Las fiestas de
Mario comenzaron a perder fuerza en
Gamecube, con cargas y elementos tácticos que ralentizaban el juego, sobre todo cuando no había cuatro jugadores físicos, llegando hasta
Mario Party 8, claramente un juego de
Gamecube reutilizado...
Nintendo y
Hudson se han dado cuenta de muchos de estos fallos, y nos presentan
un Mario Party 9 bastante más dinámico y divertido, con cambios interesantes y minijuegos mucho más logrados.
Esta vez los minijuegos no están al servicio del mando, y nos encontramos retos de todo tipo y pruebas más elaboradas (más de 80, con un estupendo porcentaje de desafíos muy divertidos). Otro punto a favor es que
todos los personajes viajan ahora juntos y se turnan para conducir, y no hay que llegar a un mínimo de jugadores, podemos echar partidas de 2-3 jugadores; parecen cambios pequeños, pero
reducen sensiblemente la duración de las partidas, al tiempo que aumentan el tiempo de juego activo. También es interesante la nueva mecánica de
mini-estrellas, que sustituye a las monedas, y la lucha contra jefes y sub-jefes en cada tablero.
¿Todo es bueno? Desgraciadamente no, el factor suerte se dispara todavía más, hay desapariciones inexplicables de personajes (como Boo y Huesitos, ¿por qué se eliminan si los jugadores no tienen poderes / habilidades especiales? Que se sigan sumando...) y se siguen echando en falta más novedades de peso, como modo online... Aún así,
nos parece que el juego es un giro de tuerca en la dirección correcta, y con estas ideas el próximo
Mario Party 10 (si la compañía sigue sin atreverse a hacer un
Nintendo Party con todas sus estrellas) puede estar otra vez en la línea sobresaliente de
Wii U.