Desde la creación del videojuego Rogue en 1980 hemos visto toda clase de aproximaciones y modificaciones a sus originales mecánicas de juego, y que son conocidas como el propio juego, estilo roguelike (del inglés, como el juego Rogue). Sin embargo, es complicado encontrar este tipo de mecánicas en juegos de desarrollos complejos y, sobre todo, de apartados técnicos complicados y/o artísticamente elaborados, menos aún en 3D. El motivo es principalmente la dificultad a la hora de emprender algo así y que todo quede bien y coexionado, especialmente la elaboración de los escenarios aleatorios mediante procedimientos, dicho de otra forma, scripts o algoritmos que son los encargados de generar los escenarios en base a cálculos matemáticos que los producen de forma más o menos aleatoria.
Es especialmente emocionante ver un juego como éste, Six Days in Fallujah, que pueda tener este tipo de mecánicas de juego, no solo por el propio escenario cambiante que vamos a encontrar en cada partida, sino también por los enemigos y su comportamiento que pueden conseguir que los jugadores estemos en todo momento en tensión, algo que no suele ser fácil de conseguir en videojuegos sin utilizar los típicos trucos que muchos de nosotros detestamos, como por ejemplo quitarte armas y/o poderes para que el juego sea más difícil en momentos concretos, o meter los típicos sustos de saltos para luego decir que la tensión será uno de los elementos importantes de su desarrollo.
Lo que lo hace más emocionante a priori es, sin duda, que una experiencia como esta pueda ser compartida con amigos con el juego cooperativo para cuatro jugadores online que podremos disfrutar. No es lo mismo jugar en solitario sabiendo que el mapa puede ser cambiante que hacerlo con amigos, principalmente porque uno no suele jugar más de una o dos veces al mismo juego, por lo que nos cambien los mapas nos da más o menos igual, pero sí el hacerlo con amigos para poder tener un juego al que echarle el guante en más de una ocasión. Ya os decíamos ayer con Ready or Not que no hay muchos FPS actuales y/o recientes que sean tácticos y que puedan jugarse en cooperativo, más allá del conocido Siege que, además, está mucho más dirigido al multijugador competitivo. Por eso, estoy impaciente por echarle el guante a este Six Days in Fallujah. De momento son muchas las promesas que nos hacen estar emocionados.