El titular de esta noticia puede parecer un poco engañoso, pero es justo lo que los chicos de Playchemy pretenden con su nuevo trabajo, Space War Arena. Al frente del juego se encuentra uno de los veteranos de la industria de los videojuegos, Ed Annuziata, conocido por ser uno de los máximos responsables de un clásico de los videojuegos de MegaDrive, Ecco the Dolphin. Con esta nueva apuesta, sus creadores pretenden hacer un homenaje al juego original Spacewar de la década de 1960 llevándolo un pasito más allá y utilizando algunas de las mecánicas de juego conocidas hoy en día.
La idea es muy sencilla a priori. Hablamos de un enfrentamiento entre dos enormes naves espaciales que se enfrentan entre sí en una misma pantalla sin scroll de ninguna clase, una enfrente de la otra, y estas naves además de dispararse entre sí, pueden lanzar otras pequeñas unidades cada una con sus propias características de protección, movilidad y ataque. De esta forma, el sistema de juego es muy similar al de un StarCraft o Warcraft donde moveremos nuestras unidades en tiempo real en una pantalla estática colocándolas estratégiamente para hacer el mayor daño posible a la flota rival y a la gran nave nodriza hasta conseguir destruir esta por completo. Sencillo, ¿verdad?
Para ello, tendremos una armada de 30 tipos diferentes de unidades en evolución, y tendremos que ir adecuándolas a cada partida y a la situación del enemigo, el cual puede ser la propia máquina o incluso a dos jugadores en la misma consola (gracias a Switch y sus dos mandos). Además del multijugador, Space War Arena cuenta con una campaña en solitario donde tendremos que liberar la galaxia en una batalla campal contra diversos enemigos controlados por la IA y en la que tendremos que enfrentarnos a una variedad de configuraciones y escenarios, cobrando a los posibles comandantes para que mejoren sus flotas y se conviertan en maestros de todo lo que contemplan.
Space War Arena tiene previsto su lanzamiento en exclusiva para Nintendo Switch el 14 de febrero de 2019 en la eShop.