Mirando el ejemplo del vídeo que ha lanzado hoy SEGA para mostrarnos la jugabilidad clásica de una de las fases del juego, me cabe preguntarme: ¿Qué demonios tenemos que hacer en el juego? Si nos fijamos bien en el vídeo, no hay nada que hacer, ni enemigos a los que eliminar o esquivar, ni tan siquiera obstáculos que saltar. Todo lo que hay que hacer es avanzar y darle un par de veces al botón para activar los flippers.
Está claro que siempre hemos tenido algunas fases de velocidad en los Sonic, pero nunca las he entendido. Personalmente, los juegos de plataformas deben tener componente de habilidad y/o destreza, y cuando tenemos que enfrentarnos a fases como esta, es como si fuese una escena cinemática en la que además, en el caso de Sonic, es fácil hasta marearse con la velocidad.
Este tema no está nada mal para el tipo de juego que quiere representar. Incluso, en cierto momento escuchamos un sample de fondo que recuerda mucho a lo que podríamos escuchar en un juego de 8 bits (o de 16bits, aunque la calidad de los últimos era muy superior). El guiño de Ohtani-san es evidente, en un intento por reconquistar los corazones de los fans que, año tras año, ha ido perdiendo la franquicia por la cada vez más desastrosa experiencia que los Sonic de PS4 y PS3 nos venía ofreciendo.
Después de probar con toda clase de experimentos en 2D y 3D, es fácil volver a la jugabilidad tradicional, añadiendo como decimos guiños a algunos de los juegos que han funcionado bien y olvidándose de tantos que no lo han hecho (como todos los que han sido basado en la serie de animación, perruna también).
Como decimos, nos encantaría que algo así funcione para que Sonic vuelva a ser el carismático personaje que animaba la lucha de los 90 entre las dos plataformas más exitosas de aquel entonces, pero dudamos que llegue al nivel que tuvo en su momento, a pesar de los esfuerzos de SEGA de que una franquicia como esta no caiga en el olvido. Muchos usuarios ya la han enterrado.