Análisis Xenoblade Chronicles 3 - Toneladas de magia en un pequeño cartucho de Switch

Terminar Xenoblade Chronicles 3 nos llevará un mínimo de 60 horas de juego yendo a por todas, con 80-100 de media por poco que exploremos y nos lancemos a por algunas misiones secundarias, y más de 150 si queremos desvelar todos los secretos que nos están esperando en el mundo de Aionios, una increíble colección de escenarios perfectamente diseñados e interconectados que da auténtico gusto explorar, y que nos recompensa por cada hora invertida en su investigación. El final del juego es solo nuestro destino, en este caso disfrutar del viaje es lo más importante...

Y para disfrutar, ¿qué mejor que un gran grupo de protagonistas de esos que tienen auténtico carisma, que interactúan entre ellos de una forma natural y orgánica, y con sus sub-historias que nos engancharán desde el principio? Por si suena a poco tenemos además una séptima plaza para un héroe adicional, otro personaje para reclutar durante la aventura y que, además de ayudarnos en batalla, nos enseñará nuevas técnicas y a cambiar de clase, y además tendrá su propia historia. Buscarlos y reclutarlos a todos ha sido un auténtico placer para nosotros.

A nivel jugable Xenoblade Chronicles 3 vuelve a apostar por la fórmula de combate dinámico que ya conocemos, aunque enriqueciéndola un paso más con multitud de detalles y opciones que solo los que profundicen en el postgame (y en la lucha contra los monstruos más poderosos del juego) van a notar. Así, aunque nosotros tendremos el control directo de nuestro personaje y con él tendremos que buscar los puntos débiles de los enemigos, encadenando los ataques correctos en el momento oportuno, hay mucho más; en esta ocasión no solo vamos a dar órdenes a nuestro grupo, también podremos intercambiar el control entre los personajes para aprovechar al máximo sus habilidades, y así superar los retos más complejos... También será muy importante tener bien entrenado al equipo, y haber acudido a los héroes secundarios para que nos enseñen nuevos movimientos, incluso a cambiar de clase.

Igualmente interesante es el sistema Uroboros, que permite que dos personajes se fusionen temporalmente en una gigantesca criatura; experimentar con las combinaciones (decidiendo quién controla a la bestia) y combinar los ataques de tiempo con los ataques de carga le dan muchísima profundidad al desarrollo, haciendo que luchar sea un placer. Y para aquellos amantes de los combos brutales y el overkill, tenemos también la función Cadena para conseguir un daño masivo de nuestro equipo (más de un 200% sobre el daño normal), que combinada con el Uroboros nos tendrá horas entretenidos. Y ojo, que hay jefes y monstruos especiales que necesitan esa demostración de poder.

Xenoblade Chronicles 3 bien podría definirse como la suma de lo mejor del primer Xenoblade (personajes, historia adulta) y Chronicles 2 (sistema de combate), enriqueciendo además la fórmula con el enorme mapa y el peso de la exploración de Chronicles X... El resultado es lo mejor que hemos visto en la franquicia, llenándose de pequeños guiños y homenajes para los que hemos disfrutado desde el principio, pero dejando la historia totalmente accesible a cualquier que quiera iniciarse aquí, que puede jugar tranquilo sabiendo que no va a perderse nada.

Como RPG en sí, esta tercera entrega puede presumir de ser la más adulta y oscura, y poner sobre el tablero de juego grandes preguntas y reflexiones... ¿Cuál es el sentido de la guerra? ¿Aprovechamos el tiempo que tenemos en nuestro mundo? ¿Hasta dónde estarías dispuesto a llegar por tus amigos? Hay grandes cuestiones que se resuelven de una forma maravillosa, y ayudan a enganchar al jugador de principio a fin. Puede que no sea una revolución en el género, pero juega sus cartas de forma sobresaliente para hacernos sentir que estamos ante algo único.

A nivel visual, Xenoblade Chronicles 3 puede presumir de ser uno de los juegos más impresionantes del catálogo de Switch, especialmente si hablamos del tamaño y nivel de detalle del mundo en el que nos mete de lleno. Durante las primeras horas vamos a jugar sorprendidos por el tamaño del mapeado (y lo interactivo que resulta, hay distintos planos con enemigos de dificultad creciente), luego lo haremos por el increíble apartado artístico, el nivel de detalle, el alucinante diseño de los enemigos... Además, aunque el juego en todo momento nos guía e indica el camino a seguir (el más corto), igualmente nos invita a explorar para recibir jugosas recompensas. La IA aliada es muy convincente, el nivel de reto está bien medido, y el juego funciona sin bugs destacables. ¿Se puede pedir más?

El apartado sonoro está igualmente en el sobresaliente alto, con un grandísimo trabajo de Yatsunori Mitsuda, los chicos de ACE (Tomori Kudo y Hiroyo Yamanaka y Kenji Hiramatsu, Manami Kiyota y Mariam Abounnasr. El innegable talento de estos grandes compositores e intérpretes, el uso de la flauta (tanto en las melodías como dentro del juego) y la genial calidad y variedad de los temas hacen de esta banda sonora una de las mejores que hemos escuchado en este 2022.