La idea de Scalebound es que convirtamos al dragón del juego en algo nuestro. Igual que Drew se va encariñando con él durante la partida, nosotros lo haremos al jugar a su lado, y dándole nuestro toque personal. Thuban es personalizable en muchos aspectos (color de piel, de ojos, forma de las alas, de las patas, de las garras, los cuernos, el tipo de aliento...), y mientras algunos cambios simplemente son estéticos, otros afectarán claramente a la forma de luchar del personaje. Si potenciamos mucho su cola, es más probable que baje a nuestro lado y luche haciendo barridos con ella; si lo hacemos con su llamarada, lo veremos más tiempo volando y atacando a distancia a los enemigos. La IA del dragón es uno de los puntos del juego que hace que el equipo esté más orgulloso, y nos sorprenderá en muchas partidas.
Para mejorar a Thuban será necesario hacernos con unas gemas de evolución, gemas que solo sueltan los enemigos derrotados, y después invertirlas con cuidado en un menú de mejoras. Incluso podemos aprovecharlas para construir una armadura que refuerce al personaje... Que pese a su tamaño y fuerza puede ser vulnerable.
Sin embargo, tenemos que tener mucho cuidado luchando y llevar siempre la iniciativa, ya que solo Drew es capaz de utilizar la energía mágica de El Pulso, y debe ser el que dé el golpe de gracia a los enemigos si queremos conseguir todas las gemas. Usar una fuerza excesiva con Thuban destruirá completamente a los enemigos... Pero también todos los cristales que puedan portar.
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