Sinceramente, tengo serias dudas de que este juego sea lo que los millones de fans en todo el mundo de Sonic esperan de un nuevo juego de la franquicia. SEGA sigue intentando acertar con su público, creando juegos en 2D, juegos en 3D, plataformas, juegos de velocidad y toda clase de experimentos con el erizo azul como protagonista, y no parece dar con la tecla de lo que el público quiere. Por lo que hemos visto y oido, un juego como Sonic Mania parece que puede calar en los corazoncitos de miles de aficionados al retro que esperaban algo parecido a los juegos de MegaDrive, pero no sabemos muy bien si esta moda (la moda del retro que inunda a los jugadores actuales) podrá atraer a otra clase de público e, incluso, si podrá atraer a los jugadores clásicos de Sonic.
Tengo mis dudas porque, sinceramente, para jugar a algo de hace más de 20 años, preferiría jugar una y otra vez a lo mismo, es decir, todo aquello que ya hemos jugado de 8 y 16 bits, incluso a alguna reedición de estos juegos, pero no a un juego con esta estética y este estilo de juego. Sin embargo, la apuesta es inteligente (por una vez para SEGA), ya que el coste de desarrollo es bajo (es un juego retro) y, además, está siendo desarrollado por una compañía externa, lo que asegura que el gasto no se disparará. Si sale bien, es éxito asegurado, y si sale mal, no habrá sido una enorme pérdida de recursos. Para nosotros como fans de Sonic (que en Ultimagame también los hay) no nos parece la mejor idea, pero hay mucho fan de lo retro, y también de lo nuevo con estética retro, así que quien sabe. Esperar y ver.
Eso es lo que podría estar pensando una compañía como SEGA, a la que parece que no le ha funcionado nada bien ninguno de los intentos por rescatar a Sonic del ostracismo en el que ellos mismos lo habían metido, intentando experimentos en 2D y 3D con bastante poca fortuna en todas las plataformas conocidas, con un especial hincapié en las de Nintendo. Sin embargo, con alguna honrosa excepción (como Sonic Colors), el resto de juegos era, como mínimo, muy mejorable.
Por ello, y como parece que las reediciones de sus clásicos de 16bits sí que le han funcionado relativamente bien (por nostalgia o por ese amor a lo retro que en los últimos años hemos tenido casi todos los jugones), han decidido lanzar un nuevo juego, con niveles nuevos, canciones nuevas y algún que otro nuevo añadido, pero con la estética más clásica posible, a ver si es esto lo que quieren los jugadores. De hecho, ni tan siquiera ha sido la propia SEGA quien ha querido arriesgarse y ha recurrido a una compañía externa (algo impensable hace unos años) para que desarrolle el juego. Esto último sí que es algo que se está poniendo muy de moda (buscar pequeñas compañías que hagan los juegos por un coste inferior), viendo los altos costes de desarrollo que tienen en esta clase de desarrollo, y sobre todo por no contar ya con el apoyo de los propios creadores de la saga y el personaje.
Lo peor de todo es que, en ocasiones, este tipo de inventos les funciona, y los jugadores que llevamos más años esperando tener algo de nuevo y bueno de verdad nos tenemos que conformar con más de lo mismo, solo que ahora ya ni tan siquiera se preocupan en mejorarlo técnicamente. Supongo que pensarán que si el jugador quiere un Sonic en 2D pixelado, eso es lo que les vamos a dar, lo cual da mucho miedo en pleno 2017.