Análisis de Kane & Lynch 2: Dog Days

Los chicos de IO Interactive (creadores de la franquicia Timan) son los responsables de Kane & Lynch 2: Dog Days, que al igual que su antecesor nos llega de la mano de Eidos Interactive y bajo el sello de Koch Media. Esta segunda entrega nos sitúa unos cuantos años después de la primera parte, y cuenta con un impactante cambio de ambientación: nada menos que en una de las ciudades más conocidas de china, en Shangai.



En esta ocasión el protagonista será Lynch, que habiéndose establecido en la ciudad del país con más habitantes del mundo, llama a su viejo amigo para un negocio que puede resultar muy rentable para los dos. Pero nada más llegar Kane, nuestro protagonista tiene que encargarse de un asuntillo de la mafia para la que trabaja. El asunto se complica y desde ese mismo momento empiezan los días de perros (dog days), donde distintas bandas de mafiosos, así como la policía corrupta, estarán a la caza de los protagonistas de la aventura.

Kane & Lynch 2: presenta varias novedades, la más destacable el modo cooperativo online, así como otros modos de juego como alianza frágil, poli infiltrado, y policías y ladrones. Además de un cambio del motor gráfico considerable, el aspecto del juego está muy conseguido, con unos novedosos efectos a la hora de usar la cámara. Pero vamos paso a paso.
En el aspecto técnico la principal novedad es que todo el juego se desarrolla con una cámara que emula una video-cámara casera que sigue a nuestros protagonistas grabando todo lo que les sucede. A esta cámara se le añaden algunos efectos como la distorsión cuando corres, censura para los momentos más brutales o los problemas típicos de moteado cuando intentamos grabar con poca luz.



Otro de los cambios importantes es que los escenarios son mucho más grandes, con muchas más zonas destructibles y con una gran cantidad de objetos en pantalla (en muchas ocasiones será realmente sorprendente), todo con unas zonas muy realistas y trabajadas. Si bien el juego sigue un hilo argumental que arranca muy bien no se ve tan trabajado como su pre cuela, y la acción es básicamente mata todo lo que se mueva y sigue, con lo que esto quita un poco de diversión inicial; a pesar de esto sigue siendo divertido.

En algunos momentos el manejo se hace incómodo, ya que tiene un auto-apuntador que no funciona del todo bien, además de una incomprensible resistencia de los enemigos y que nunca es la misma (con el mismo arma podemos matar a un enemigo de un tiro, o necesitar más de 5), esto hace que algunas veces la acción sea frustrante.
El juego en el modo de un jugador es corto, no dará para más de 6 horas siendo muy meticulosos y parándonos a ver todos los detalles, pero a este modo hay que añadir los online, tanto los cooperativos como los distintos modos que podemos escoger, y el nuevo modo arcade.

Si nos paramos a hablar de los modos online, hay que tener en cuenta varias cosas, la primera es que el modo cooperativo suele tener un buen lag (cosa que no ayuda en nada a la diversión), los otros modos a pesar de que no se ven tan afectados por el lag como el modo cooperativo, tiene problemas de escasez de escenarios, tendremos un total de 6 para escoger aunque se ha anunciado que habrá disponibles nuevos mapas, lo que no sabemos si serán de pago o no.

En el apartado de originalidad encontramos muchos pequeños detalles que hacen que a pesar de no perder la base de la primera entrega contribuyen a que el juego sea mejor. El modo online cooperativo como ya hemos mencionado es uno de ellos, el tratamiento de la cámara y los cambios en el apartado técnico siguen siendo muy agradables.

El juego tiene un desarrollo arcade muy divertido (avanza y mata), con un gran número de armas de todo tipo, y unos gráficos espectaculares. Si bien el modo un jugador es un poco escaso - no dará más de 8 horas siendo muy positivos - el modo online nos ayudará a paliar este defecto.

Este apartado tiene grandes acierto y grandes fallos; en el lado positivo el buen funcionamiento de las coberturas y facilidades que da el auto apuntador. En el negativo, la carrera no funciona bien (resulta bastante mareante), y la disparidad de resistencia de los enemigos.

La innovación siempre es un apartado duro de roer para las secuelas; en esta ocasión han sabido meter suficientes novedades como para que merezca la pena comprarlo (especialmente el cambio estético), pero nos quedamos con la sensación de que se podría haber explotado más, mucho más...

Una mejora cualitativa respecto a la primera parte, unos escenarios más grandes y muchos más objetos en pantalla, aunque con un pequeño truco en las zonas más recargadas pixela la imagen para poder mostrar todo sin ralentizaciones.