Vamos a tener un comienzo de 2019 muy movidito con grandes juegos AAA de los que los aficionados a los videojuegos realmente queremos jugar. Uno de ellos es Sekiro: Shadows Die Twice a finales de marzo de 2019 del que no hemos tenido mucha información desde que se anunciase en el E3 2018. Sin embargo, hoy y gracias a los compañeros de Game Informer hemos podido averiguar un poco más del sistema de evolución de nuestro personaje, el cual difiere de otros juegos de la compañía responsable From Software, así como de otros juegos de estilo soulsborne.

Según ha podido ver en su visita a Tokio y tras probar el juego, el sistema de progreso cuenta con una barra de evolución (igual que los soulsborne) que se va llenando conforme vamos matando a enemigos, y al completarse subiremos de nivel y podremos mejorar al personaje. Hasta aquí, todo exactamente igual que otros juegos similares. La diferencia principal está en que ahora contaremos con un árbol de habilidades donde deberemos aplicar dicho punto obtenido, y que cuenta con tres ramas distintas que podremos ir mejorando y que dependen de nuestra forma de jugar.



Antes incluso de poder utilizar el árbol de habilidades tendremos que buscar un objeto para cada uno de ellos, algo parecido a lo que hemos visto en juegos como Destiny en el que para poder activar una de las ramas primero hay que hacer una misión concreta. Aquí, el objeto desbloqueará dicha rama y estará en alguna parte del juego que aún no se ha desvelado.

Una vez desbloqueado uno de los tres árboles de habilidades podremos invertir los puntos aunque no lo podremos hacer en cualquier parte, ya que tendremos que estar delante de un ídolo del escultor, o lo que es lo mismo, lo mismo que en Dark Souls con sus hogueras. Las tres posibles ramas del juego son shinobi, samurai, y el brazo protésico. Cada una de estas ramas tendrán beneficios para el personaje pasivos así como la adquisición de nuevos ataques y habilidades para el mismo conocidas como artes de combate, y según sea podremos utilizar un estilo de juego adaptado a nuestra forma de jugar.



Cada uno de estos árboles está adaptado a un estilo de juego diferente.Por ejemplo, el estilo del samurai cuenta con habilidades y ataques directos contra el enemigo con un estilo cuerpo a cuerpo, tanto en ataque como en defensa. El estilo shinobi es más evasivo y nos permite realizar ataques contra muchos enemigos aunque mucho más débiles que los ataques del samurai. Por ejemplo, cuenta con un ataque giratorio que causa daño en un área y la habilidad de pasar por encima de las lanzas enemigas. Finalmente, el árbol protésico que nuestro protagonista tiene (brazo mecánico) y que nos permitirá ciertas opciones como el lanzamiento de shuriken a mayor distancia o lanzar varios a la vez.

No solo fue una de las grandes sorpresas del pasado E3 2018, sino que también es uno de los juegos más esperados por los aficionados a los juegos de acción en tercera persona, aficionados a los soulsborne y a los juegos de samurais y ninjas. Hablamos de la nueva obra de FromSoftware y Activision, Sekiro: Shadows Die Twice, que aparecerá en Xbox One, PS4 y PC el 22 de marzo de 2019 (si no hay ningún retraso previsto. El juego también ha estado presente en la feria alemana de videojuegos Gamescom 2018 donde hemos podido ver un primer adelanto de su jugabilidad y donde os destacamos los siguientes puntos con respecto al juego.

- Gráficamente es espectacular. Cuenta con un apartado técnico sobresaliente con un montón de detalles en los escenarios y una animación exquisita en todos los personajes.

- La primera impresión recuerda mucho al juego de Team Ninja NiOh, sobre todo en las posturas y movimientos de los personajes, así como en su estética general.

- El juego tiene un mayor componente de infiltración que sus competidores. En Dark Souls o NiOh es imposible jugar en sigilo, ya que resulta complicado coger a ninguno de los enemigos de espalda (salvo los ataques especiales dando vueltas a su alrededor). En Sekiro: Shadows Die Twice no solamente es más sencillo, sino que resulta primordial para poder acabar con muchos de los enemigos de un solo golpe, asestándoles el golpe de gracia (solo uno) por la espalda. Podremos usarlo moviéndonos despacio para no hacer ruido, pegarnos a las paredes como si del mismísimo Snake se tratase o utilizar la hierba alta o maleza para que los enemigos no nos vean.



- El gancho que el protagonista tiene en su brazo también resultará crucial para el gameplay, y es uno de los elementos que más cambia con respecto a todos los de la competencia o juegos similares. Con él podremos agarrarnos a prácticamente todas las superficies, con lo que podremos acercarnos a la mayoría de los enemigos por la espalda (el sigilo), así como explorar zonas de otra forma innaccesibles. También nos sirve como herramienta para hacer un juego mucho más dinámico y abierto. En los bordes de la pantalla aparecerá u icono circular de color verde que indica que hay una zona a la que nos podemos enganchar, incluso si no la estamos mirando.

- El gancho también puede utilizarse como arma, ya que también se agarra a los enemigos. De esta forma, podremos acercarnos rápidamente a ellos (clavándoselos mientras los fijamos), los acercamos a nosotros a los más débiles, o se lo clavamos en sus escudos.

- A diferencia de NiOh (o como en Dark Souls) también contaremos con la posibilidad de los ataques críticos tan característicos en esta clase de juegos. Hemos visto los parry y ataques por delante, uno que rompe el escudo enemigo y realiza el ataque delantero y los ataques justo a su espalda, pero posiblemente haya alguno más. Para la realización de este tipo de ataques, sus creadores han preferido facilitarlo en esta ocasión, y veremos cómo aparece un punto rojo brillante en el enemigo que indica que, si atacamos en ese momento, haremos un crítico.



- Otra de las grandes novedades del juego está en la posibilidad de la resurección. Cuando un enemigo nos abate, quedaremos en el juego con el mensaje de "muerto" en el centro, pero dándonos la oportunidad de "morir definitivamente" o "resucitar", y si lo hacemos los enemigos seguirán en el mismo estado y con la misma salud con la que lo hemos dejado. Tenemos unos segundos para resucitar, por lo que los enemigos nos darán por muertos y volverán a sus rutinas, lo que nos da la oportunidad de usar el sigilo, escapar, o atacarles por la espalda.

El resultado de todo esto hace un juego más dinámico que Dark Souls, con la misma velocidad que NiOh y más opciones de juego, resultando la combinación perfecta entre ambos mundos con elementos no vistos en el género hasta ahora. Muy recomendable no perderle la pista.