Volvemos a atacar con una de las secciones de nuestro nuevo diseño que más os ha gustado; hablamos de una imagen vale más que 1000 palabras, donde repasamos algunos momentos muy emblemáticos de la historia del videojuego por su significado para el jugón, recordando los sentimientos que nos transmiten. Escenas emocionantes, tristes, dulces, sorprendentes... pero siempre inolvidables para todos los que vivimos ese título. 

Hoy hemos elegido uno de esos momentos míticos en un videojuego que ha creado escuela, el Tomb Raider original; antes de la sobreexplotación del personaje, antes de sus cambios de look o de la transformación de la mecánica de juego a mano de Crystal Dinamics...  Y para homenajearlo nos hemos centrado en un enfrentamiento épico que se ha convertido en punto de inflexión en el género de las aventuras 3D. Encendemos nuestra máquina del tiempo, nos trasladamos a Noviembre de 1996 y cogemos un PC de la época - aunque nos hubiera valido una Playstation o una Saturn, Lara no es mujer de una sola plataforma - para revivir

El combate con el Tiranosaurio Rex.

Aún no nos aproximamos al meridiano del juego, pero ya hemos dado cuenta de todo tipo de enemigos, desde pequeños rivales - como murciélagos - a letales lobos u osos. La llega al Valle Perdido ha sido un shock al encontrarnos a los peligrosísimos velocirraptores, tan rápidos como dañinos (y que además pueden atacar en pequeños grupos), pero cuando comenzamos a acostumbrarnos al ritmo del juego, aprovechando el entorno para protegernos de los ataque... cuando, de pronto, todo cambia. Se hace el silencio, llegamos a un espacio abierto, el aire parece condensarse... y aparece él, un gigantesco T-Rex, uno de los enemigos poligonales más grandes vistos hasta esa fecha. Su enorme tamaño, su fluido movimiento y su inenarrable ferocidad - que lo hacía casi inmune a casi todos nuestros ataques - lo presentaron con uno de los grandes enemigos finales de todos los tiempos.  

Ahora tenemos que pensar rápido y elegir nuestra estrategia de combate; hacerle frente "de cara" esquivando sus letales dentelladas y embestidas - aunque un error sería letal - o correr por nuestra vida para protegernos buscando refugio en los salientes del fondo de la pantalla; sea como sea, nos enfrentamos a un combate único por la supervivencia del más apto. Será mejor tener a punto nuestras armas de mayor calibre y una buena ración de medipacks para recuperarnos de las heridas... porque va a ser casi imposible salir indemne.

Años después esta escena se remasterizó aprovechando el lanzamiento de Tomb Raider Anthology con un acabado gráfico a la altura de estos tiempos; y aunque se había perdido el factor sorpresa - clave en la escena - la majestuosidad de la bestia casi nos hace derramar una lagrimita. Otro detalle curioso es ver el cráneo del esqueleto de esta criatura en posteriores entregas de la saga, colgado en la mansión de Lara.

El impacto de esta escena causó una profunda huella en el mundillo de los videojuegos; incluso Shinji Mikami (el padre de Resident Evil), elogió y reconoció cierta influencia del juego para la creación de la saga Dino Crisis.

Hay representaciones de todo tipo de esta imagen, pero sin duda una de las más divertidas es la versión "LEGO", mucho antes de que comenzaran las versiones digitales para videojuego que hoy conocemos (Star Wars, Indiana Jones, Batman). Con ella os dejamos y nos despedimos hasta la próxima entrega.