Una gran réplica... Con mucho potencial desaprovechado
Creada con un ojo en los nostálgicos y otro puesto en los coleccionistas,
Mega Drive Mini II vuelve a apostar por una excelente réplica a escala de Mega Drive 2, el segundo modelo de la consola de 16 bits de SEGA, más pequeño y reducido que el original (ya que SEGA aprovechó para abaratar costes) y perfectamente preparado para su conexión con el modelo más popular del
MegaCD, que se encajaba perfectamente en su lateral.
Todo ha sido recreado con mimo, desde el botón de
Power al de reset, pasando por la rejilla de los cartuchos (que ahora es totalmente decorativa) o la tapa de expansión, que nos permitía conectar el mencionado MegaCD para hacer funcionar los juegos en disco; precisamente este modelo viene con 12 juegos de MegaCD como una de sus grandes novedades.
Las posibilidades se completan con su conexión HDMI, una conexión mini-usb para conectarla a la corriente y dos puertos USB para los mandos. Esta vez el la consola viene acompañada por un único mando, pero eso sí, la versión con 6 botones de acción, pausa y un botón
mode perfectamente reflejado que en esta ocasión nos permite acceder rápidamente al menú. El mando es una perfectísima recreación del original, tremendamente cómodo y versátil para cualquier tipo juego (no en vano, fue el
prototipo para el posterior mando de
Dreamcast simplemente añadiendo los gatillos), y la experiencia es muy buena.
Dentro nos encontramos un hardware discreto para estos tiempos, pero perfectamente enfocado a conseguir una más que eficiente emulación: el chip compacto Z7213 de Zuiki, que contiene los 512 MB de memoria principal que tiene esta máquina, y su almacenamiento tiene 8 GB de capacidad, lo que permite guardar los 60 juegos incluidos sin despeinarse.
Lo que resulta más difícil de perdonar es la total falta de opciones de expansión; si más adelante - como apunta la falta de algunos títulos clave -
SEGA decide ampliar con más juegos de Mega-CD, esa tapita de expansión hubiera sido un caramelito para colocar más juegos... O la ranura para colocar juegos de 32X más adelante, también hubiera sido un detalle de agradecer. Sin ellos se queda como
una más, una pequeña y coqueta réplica con muchas horas de diversión para los amantes de lo retro.