Se trata de un juego de rol de acción con toques roguelike y dificultad elevada que cuenta con un buen puñado de mecánicas de juego que hay que dominar para tener éxito en nuestra contienda, y que el propio vídeo de lanzamiento intenta explicarnos paso a paso. Empezando por su historia, esta nos cuenta cómo varias versiones multidimensionales de la Tierra se han fusionado de repente, destrozándose unas a otras en una catástrofe llamada Gran cambio (The Shift). Este evento ha dañado el tejido del tiempo y el espacio más allá de la reconstrucción. Nuestro personaje, un heraldo (de ahí el nombre de Herald o "heraldo"), ha sido creado por Dios para unirse a una organización secreta interdimensional (Bahía Encubierta del Heraldo, o B.E.H., para abreviar) creada por Dharma para solucionar las consecuencias de la catástrofe.
Nuestro trabajo está en activar siete portales interdimensionales para visitar cada uno de estos diferentes universos dimensionales para pedir permiso a sus gobernadores de que nos permitan arreglar este desaguisado, aunque ninguno de estos nos lo van a permitir por las buenas. Exploraremos un mundo abierto enorme para conocer a sus habitantes, muchos de los cuales se enfrentarán a nosotros nada más vernos, y otros nos ayudarán en nuestro camino. Por ejemplo, mercaderes que hacen su vida sin importar a dónde vayas y con los que podemos negociar, así como lugareños a los que reclutar para que nos ayuden en los combates o incluso destruir sus campamentos. Entre misión y misión, podremos puedes recuperar, equipar y descansar en B.E.H., una base ubicada en una extensión espacial neutral entre dimensiones.
El combate será en tiempo real contra los enemigos, y el juego nos va a permitir mejorar a nuestro heraldo de diferentes formas. Podremos implantar diferentes órganos en su cuerpo para adquirir mejoras de combate y habilidades pasivas únicas, no solo partes exteriores, sino también interiores como el cerebro, lo que nos otorgará una enorme cantidad de poder al que no podemos aspirar inicialmente. También podremos recoger y equiparnos con nódulos y runas para hacer que tu heraldo parezca un Dios. Al tener una estructura de roguelike, nuestros enemigos también se van a adaptar a nuestros poderes y ataques, así que tendremos que observar bien todo lo que vamos haciendo y cómo se adapta nuestro enemigo para ir un paso por delante, lo que nos augura más de una muerte.
También vamos a contar con un sistema de fabricación con el que tendremos que recoger piezas por el entorno (farmear), pero también aquellas que sueltan nuestros enemigos tras ser derrotados. Con ellas podremos crear diferentes tipos de órganos, armas, equipo y consumibles, o incluso desarmarlas para obtener piezas más básicas y poder jugar con todas ellas.
Estamos, sin duda, ante uno de esos juegos de estilo pixel-art (gráficos dibujados a mano) que destacan por sus mecánicas de juego, historia, y desarrollo, y que a buen seguro van a hacer las delicias de muchos jugadores, especialmente al estar en el Game Pass de Xbox desde su día de lanzamiento. De momento, no hay prevista una versión para PS4, pero nunca digas nunca...
