De la trilogía original coge todos los elementos originales, es decir, estamos ante un shooter en tercera persona cooperativo para cuatro jugadores (se puede jugar en solitario) donde tendremos que escoger hasta 8 personajes distintos (en la demo solo había 4) y que cada uno cuenta con sus propias habilidades y características. La primera diferencia jugable es palpable en los primeros minutos, ya que el juego resulta mucho más directo que sus antecesores, con unos escenarios algo más cerrados donde es fácil encontrar aglomeraciones de zombis a los que aniquilar.
Para aprovechar esto, tendremos (como siempre) un montón de trampas a nuestra disposición que podremos situar en el escenario y que darán buena cuenta de muchos enemigos simultáneamente. Aún así, decimos que la acción es más directa puesto que estaremos mucho más tiempo con las armas automáticas y semiautomáticas en la mano que con el rifle de francotirador, y habrá mucha munición también disponible, así que podremos arrasar con total tranquilidad a los enemigos. Aprovecharemos cuando estos estén más alejados o cuando queden menos para sacar los rifles de francotiradores e intentar algunas de las espectaculares Kill-Cam que aquí han aumentado en número.
La primera gran diferencia jugable la encontraremos en las mejores de las armas que podemos hacer. A medida que vamos acabando misiones, obtendremos puntos de mejora que debemos aplicar a cualquiera de nuestras armas, y estos les darán habilidades como electrificar a los enemigos o hacer que ardan. También podremos escoger mejoras para el alcance del arma o la velocidad de recarga. Esto lo haremos en base a Kits de mejoras que se otorgan al final de cada misión y que solo tendremos unos pocos por misión realizada, así que tendremos que escoger sabiamente.
Otra de las grandes mejoras están en las trampas situadas por el escenario de forma automática y que recuerdan mucho a las vistas en Strange Brigade. En la misión que jugamos vimos algunas como poder electrificar una valla metálica si disparamos a un dispositivo o activar unas hélices que, literalmente, succionan al enemigo y lo hacen trizas. Debemos tener (o no) precaución con estas trampas, ya que también dañarán a nuestros propios hombres, así que nadie puede deciros que no lo sabíais...
Además de las mejoras en armas y trampas, también encontraremos la posibilidad o necesidad de mejorarnos a nosotros mismos con ciertos poderes que podremos usar en cualquier momento cuando están activos (hay que refrescarlos para usarlos). Estos poderes están situados en la parte central inferior de la pantalla y se van llenando conforme acabamos con los zombis, y más rápidamente si lo hacemos de forma encadenada, permitiéndonos tiempos bala o puñetazos electrificadores entre otros. También se pueden ganar con los mismos Kits de mejoras, así que tendremos que decidir si queremos mejorar nuestras habilidades, o bien las de nuestras armas.
Otras de las características del juego estará en sus armas, y más concretamente en la de los enemigos finales que veremos en cada misión. Algunos de estos enemigos portarán enormes armas que usarán contra nosotros, y tendremos la posibilidad de desarmarlos y utilizarlas nosotros, aunque solo hasta que se le acabe la munición para no dar una enorme ventaja sobre nuestros rivales. Obviamente, esto nos dará una enorme potencia de fuego, y hasta ahora hemos visto un enorme lanzallamas que porta uno de los enemigos finales, así como una enorme sierra mecánica y una ametralladora gatling que estamos deseando usar para ver saltar cabezas pútridas.
Como vemos, Rebellion ha dado un paso adelante en su objetivo de conseguir un juego más directo y divertido, que gráficamente es bastante bueno y que está lleno de detalles divertidos para pasarlo muy bien en solitario, pero principalmente con amigos. Éste es de esos juegos que tenemos siempre instalados en la consola o PC y que cuando nos juntamos más de dos podemos ir echando unas partidas para ir exprimiéndolo a la vez que nos divertimos.
