Terminar
Mortal Kombat 11 depende en gran medida de nuestra forma de luchar y jugar, aunque solo el modo historia nos tendrá entretenidos unas 10 horas de juego, al tiempo que nos enseña a jugar y nos descubre nuevos (y muy interesantes) acontecimientos del mundo de Mortal Kombat. Lo bueno es que
esa es la casilla de salida para empezar a disfrutar del juego, hacernos con nuestros personajes favoritos y lanzarnos a explorar la
Kripta, para desbloquear toneladas de contenido (como ropa especial), torres de desafío, finales alternativos, más retos... Incluso disfrutaremos haciendo pelear a nuestro personaje - controlado por la IA siguiendo nuestros patrones, y lo que le hayamos enseñado - contra centenares de enemigos. Y, por supuesto, todo explota en horas de juego cuando hablamos de las posibilidades de
personalización de combos y golpes para cada personaje, que junto al multijugador online (plagado de modos) lo convierten en uno de los juegos más completos y redondos del género.
Lamentablemente no todo es bueno. La forma de desbloquear en la
Kripta es más que cuestionable, el coste es muy alto y las recompensas aleatorias nos obligarán a
repetir y repetir los mismos combates, alargando artificialmente la vida del juego para aquellos que quieran desbloquearlo todo sin tirar de
micropagos (hablamos de más de 5000 euros de contenidos digitales estéticos). El coste de hacerlo jugando, incluso con los últimos parches, es demasiado lento y demasiado difícil, necesita más equilibrio y una mayor sensación de recompensa. Además, los retos en algunas de las torres tienen una dificultad totalmente desproporcionada...