No es nada nuevo, ¿verdad? Los que nos seguís y leéis sabéis que somos grandes fans de lo original e innovador, y que algunas compañías de desarrollo de videojuegos siguen casi siempre el patrón de intentar hacer cosas nuevas, frescas y diferentes en cada nuevo intento. Una de ellas es, sin duda, Nippon Ichi Software, de la que hemos hablado en más de una ocasión y que siempre presenta propuestas muy arriesgadas, y que para nada van dirigidas al gran público. De hecho, hace unos años saltaba a los medios la nada sorpresiva noticia que los estudios se encontraban en serios problemas financieros, algo más que lógico teniendo en cuenta que hacen juegos como si fuesen meros artistas, de esos que no les preocupa nada si venden sus cuadros o nadie leen sus libros, simplemente porque alguien tiene que hacerlos y para alegría de sus fans, lo que suele significar unas ventas bajas.
Casi todos los juegos que nombremos de ellos, A Rose in the Twilight, The Witch and the Hundred Knight, los dos Yomawari, o Lapis x Labyrinth son claros ejemplos de esto que decimos, y donde arriesgarse es parte de su vocabulario, incluso haciendo juegos de géneros con muchísimo prestigio como survival, terror o action-rpg. Sus sagas más conocidas son, sin duda, los Prinny (plataformas 2D difíciles hasta decir basta) y su gran joya de la corona, la saga Disgaea (rol táctico).
Con The Cruel King and the Great Hero lo vuelven a intentar una vez más. Un JRPG muy tradicional, con sus combates por turnos, su desarrollo lineal, misiones principales y secundarias, y todos los elementos que los fans del género desean encontrar en estos juegos. Sin embargo, su historia es muy arriesgada, su estética también se aleja mucho de lo normal, intentando imitar el aspecto de un libro de cuentos, y su enrevesado desarrollo que hará que más de uno se plantee si está entendiendo lo que pasa en la pantalla. NIS tiene a sus seguidores, muy fieles, y nosotros no solo somos de estos, sino que nos encantan que sigan intentando cosas diferentes, aunque quizás no les vaya tan bien como debería. Si no hay compañías que se arriesgan, después no llegan las grandes productoras de juegos en serie a coger algunos de sus elementos, replicarlos en sus grandes franquicias, y vender millones de copias de lo mismo una y otra vez. Es lo que vende y es lo que gusta, eso lo sabemos. Pero también es en parte gracias a que otros deciden arriesgarse y hacer algo con lo que no comulgan todos. Eso sí; también lo saben y no traducen a todos los idiomas sus juegos, por lo que los pocos que podemos echarle el guante debemos saber inglés, lo cual también le quita atractivo (no mucho como ya sabemos, pero sí algo).