Análisis Blazing Chrome - ¡Contra: Qué difícil es esto!

Tanto si te gustan los juegos de estilo retro como si eres fan de los shoot?em up de scroll horizontal, o también si conoces la saga de Konami Contra o la de SNK Metal Slug (más la primera que la segunda) y siempre quisiste jugar a alguno de estos juegos, Blazing Chrome es una excelente opción para dar riendas sueltas a tus instintos criminales contra aliens y monstruos de toda clase. Es muy divertido de jugar y tiene esos momentos que aunque te desesperes al morir una y otra vez acabas volviendo para volver a intentarlo aprendiéndote el recorrido para no volver a cometer los mismos errores de nuevo. Los vas a cometer y otros nuevos, pero aún así es realmente divertido de jugar.

Contaremos con cuatro armas distintas que tendremos que ir ganando conforme vamos avanzando y que podremos intercambiar entre ellas cuando queramos, y son muy diferentes entre sí para permitir sortear casi cualquier situación, así que no solo tendremos que conseguirlas (y las perdemos si morimos), sino que luego hay que saber usarlas con qué tipo de enemigo y donde. La mayor pega puede ser su duración. Hablamos de un juego que puede no llegar a las dos horas, lo que es realmente poco para un juego de cualquier tipo, aunque esto no quita que vayamos a estar muchísimas más muriendo una y otra vez por su elevadísima dificultad, incluso en el nivel fácil. La experiencia global es muy buena aunque nos hubiese gustado algo menos de dificultad, más misiones y, quizás, un cooperativo online para poder jugar con amigos que no están con nosotros. El cooperativo también lo hace más fácil (y divertido), y es una excelente recomendación para todos aquellos a los que les gusta sufrir juntos.

Los controles son muy sencillos. Tenemos salto, disparo y movimientos básicos, un botón para intercambiar de armas y otro para fijar a nuestro personaje y poder disparar entre diferentes ángulos sin movernos. Con esto y con las cuatro armas que tenemos a nuestra disposición tendremos que ir acabando con enemigos normales, semijefes y jefes finales con tan solo 5 vidas (7 en el nivel fácil) cada una de las cuatro misiones del juego. Afortunadamente, si hemos superado alguna de ellas (con lo difíciles que son) podremos pasar en nuestra próxima partida a la que queramos sin tener que repetirla.

Una de sus grandes bazas está en cada una de estas cuatro misiones que se hacen totalmente únicas gracias a la enorme variedad de estilos de juegos que encontramos. Escenarios que se deforman a nuestro paso, enormes enemigos finales y semifinales cada uno con su propio comportamiento, carreras en las que no solo los enemigos nos pueden matar sino un descuido por nuestra parte... Hay mucha variedad y quizás ahí hubiese estado el secreto de hacerlo más largo. Cualquier otra compañía hubiese aprovechado para mezclar estos elementos (si acaso con algún enemigo nuevo) para hacer nuevas fases, pero el trabajo manual en su creación ha hecho que los chicos de JoyMasher se centrasen en la experiencia actual en lugar de intentar alargar sus posibilidades, creando muy buenas fases pero muy pocas. El juego, como ya hemos dicho, es extremadamente difícil por lo que esas dos horas de duración se van a convertir en otras muchas delante de la pantalla, pero nos hubiese gustado más.

Es realmente difícil decir que un juego de estas características sea innovador. Está claro que lo sería en la época de los 80, aunque la fórmula de los shoot?em up de scroll horizontal de estilo ?run-and-gunner? (Contra) está más que explotada, así que en Blazing Chrome no vamos a redescubrir la rueda ni nada que se le parezca. Aún así, supone un soplo de aire fresco al llevar muchos años sin ver algo de similares características en nuestras pantallas, algo que muchos de nosotros echábamos en falta y que incluso las compañías creadores de los originales han abandonado por completo intentado crear experiencias más modernas (el ejemplo lo tenemos con la propia Konami creando un Contra en 3D). Por ello, quizás, la fórmula funciona, nos gusta lo que vemos y jugamos, y nos sentimos cómodos de volver a disfrutar de esta clase de juegos a los que no se les puede poner muchas pegas más que las ya mencionadas de su duración o su enorme dificultad. Es un juego que merece mucho la pena disfrutar si eres fan de estos juegos, te gustan las experiencias complicadas o tienes un amigo con el que jugar en la misma pantalla. Ambos vais a disfrutar de lo lindo (en la vida y en la muerte).

Estamos hablando de un juego de estilo retro que intenta imitar a los clásicos juegos de 16 bits, y la calidad conseguida en pantalla es digna de las mejores plataformas de aquella época, estando incluso por encima de lo que podría ser una NeoGeo. Todo en pantalla se mueve muy fluido y con una gran animación, cada uno con su propio comportamiento y forma de acabar con ellos. El juego no se ralentiza en ningún momento ni cuando hay muchos objetos en pantalla, también es lógico con el hardware actual, pero esto no quita que el trabajo del equipo artístico y técnico esté a gran altura por la enorme variedad de entornos y enemigos que vamos a encontrar.A nivel sonoro también está a muy buen nivel. Las melodías corresponden a las que podríamos escuchar en aquellos juegos y recuerdan mucho a las típicas melodías de Contra o Turrican, con los mismos samples y el mismo estilo de música hecha en formato ?MOD? con los ?trackers? de la época. El trabajo hecho por Dominic Ninmark (compositor principal) es muy bueno, no solo porque las melodías sean muy acorde con lo que vemos en pantalla, sino por intentar emular el espíritu de los juegos más clásicos. En conjunto, audio y vídeo, todo a un gran nivel.