Seguro que viendo las noticias de televisión o prensa durante las últimas dos o tres semanas te has cansado de escuchar eso de que ahora, a finales de 2021, hay recortes de componentes electrónicos que crearán problemas de abastecimiento para las navidades y los reyes. Si estás un poco metido en este mundo, sabrás que esto no es algo nuevo, ni tan siquiera del año pasado, y que lleva con nosotros desde 2019, aunque parecía que a los medios generalistas era algo que por aquel entonces se la pelaba, directamente. Enorme falta de tarjetas gráficas de última generación (va para dos años), y de PS5 y Xbox Series X (curiosamente, Xbox Series S no hay escasez...), cuyos culpables no solo son esta falta de componentes, sino también y principalmente, esa práctica que se ha extendido y vuelto tan habitual lamentablemente de ciertos individuos e, incluso, tiendas de hacer acopio para re-venderlas a un precio muy superior, o también para usarlas en la minería de datos.
Hablando de la Steam Deck, este retraso es, como no, una mala noticia, pero también muy entendible. Estoy convencido (no tengo pruebas, pero tampodo dudas) que la demanda ha sido muy alta, y que el sistema de reservas de la consola ha hecho que una buena parte de ellas no vaya a los desalmados de siempre, sino a una buena parte de los usuarios que tienen un interés real por ella. Recordemos que para poder reservar una de estas consolas hace falta una cuenta de Steam que tenga cierto antigüedad, y además que haya tenido compras de juegos recientemente, lo que sin duda ha hecho que estos revendedores lo hayan tenido algo más complicado (quizás no mucho, pero sí que ha coartado a algunos).
Como siempre decimos, es una lata esto de los retrasos de consolas y de juegos, pero compensan si lo que obtenemos al final es de mejor calidad. En este caso concreto no es que lo sea, sino más bien poder satisfacer la enorme demanda que seguro ha generado, siendo una portátil que no solo puede tirar con casi todo el catálogo actual de PC, sino también con una buena parte del universo de la emulación que puede hacer que muchos juegos actuales para otras consolas (incluyendo portátiles) se vean mejor y con más opciones incluso que los oficiales (no muy lícito, pero es lo que hay). Quizás, el máximo problema de este retraso está en aquellos que la querían como regalo para fin de año (reyes, Navidad), y que ahora tendrán que buscar otra cosa si era para una tercera persona, o esperarse sin nada si era para ellos/as mismos.
Es una muy buena idea. Mientras gran parte de la comunidad se frota las manos ante la posibilidad de jugar a la emulación de juegos de consolas más antiguas y/o retros, e incluso a juegos de Switch mediante emulaciones (y a mayor tasa de frames, y puede que incluso resolución), muchos usuarios ven con buenos ojos que sea la propia Valve quien testee los juegos en su hardware para saber si corren bien o si hace falta tocar alguna cosa con un sistema de verificación creado por ellos mismos, y que también ellos están llevando a cabo. Muchísimos posibles compradores tienen muchas ganas de ver algunos juegos corriendo en la consola portátil de Valve (Team Fortress 2 por ejemplo), bien porque quieren ver cómo correrán alguno de sus juegos, bien por el morbo de ver cómo lo hacen con juegos que requieren mucha máquina como Cyberpunk 2077. Pero aún hay algo que creo que le falta por anunciar a Valve para su Steam Deck, y que creo que puede ayudar a muchos a decantarse por comprársela o no.
Es muy probable que esto esté integrado en este mismo sistema de verificación, o que incluso sea algo automático y transparente para el jugador, pero que al no haberlo anunciado de forma directa sigue habiendo dudas. A la hora de jugar en PC, dependiendo del ordenador que tengas hay que configurarlo de una u otra forma, personalizar sus configuraciones gráficas, o directamente seleccionar el modo automático que asigna una calidad como Ultra, Alta, Media o Baja según tu hardware. Creo que una selección adicional como Deck estaría muy bien para hacer que la configuración sea mucho más automática para todos, y hacerlo algo más accesible a todos aquellos que temen el PC por su complejidad a la hora de jugar a juegos. Seleccionar esta configuración haría que, adicionalmente, se pudiese personalizar intentando añadir, quitar, o cambiar algo del juego, porque mientras hay muchos usuarios que prefieren que el juego corra a 60 FPS para una experiencia más fluida (entre los que me incluyo personalmente), otros prefieren más detalles y menos frames en pantalla.
Y es que Steam Deck no es una consola portátil tradicional en la que se desarrollan juegos, sino más bien un cacharro portátil con el que los jugadores que no quieren (o pueden, o prefieren) gastarse una pasta en caras tarjetas gráficas, monitores, teclados, memorias y demás, puedan jugar a los juegos de PC, la inmensa mayoría de hecho, o incluso a algunos de sus muchos juegos que en su día compraron y que ahora no pueden jugar, bien por falta de un PC que los haga correr, bien porque prefieren jugar en un sitio diferente al ordenador con el que trabajan muchas horas al día (y ahí también me incluyo yo).