Un alumno ejemplar en la academia de caballeros de
Altárea - la ciudad que flota en el cielo sobre el
Mar de Nubes -
Link ha conseguido todos sus sueños al acompañar a
Zelda en la
ceremonia de graduación... Sin embargo, la oscuridad pronto invade su pacífica existencia secuestrando a
Zelda, y nuestro protagonista deberá demostrar que tiene
madera de héroe rescatando a la sacerdotisa que ama. Afortunadamente no estará solo en la misión, y contará con un
pelícaro legendario (un ave que le permite volar por el cielo), la ayuda del espíritu que habita en la
espada celestial y
nuestro brazo empuñando el Wii MotionPlus.
El sistema de combate con el
Wii MotionPlus asignado a la espada y el nunchuk para el escudo (que tiene barra de resistencia y se
rompe si no vamos con cuidado)
no sólo hacen los enfrentamientos más reales, se convierten en retos mucho más complejos y divertidos; tenemos que fintar, pillar a los enemigos por sorpresa, buscar huecos en su guardia y tener muy en cuenta el medidor de esfuerzo... Es una vuelta de tuerca sobre los combos y ataques especiales de otros juegos, pero manteniéndose fiel al espíritu de la franquicia y buscando
nuevas formas de luchar contra cada enemigo clásico (además de multitud de nuevas criaturas).
Para bien o para mal, el equipo de desarrollo ha decidido ampliar esta idea
para todas las armas y utensilios del juego, con un resultado estupendo, aunque
existen fallitos puntuales por haber forzado el uso de algunos de ellos; en lugar de aprovecharse de funciones del mando normal - como el puntero, que funciona a las mil maravillas - se apunta inclinando el
MotionPlus. Esto en general funciona muy bien (más gracias al sistema de
recalibración rápida del juego), pero de cuando en cuando el mando pierde la precisión, con la molestia/problemas que esto conlleva.
Con un mapeado que toma elementos de otras entregas de la saga como
A Link to the Past o Wind Waker,
Skyward Sword transcurre en dos mundos distintos, el
mar de nubes (muy poco poblado, donde nos moveremos volando en nuestro
Pelícaro) y el mundo de la superficie, con mapeados más similares a los clásicos de la saga; la interacción entre ambos es clave para avanzar, abriendo nuevos caminos desde el cielo y descubriendo los secretos que esconden ambos planos. Aquí hay un pequeño
pero, y es que no podemos explorar del todo libremente entre un
mundo y otro (no podemos saltar desde donde queramos y ver dónde caemos), lo que a algunos jugadores le puede parecer una pérdida de
cohesión en el juego, aunque nos parece una limitación lógica para evitar
bugs y problemas a la hora de solucionar puzles/encontrar objetos.
Skyward Sword puede presumir de tener
7 mazmorras muy especiales, que cambian bastante la típica fórmula de la saga, ya que
primero hay que encontrarlas y superar pruebas para llegar a su interior, y una vez en ellas la mecánica de puzles y retos cambia bastante alterando la mecánica de
encontrar nuevo objeto-resolver enigmas-llegar al monstruo. El equipo ha trabajado especialmente en el diseño de los
dungeons, y se nota, así que
las sorpresas están garantizadas, aunque seamos veteranos de la saga. Además, la
dificultad está perfectamente medida, limitando los objetos que podemos llevar y obligándonos a buscar buenas estrategias de combate para acabar con las legiones de enemigos que nos esperan.
Más allá del modo principal, que nos llevará alrededor de las 30 horas yendo
a por todas, tenemos varios
puntos fuertes que aumentan la duración e inmersión en la aventura:
- La mejora de objetos. Por primera vez en la saga hay todo un
sistema de mejora para el escudo y las herramientas principales utilizando objetos que encontraremos o soltarán los monstruos; así, podemos potenciar la duración de nuestro escudo, hacer que el tirachinas dispare varios proyectiles a la vez o lanzar
multibombas invirtiendo rupias y consiguiendo los objetos necesarios. Una idea muy interesante que personaliza la experiencia de juego, y además suma muchas horas.
- La búsqueda de insectos. Entre los elementos para crear/coleccionar merecen mención especial los
insectos - de distintas clases y tamaños - que se esconden por todo el mapeado, siguiendo patrones bastante realistas. Si queremos completar el 100% de la aventura tendremos que dominar su caza, conocer bien las zonas y estudiar sus patrones; ¿lo mejor? Que, además de divertida, esta parte no deja de ser opcional.
- Los tesoros arcanos. Gracias a un interesante sistema de búsqueda
iremos encontrando cajas escondidas en el mundo inferior que podremos abrir con el poder de la espada, y que se convertirán en tesoros en Celestea. De esta forma tenemos que explorar a fondo tanto los distintos escenarios como
el mar de nubes.
- La caza de corazones. Como siempre, conseguir todos los fragmentos de corazón repartidos es una prueba para los mejores jugadores, ya que implican tanto realizar todas las misiones como examinar a fondo los escenarios utilizando todas las herramientas.
- Las
side-quest. Más allá de la aventura principal - el rescate de
Zelda, que en este título tiene más personalidad que en ningún otro juego, quizá con salvedad de
Spirit Tracks - vamos a encontrar un buen
montón de misiones secundarias que pondrán a prueba tanto nuestra habilidad con distintas armas como nuestra memoria o capacidad deductiva. Como ejemplo valga la búsqueda de
piedras de la felicidad, que se hace por la noche...
Estos pilares
le dan muchísima personalidad a Skyward Sword, que sumando pequeños detalles - uno al azar es la ayuda de
Fay, que empieza siendo muy fría pero acaba siendo entrañable, y que nos da información equivalente a la enciclopedia de
Metroid Prime -
consigue un título redondo, uno de los juegos de referencia en el catálogo de Wii y un serio candidato a mejor juego del año.