de demonios.

- Extras : al terminar todos los capítulos (independientemente de si hemos conseguido todas las partes o no) se abren 2 nuevos modos, una ?galería? y en ?Modo Dororo?, donde el principal protagonista es este pequeño ladrón (que a veces parece una chica?y al final hay sorpresa). Sin ser ninguna maravilla, al menos es un premio por acabar la aventura.

Lo que nos parece una pena es no haber dejado un modo totalmente cooperativo, ya que en las fases en que ambos personajes están juntos, basta enchufar un mando para poder disfrutar de la acción a 2 jugadores . Al más puro estilo ?Sonic 2?, el segundo personaje (Dororo) es casi una comparsa, y si lo sacamos de la pantalla y corremos, basta una pulsación de botón del segundo jugador para que aparezca a nuestro lado. Eso sí, tiene su propia barra de vida y puede usar los ítems o pasárselos a Hyakkimaru.
Lo malo es cuando estos 2 personajes se separan, entonces el segundo jugador se puede aburrir mortalmente? O se puede ir alternando el control de ambos personajes para que el que no juega se vaya aburriendo menos.

El sistema de juego es adictivo y variado, y las posibilidades de combate hacen de este su punto más fuerte

A la hora de valorar este apartado, hay que distinguir dos aspectos distintos del juego;

** Cuando manejamos a Hyakkimaru, el juego es un arcade en toda regla; nuestro personaje, aparte de ser muy ágil es un buen saltarín, capacidad que necesitaremos para explorar las distintas fases que estructuran el juego. A la hora de dar cuenta de nuestros enemigos, distinguimos 2 tipos de ataque; el rápido y el contundente, y decenas de combos mezclando ambos que aprenderemos a lo largo de la aventura. Además, nuestro cuerpo ha sido convertido en un arma completa contra los demonios, así que nuestros antebrazos esconden 2 espadas (que suben de nivel cuando matamos enemigos) y una ametralladora, y en nuestra pierna hay un cañón de gran potencia (las 2 últimas armas consumen munición). Y por si todo eso fuese poco, Hyakkimaru tiene 2 habilidades más;
- un ?ataque espiritual?, que iremos cargando conforme aniquilemos demonios y que acabará con la mayor parte de enemigos en pantalla, y que además podremos cambiar según encontremos distintos sellos

- y un ataque ?combo?, que después de golpear al enemigo nos propondrá una sucesión de botones que pulsar. Si conseguimos un buen número de pulsaciones, además de acabar con nuestra víctima podremos conseguir valiosos ítems. Eso sí, sólo debemos usarlo cuando haya pocos enemigos en pantalla, ya que mientras lo ejecutamos somos completamente vulnerables.



Al mismo tiempo y según avancemos en nuestra misión, nuestro personaje irá ganando nuevas habilidades al tiempo que recupera su cuerpo : correr (pierna izquierda), equilibrarse en los saltos (oído)? Además, el juego posee un menú tipo ?action-rpg?, con lo que subiremos de nivel y ganaremos puntos de distintas habilidades junto a las partes del cuerpo de Hyakkimaru.

** Dororo: El pequeño aprendiz de ladrón protagoniza fases de exploración y sigilo, y compensa su falta de fuerza con su agilidad; tiene un estupendo salto y puede atacar a los enemigos de lejos a base de pedradas, bombas de humo?Su destreza le permite forzar cofres y así encontrar objetos imposibles de coger para Hyakkimaru. Y por si las cosas se nos ponen feas, también tiene algunos combos de pelea cuerpo a cuerpo que nos sacarán del apuro.



También hay algunas fases en las que ambos personajes comparten protagonismo; nuestro papel será el de Hyakkimaru, pero tendremos un botón para dar órdenes a Dororo (cúbreme, explora, busca objetos?) y así hacernos la vida algo más fácil. Aunque se nos ofrece la posibilidad de asignar el control de Dororo a un segundo jugador con otro mando , algo que explicaremos mejor en el siguiente apartado.

El punto más negro de este apartado lo ponen las cámaras, que tienden a dificultar la acción y marear al jugador, sobre todo en fases de exploración abierta. Menos mal que tendremos un mapa disponible en todo momento y que hay un botón para centrar la visión a nuestro frente; aún así, ciertos saltos y áreas se convierten en una prueba de fuego.

El punto más original del juego es su fantástica historia. El sistema de juego no es demasiado innovador.

Pese a tener una de las historias más bizarras y originales de todos los arcades a los que nos hemos enfrentado estos años, la verdad es que el planteamiento y desarrollo de este 'Blood Will Tell' es de lo más convencional .

