Hace años que
Itagaki dejó sus filas, y tras las remasterizaciones (Ninja Gaiden Sigma 2), versiones de sus clásicos (
Dead or Alive Dimensions) y experimentar con la saga
Metroid el
Team Ninja se vuelve a poner al frente de una de sus sagas de culto con
Ninja Gaiden 3. ¿El resultado? Un título más asequible en dificultad pero con menos
garra: no es tan espectacular, no es tan violento, no es tan estrambótico... Y lo peor de todo, no es tan divertido.
La historia arranca con
Ryu convertido en un asesino
con conciencia; le pesan las muertes que lleva a sus espaldas. Un nuevo enemigo - quizá lo mejor del juego -, un
Alquimista, aprovecha para maldecirle y destruir la
Espada del Dragón, que acaba en su brazo, donde el ninja sufre la agonía de todas las muertes que ha causado. Aunque resulte llamativo
esto no tiene ningún peso en la mecánica de juego, que además se ha vuelto menos emocionante. El desarrollo
se ha vuelto más arcade, eliminando los objetos para curarnos y devolviéndonos gran parte de la vida después de cada combate, pero con una mecánica menos creativa que en la entrega anterior. El resultado afecta a la intensidad de la acción, tanto en las batallas multitudinarias (basta lanzar el ninpo del dragón, el único que vamos a tener, para recuperar la vida) como en los combates contra los enemigos finales, que ahora además se desarrollan por etapas y si nos eliminan
solo tendremos que empezar desde la última sección.
Por si fuera poco
se han eliminado las armas alternativas y la sensación de progresión en la aventura; vamos a terminar toda la historia luchando con la
Katana y abusando de los mismos combos; sin duda la experiencia mejorará con los packs de armas descargables - las garras y la guadaña ya han sido anunciadas como DLC gratuito, y pueden ser una buena excusa para rejugar el título en otro nivel de dificultad -, pero a la hora de escribir estas líneas aún faltan varias semanas, y la experiencia luchando solo con la
katana es un poco pobre... Aunque se note que en el fondo el
espíritu de la saga esta ahí.
Una vez terminada la aventura (que nos puede llevar 7-8 horas, y en la que cada vez avanzaremos más rápido al darnos cuenta que ya no hay caminos secretos/ items ocultos que buscar en los escenarios, la rejugabilidad está directamente relacionada con nuestro amor por los logros/trofeos o el reto de un nivel de dificultad más alto (donde los enemigos siguen siendo igual de
tontos, pero su
IA es más alta)... Toca experimentar
con el modo multijugador.
Sin duda la novedad más grande de esta tercera entrega, el
multi online nos permite cooperar con otros jugadores (al estilo
Sigma, pero controlando a ninjas genéricos) o competir en una especie de
Team Deathmatch donde además tendremos objetivos secundarios. La idea es buena y no funciona nada mal,
sobre todo porque en este modo hay más sensación de progresión para el jugador; subimos de nivel, conseguimos nuevos trajes, desbloqueamos nuevos movimientos... Por supuesto el título está muy lejos en profundidad y posibilides de los juegos multijugador más adictivos de esta generación (es el primer intento serio del
Team Ninja), pero esta modalidad y las horas que suma ayudarán a
compensar el flojo modo principal.
A nivel técnico nos encontramos un juego sin errores de bulto, pero también sin alardes; las zonas están
bien, pero nunca llegan a una experiencia visualmente sobresaliente, y parece más culpa de los diseñadores y grafistas que de la potencia del motor gráfico... Nos movemos por localizaciones reales (con Londres) y otras completamente fantásticas, pero todas tienen zonas muy vacías, escenarios muy poco interactivos y momentos muy
sosos. Lo mismo podemos decir del repertorio de enemigos (contando los jefes finales), que han estado muy poco inspirados. Afortunadamente
la banda sonora sí está a otro nivel, con composiciones muy correctas, buenos FX y voces en inglés/japonés, a elegir. El único problema que hemos encontrado aquí es que no todos los diálogos estaban subtitulados.
Nos despedimos de
Ninja Gaiden 3 con cierta amargura (sin ser un juego horrible le pesa el
lo que pudo haber sido) y
bastante preocupación de cara a Dead or Alive 5, que será el siguiente reto del
Team Ninja sin la batuta de
Itagaki... Esperamos que aprendan de los errores de este título y sean más valientes e imaginativos.