El peculiar mundo
LEGO acoge a la saga
Piratas del Caribe - las cuatro películas, desde la genial primera entrega,
La Maldición de la Perla Negra a la que está actualmente en los cines,
En Mareas Misteriosas - y, como era de esperar, el resultado es tan divertido como en el resto de adaptaciones, aunque la fórmula empieza a dar síntomas de agotamiento. La versión que nos ocupa - Nintendo 3DS - tiene también pros y contras únicos; vamos a verlo en detalle.
LEGO Piratas es una equilibrada mezcla de plataformas, puzles y acción; en la piel de distintos personajes de la película - que podremos intercambiar libremente - iremos explorando escenarios, solucionando enigmas, construyendo y destruyendo y
luchando contra enemigos a golpe de espada. Cualquier enemigo cae con facilidad tras encadenar uno o dos combos, los únicos que se nos resistirán son los
bosses, y para ellos hay una mecánica especial.
Así, en los enfrentamientos especiales contra jefes de la marina o la armada tendremos un duelo
quick time; primero hay que darle rápido a un botón, y luego ir introduciendo combinaciones de botones.
El sistema es divertido en los primeros enfrentamientos, pero se va haciendo motóno enseguida y termina siendo un mero trámite (ver las animaciones especiales de cada estocada) que ralentiza la acción. La dificultad, señalándonos hasta la posición de los botones, es prácticamente nulo.
Un poco más corto que las entregas de sobremesa (16 fases, 4 por película, en lugar de 20), la versión de
3DS acusa además otro fallo importante: no tiene multijugador cooperativo (online o local), echando por tierra uno de los puntos más fuertes de la franquicia, poder divertirnos con un amigo. Como sustituto tenemo el
StreetPass, que nos permite elegir un personaje y ataques, que este se
bata automáticamente con otros usuarios que también lleven la consola encendida... El resultado final es muy pobre.
Si bien terminar la aventura es algo que podemos hacer en media docena de horitas (yendo rápido), el juego incluye un buen montón de extras y secretos para
obligarnos a re-explorar las fases con otros personajes si queremos desbloquearlo todo; hay monedas ocultas que nos lo harán pasar muy mal si vamos a por el 100%, sumando bastante duración extra.
Un punto muy logrado del juego es
cómo se han implementado los poderes y/o habilidades únicas de cada personaje; el mundo de los piratas está lleno de objetos mágicos, y esto se ha sabido adaptar a la perfección. La
super-fuerza de los piratas malditos (en forma de esqueletos), la habilidad de
Davy Jones para moverse bajo el agua, la brújula de
Jack, incluso los poderes de
Barbanegra (
el pirata al que temen los piratas) son divertidos, sorprendentes y dan mucho juego. El genial sentido del humor de la saga y el altísimo nivel de detalle (que arrancará más de una sonrisa a los fans de la franquicia) hacen que sea muy fácil perdonarle su falta de inovación.
A nivel gráfico,
LEGO Piratas del Caribe es un juego muy sólido y espectacular que se beneficia mucho del 3D en la consola de Nintendo, dándole más espectacularidad a las fases y ayudando a calcular los saltos. El efecto está muy bien llevado, e incluso ayuda a la mecánica de plataformeo (ayudando a calcular las distancias). El modelado de personajes (y su animación, en especial la de
Jack) y el diseño de escenarios es sobresaliente, y muy poco tiene que envidiarle la versión portátil a las de sobremesa. La banda sonora es muy sólida, y aunque no hay voces (sólo
soniditos) el juego tiene unos curradísimos efectos de sonido. Nos llega con todos los textos en castellano.