La fórmula principal del juego consiste en la mezcla de 'mata enemigos / explora la fase / consigue nuevas habilidades', y encontramos claros referentes en esta misma generación (y de mayor calidad), como Devil May Cry o Castlevania.
La nota de color de este apartado es la inclusión del segundo personaje (Dororo) como ayuda , la idea de darle órdenes mientras luchamos (busca items, cúbreme...) es muy interesante, lástima que no se haya explotado más y mejor.



Respecto a el alterne de fases con ambos protagonistas es un aliciente más para librar al jugador de la monotonía de hacer 100 veces lo mismo con distintos enemigos; es algo que se agradece, pero que también hemos visto aplicada a otros juegos - e incluso mejor aprovechada, aquí hay veces en que el cambio de personaje corta totalmente el desarrollo de la acción.

Hay que destacar también el cuidado con el que se han actualizado los diseños de Osamu Tezuka a la hora de adaptarlos al videojuego; pese a su indudable calidad, el manga y sus diseños cuenta con casi 40 años. Una prueba del mimo que han tenido a la hora de adaptar el juego es la carátula japonesa , realizada por Hiroaki Samura , mangaka creador de ?La espada del inmortal? (publicada en nuestro país por Glenat), y que es una pequeña obra de arte.



Por último, comentar que uno de los alicientes más divertidos del juego es la forma en la que las partes recuperadas afectan al desarrollo del juego : por ejemplo, nada más empezar, nuestro protagonista habla como un robot, algo que se arregla cuando conseguimos sus cuerdas vocales. Además, las primeras fases del juego se desarrollan en un perfecto blanco y negro , algo que no se solucionará hasta que Hyakkimaru recupere su ojo y vuelva a ver en color... Los oídos afectarán a sus saltos y su equilibrio, su pierna nos sirve para correr...
Ciertamente 'engancha' eso de no saber que es lo próximo que recuperarás y como eso va a cambiar a Hyakkimaru.

A efectos técnicos, el juego de SEGA se queda en un quiero y no puedo, ya que tiene tanto bazas a su favor como considerables carencias.

Gráficamente, el diseño de protagonistas y enemigos es bastante bueno, actualizando los diseños del maestro Tezuka. El buen hacer de diseñadores y animadores se disfruta principalmente durante los vídeos que amenizan el desarrollo del juego, y de los que podremos volver a disfrutar siempre que queramos. Los diseños e ilustraciones, también interesantes y de calidad ?basta ver la portada japonesa de H. Samura - sólo son accesibles cuando hayamos terminado la aventura principal.



Durante todo el juego disfrutaremos de un engine sólido y carente de problema aunque nos estemos enfrentando a 20 enemigos simultáneamente ¿Cuál es el truco? Pues contar con unos gráficos mediocres, algunas texturas más dignas de PS1 que de PS2 y el viejo truco de repetir una y otra vez a los mismos enemigos . A su favor decir que los escenarios son más o menos variados e imaginativos, con algunos objetos destructibles y caminos ocultos. Lo que nos parece imperdonable a estas alturas es presentar un juego con una cámara tan torpe e ineficaz : lejos de ayudar al jugador, su misión parece despistarnos y ocultarnos partes de la acción; esto en las primeras fases no es tan escandaloso, pero en algunas fases más avanzadas el botón de centrar la cámara y el stick para girarla son tan necesarios (o más) que los combos para avanzar. Menos mal que los enemigos normales tienen una inteligencia artificial bastante baja y no suelen atacarnos aprovechándose de esos ángulos muertos? Y los jefes, bastante más letales, poseen un juego de cámaras distinto que sí facilita la labor del jugador.

Sobre los personajes, si bien Hyakkimaru y Dororo están perfectamente representados y animados (aunque son pobres en detalles), el elenco de enemigos no corre la misma suerte. Aunque el juego cuenta con más de 60 enemigos distintos, nos encontramos el viejo ?truco: basta poner a los mismos con otro color y añadirles nuevos ataques para que sean ?nuevos?? Por suerte, los jefes finales (que, recordemos, son 48) corren mejor suerte y gozan de un buen tamaño y variedad de animaciones y ataques.

Por último, el aspecto sonoro del juego simplemente cumple con su objetivo, amenizar la masacre de hordas de enemigos. Sin ningún tipo de exhibiciones, conformándose con un simple estéreo y melodías de estilo oriental que ambientan perfectamente la acción, la música queda totalmente eclipsada por el buen nivel del doblaje, que, lamentablemente, está en inglés. Eso sí, el juego está traducido al español y cuenta con selector 50/60 Hz