Aunque los orígenes de Turok datan de los años 50 en el mundo de los cómics, su turbulenta trayectoria editorial alcanzaba la cúspide de la popularidad cuando en la década de los 90 el personaje daba el salto a los videojuegos a través del ya clásico
Turok para Nintendo 64, uno de los primeros FPS para consolas que no se avergonzaba de serlo y que gozó de un prestigio que le hizo valedor de varias secuelas poco afortunadas que desgastaron paulatinamente el título y el buen recuerdo de los aficionados para caer en el olvido hace ya más de un lustro. Hasta ahora.
Aunque conservando sus orígenes de nativo americano, Joseph
Turok es ahora una suerte de policía espacial de oscuro pasado que forma parte del escuadrón cuya misión es dar caza a un peligroso criminal, Roland Kane, con quien nuestro protagonista comparte ciertos vínculos. En el camino al planeta en el que se encuentra el villano, la nave donde viajan Turok y compañía es atacada obligándoles a un aterrizaje ?accidentado? que los deja indefensos ante un planeta inhóspito que guarda bastantes secretos. Y muchos de ellos son carnívoros.
No guarda por tanto el argumento relación alguna con la saga que le precede, si bien
se ha realizado un esfuerzo palpable por mantenerse fieles al espíritu del original, actualizándolo y condimentándolo para adaptarlo a los nuevos tiempos e intentar satisfacer tanto a aficionados como a recién llegados al título; parajes selváticos, dinosaurios y bichejos con malas pulgas y el clásico arco o el navajón toledano se combinan en esta ocasión con una puesta en escena y argumentos muy del gusto de Hollywood, una estética muy de guerrilla y de mandíbula cuadrada, y tantos enemigos humanos como de animales con cara de pocos amigos.
El control tanto del personaje como del armamento mantiene en grandes líneas los rasgos característicos de la saga y se adapta a los cánones del género, no pudiendo poner muchas pegas a un sistema que se deja querer al poco tiempo de uso y que no plantea grandes problemas. No obstante sí que hemos observado un 'error de diseño' a la hora de implementar el armamento;
en muchas ocasiones (especialmente con los dinosaurios), es más fácil e inteligente avanzar únicamente con el cuchillo en mano que con cualquier arma de fuego: al acercarse el enemigo, se nos dará la posibilidad de ejecutar un golpe que lo aniquilará al instante en una espectacular secuencia a tiempo real. Es por tanto mucho más sencillo, en muchos casos, simplemente esperar a que se nos acerquen para asestarles el golpe de gracia en lugar de marearnos a balazo limpio.
El juego, al menos en su versión para XBOX 360, luce fantásticamente. El motor Unreal está muy pulido, y eso se nota en este juego. La calidad de las texturas y el nivel de detalle están muy conseguidos, y en ningún momento se plantean caídas de framerate o tiempos de carga molestos. De hecho, salvo cuando pierdes la vida, la historia transcurre con total fluidez sin que haya pausas o intermedio alguno entre los diferentes actos.
Donde sí hemos encontrado hemos encontrado una de las mayores pegas en el apartado técnico es en la inteligencia artificial de nuestros enemigos. Es frustrante comprobar cómo los dinosaurios muestran pautas de comportamiento y rutinas más complejas y mortíferas que nuestros enemigos humanos, que a veces tienen problemas para detectarnos incluso en las distancias cortas o se limitan a atacar como kamikazes o cubrirse hasta que alguien pase por su lado. No es un problema de bulto, y de hecho no debería alterar especialmente la experiencia de juego, pero está ahí y podría haberse pulido un pelito más.
La dificultad del juego es apropiada en el nivel normal en el que hemos terminado el juego (no existe el fácil y sí dos niveles más de dificultad, el último bloqueado en principio);
puede que se nos atragante de vez en cuando, si bien en líneas generales es de seguimiento suave y además los puntos de salvado automáticos se suceden con mucha frecuencia.
Hemos tardado 10 horas en darle una pasada completa a este Turok, y en líneas generales estamos muy satisfechos, si bien hay que destacar el desgaste llegados al ecuador de la aventura. Aunque es palpable el intento de ofrecer pequeñas novedades poco a poco y la trama mantiene el tipo y el interés con solvencia, se acusa una sobreexposición excesiva de los escenarios, entre bases lúgubres de aspecto industrial y kilómetros de jungla, fascinante en las primeras horas, tedioso y repetitivo a partir de cierto punto. No ayuda que exista un número algo limitado de enemigos diferentes, donde sin lugar a dudas destaca el impresionante Tiranosaurius Rex y sus variantes por encima del resto.
Un complemento ideal a la aventura individual es el versátil modo online. Con un máximo de hasta 16 jugadores, los ya clásicos modos de juego online a los que estamos acostumbrados en los fps se ven aquí reforzados con la presencia de un tercer bando en conflicto, el de los dinosaurios, manejados por la máquina. Se han diseñado además unas misiones especiales para jugar en cooperativo con hasta tres colegas más, aunque el punto agridulce lo pone la no inclusión de la posibilidad de pasarnos la aventura al completo con otro compañero. Una oportunidad perdida, la verdad.
No deberían los puntos negativos que hemos señalado hasta ahora empañar el mensaje que queremos transmitir sobre este Turok, que
nos ha parecido un shooter de buena calidad y con altos niveles de producción. Si ya tienes muy desgastados el
Call of Duty 4 o el Halo 3, esta producción de
Propaganda Games y Touchstone es una muy buena elección.
Llega además a España completamente traducido al castellano y con un doblaje de alto nivel.