Motorstorm Pacific Rift - Análisis PS3

Ya os comentábamos en nuestras impresiones con la beta que Motorstorm 2: Pacific Rift prometía mucho, sobretodo a nivel técnico. Y es esto mismo lo que tenemos con nuestras primeras impresiones del análisis, ya con la versión definitiva. Como os hemos comentado en tantas ocasiones, con esta secuela los chicos de Evolution Studios parecen haber intentado sacarse una pequeña espinita clavada con todas las cosas que no pudieron meter en la primera parte, y tras un par de horas de juego, estas precisamente son las sensaciones.

Si bien la primera entrega nos ofrecía poca variedad gráfica al tener lugar todos los torneos en el Cañón del Colorado, en esta ocasión trasladarse a una isla del pacífico ha hecho que podamos ver muchísima vegetación, zonas con lava volcánica, terrenos con piedra y zonas con abundante agua, a cual más espectacular a nivel técnico y prácticamente sin ninguna ralentización (alguna ligera sí que hemos visto, pero muy pequeñas). A nivel jugable también destacar lo que ya comentamos en su momento sobre el estilo del nuevo sistema de turbo, el cual puede ser enfriado al pasar por zonas de agua, calentándose hasta explotar a los pocos segundos si pasamos por zonas de lava (o de aire caliente).

La primera sensación es la misma que en la beta: realización técnica espectacular y, de momento, pocas novedades en los primeros circuitos, salvo el hecho del sistema de turbo. Seguimos jugando.

Las partidas se suceden de forma más o menos rápida sin excesivas complicaciones, en una especie de el modo historia dividido en cuatro categorías distintas: Fuego, Agua, Tierra y Aire. Esto quiere decir, básicamente, que cada uno de estos elementos serán de los que más encontremos en cada circuito que el juego nos propondrá. Por ejemplo, los circuitos de la categoría de agua estarán llenos de barro, con muchos charcos y tendrán como recorrido bonitos y espectaculares (también difíciles algunos de ellos) acantilados al lado del mar, mientras que los de fuego estarán llenos de lava y fuego, con lo que nuestros motores se calentarán de forma alarmante y tendremos que hacer un consumo prudente del turbo. Los circuitos de aire serán aquellos que nos lleven a alturas escalando escarpados montes de piedra, aunque también habrá zonas de fuego.

El desarrollo del juego sigue una pauta muy parecida a la primera entrega, ya que cada uno de estos modos tendrán una lista de pruebas que deberemos ir superando y que cada vez será más complicada, desbloqueando nuevos coches y circuitos, así como extras en forma de vídeos y artworks que podremos ver en cualquier momento. Las pruebas son bastante típicas como la carrera en la que hay que quedar entre los tres primeros, o la de eliminación, en la que se irá destruyendo el último clasificado hasta que sólo quede uno. A medida que se superan pruebas, se van añadiendo nuevos mini-retos a las pruebas para conseguir logros y desbloquear otras, como por ejemplo no ser destruido más de tres veces en una prueba.

Como podréis ver, Motorstorm: Pacific Rift no parece tener prácticamente ninguna novedad con respecto a su entrega anterior, al menos de bulto, pero esto no es así del todo, ya que hay una parte muy importante que afecta a varios apartados, como es el diseño de los circuitos, y que en esta secuela se han vuelto muy imaginativos, espectaculares y enrevesados, sobretodo a medida que vamos superando pruebas. Vemos como cada vez más son más difíciles de superar, incluso algunos en los que tendremos que levantar el dedo del acelerador o frenar en ciertas curvas para no caer al vacío, algo que no ocurría en el primero. También veremos un cambio bastante significativo en sus diseños, es decir, van variando de trazado, apariencia, y posibilidades de juego conforme vamos superando retos, lo que hace que sea imposible aburrise, como de hecho podía ocurrir en la primera parte.

Dos son las opciones básicas que el jugador tiene para competir con otros amigos o jugadores en Motorstorm: Pacific Rift. Por un lado, y en la misma consola, tendremos distintas opciones de competición a pantalla partida y hasta cuatro jugadores, lo que está muy bien ya que era una de las fallas que tenía la primera parte. En el caso del multijugador online, podremos disputar carreras en cualquiera de los circuitos y con cualquiera de los vehículos del juego, pudiendo elegir el modelo de coche y puntura que queramos para personalizar nuestra participación. Como otros juegos online, aquí también tendremos la opción de ir ganando puntos a medida que vamos compitiendo lo que nos dará cierto rango, pero no hemos visto una importancia demasiado grande a este sistema más que la de conseguir trofeos de PS3, ya que en la mayoría de partidas el mathmaking se hará mezclando a gente experta con novatos, lo que para nosotros no es malo. Quizás, el mayor problema que tiene el multijugador en este título sea, precisamente, que sólo tendremos estas dos opciones, es decir, disputar una carrera con las únicas opciones de elegir circuito, vueltas y tipo de vehículos, tanto si lo queremos hacer en una misma consola o como hasta 12 online, y eso se nos antoja insuficiente, sin quitar que sea divertido mientras jugamos.

Como hemos dicho en otras ocasiones, hacerle caso al que paga (que en este caso es el jugador que compra el BluRay), nunca está de más, y añadir las opciones que te piden mucho menos. El problema es cuando sólamente se hace esto y se olvidan de que una segunda parte debe ser algo más, y hay que añadirle más elementos que lleven el juego un pasito más adelante.