¡En shock! Tengo que reconocer que el anuncio de este nuevo remake no me lo esperaba para nada. Y no solo porque sea un juego de Game Boy que tiene casi 26 años y que, posiblemente, sea de los más flojitos de la saga (lo que no quiere decir que sea malo, ni mucho menos, aunque está por debajo del resto). Cabría esperarse un remake de la última entrega aparecida en 3DS, A Link Between Worlds, o incluso del juego de Super Nintendo A Link to the Past, pero no de algo así, por lo que ha sido bastante sorpresa.
Aunque lo principal no ha sido el anuncio en sí, sino la dirección artística que sus responsables han tomado, mucho más seria que la mayoría de juegos de la saga a pesar de contar con un estilo todavía juvenil. El primer vistazo nos ha recordado (salvando muchos las diferencias) a la estética de Jump Force con sus gráficos realistas para personajes manga, lo que queda muy espectacular en pantalla aunque muchos se tiren de los pelos y prefieran algo más anime. Nintendo ha sido siempre particularmente cuidadosa en las estéticas de sus juegos, y por ejemplo los juegos del fontanero Mario siempre tienen un mismo look and feel, mismos colores y mismo estilo gráfico. Con Zelda, la compañía japonesa ha experimentado bastante, desde unos gráficos algo más realistas con Ocarina of Time y Twilight Princess, a algo totalmente cartoonish como Wind Waker a algo más juvenil con Breath of the Wild.
Con el anuncio de este remake, da la sensación de que Nintendo quiere abrir un poco más su mano con el objetivo de intentar atraer a nuevo público, incluso mostrándo un juego con un personaje muy joven, casi un niño pequeño. Y es que la sensación que da las imágenes y el vídeo es la de estar ante algo diferente, un juego que incluso los adultos que suelen dar la espalda a los juegos de Nintendo por su estética infantil (sí que los hay, y muchos todavía, desafortunadamente para ellos) podrían querer probar, algo realista y al mismo tiempo colorista (como decimos, similar a Jump Force en la intención de mostrar algo realista, pero no idénticos). Si un juego de estas características funciona, podría ser el inicio de otros juegos de Zelda con estética más realista o, al menos, una linea distinta para ciertos remakes de la compañía.