Gráficamente
Nier: Autómata convence desde la primera partida. El elaborado apartado artístico y una convincente puesta en escena apoyan a un sólido motor gráfico y a una cámara muy bien situada, que nos ayuda a sacar lo mejor (y más espectacular) de cada escena. La fórmula funciona como un reloj, y salvo fallitos muy puntuales (alguna ralentización/clipping) el rendimiento del juego es excelente.
La banda sonora es otro de los puntos sobresalientes del título de
Platinum Games y
Square Enix, gracias a la maestría de
Keiichi Okabe y Keigo Hoashi, con una excelente puesta en escena para las escenas clave del juego. Con respecto al audio, destacar el audio dual (inglés/japonés), con la imprescindible traducción de textos al castellano.