Historia de Soul Hackers 2

La historia se desarrolla en un futuro cercano, a mediados del siglo XXI. Es un momento en que la tecnología humana se ha estancado y su cultura ha entrado en un lento declive. Pero he aquí, la Singularidad se avecina. La tecnología sale espontáneamente de las manos de sus creadores y comienza a evolucionar por sí sola. Los invocadores de demonios viven a espaldas de la sociedad, y han estado mucho tiempo conviviendo con los humanos, adaptándose a las distintas sociedades y eras en las que han vivido. Haciendo pactos con los demonios canalizando sus poderes sobrenaturales, y gracias a ello poseen poderosas habilidades para resolver incidentes paranormales que los humanos no alcanzan a comprender. Por otra parte están los invocadores que toman parte en actividades más cuestionables, llegando a usar la violencia y hasta cometiendo asesinatos. Hay facciones de invocadores de demonios y Ringo se ve involucrada con dos de ellas en particular: la Sociedad Fantasma y Yatagarasu.



Para invocar a estos demonios utilizan un dispositivo especial denominado COMP, y cuya forma depende de su dueño, y hay quien las modifica con accesorios y otros objetos que tienen valor sentimental para ellos.



Otra entidad, Aion, vigila atentamente el mundo de los humanos. Aion es un colectivo de datos dotado de conciencia nacido más allá de los límites de la tecnología como una entidad que trasciende la inteligencia humana. Un día detecta que el fin del mundo está próximo, y para prevenirlo despliega unas entidades con capacidades reducidas para tomar la forma humana e intervenir en sus asuntos. Ringo y Figue son estos agentes de Aion, ambas con su propia personalidad. Han sido enviadas al mundo de los humanos para detener su destrucción. Su objetivo es encontrar y proteger a dos individuos que tienen un papel vital en el éxito de la misión. Sin embargo, pronto descubren que ambos han sido asesinados.



Esta historia está protagonizada por Ringo y Figue, dos agentes de Aion, ambas con su propia personalidad. Su objetivo es encontrar y proteger a dos individuos que tienen un papel vital en el éxito de la misión. Sin embargo, pronto descubren que ambos han sido asesinados, entre ellos el propio Ichiro Onda, la persona que se suponía que Figue debía proteger. Ambos fueron asesinados por dos figuras misteriosas conocidas como Máscara de Hierro y Zenón. Tanto Máscara de Hierro como Zenon pertenecen a la Sociedad Fantasma, cuya principal motivación es controlar el Pacto. Su objetivo es obtener todos los Pactos, que convocarán a un ser de gran poder. La mayoría de los agentes de la Sociedad Fantasma albergan un gran resentimiento hacia el mundo.



La organización Yatagarasu se ha encargado de proteger los Convenios para evitar que esto suceda. Esta organización se preocupa por la protección "espiritual" de Japón. Acepta cualquiera dentro de su organización y es totalmente independiente. El Yatagarasu está vinculado al clan del difunto Devil Summoner Raidou Kuzunoha.

Ringo ejecuta la habilidad especial de los Aion "hackeo de almas" para resucitar a los dos asesinados, y después a otros invocadores asesinados por otros motivos. Uniendo sus fuerzas con estos invocadores que han recibido una segunda oportunidad en la vida, y que han sido asesinados por distintas razones, Ringo y Figue deberán descubrir la verdad de la amenaza que acecha al mundo.

¿Podrán detener el inminente apocalipsis?

La historia de Ringo y sus amigos se desarrolla en una moderna metrópolis japonesa. En esta ciudad de gente normal, que considera a los demonios como seres de leyenda, hay zonas a las que solo pueden entrar los invocadores y que se denominan dimensiones. Estas están separadas del mundo normal por una barrera imperceptible. En esta ciudad, los demonios se mezclan libremente con los invocadores en instalaciones para invocadores que les permiten fusionar demonios, potenciar sus COMP y conseguir información.