Uno de los puntos más trabajados del juego, que no se
casa con ningún género, apostando por elementos interesantes de los
hack'n slash, RPGs y aventuras conversacionales. Nuestra heroína es capaz de invocar demonios para que luchen a su lado, y conforme avanza su aventura, de convertirse en un demonio ella misma, lo que enriquece mucho la fórmula de juego. La ambientación gótica, una cuidadísima dirección artística (las ilustraciones y diseños de Yoshiku son de lo mejor del juego) y una mezcla curiosa de trama dramático-terrorífica con elementos manga (y algún que otro toquecillo picante) le dan muchísima personalidad al desarrollo. Eso sí, hay elementos que nos han rechinado un poco, como el carácter
tontuno de la protagonista, que intenta ir de chica dura y difícil de sorprender pero no lo consigue en ningún momento, o de su amiga (¿o algo más?), que es un arquetipo de chica pura y sacrificada...