Nos gusta mucho la ambientación vikinga y la mitología nórdica y todo lo que ello conlleva, tanto en películas como en series (nos encanta Vikings!) y en videojuegos, los cuales no se han prodigado demasiado en los últimos años (si no contamos con God of War, por supuesto). Después de disfrutar del primero de los Rune teníamos muchas ganas de ver qué eran capaces de hacer sus creadores con esta segunda entrega, y teníamos serias dudas de que el juego fuese a salir al mercado en tiempo y forma, principalmente después de ver los últimos lanzamientos de la compañía y el tiempo que tardaron en lanzarlos al mercado. Parece ser que en este caso, nos equivocamos si de verdad cumplen con la fecha de verano de 2019.
Sin embargo, si vemos este tráiler mucho nos tememos que preferíamos estar en lo cierto, ya que hablamos de un juego que no parece nada de esta generación de consolas, y mucho menos de un juego de PC al que le falten unos 3 meses como máximo para salir al mercado. Modelos de personajes bastante toscos, una animación demasiado rígida y nada fluida, escenarios vacíos... No hemos probado el juego ni mucho menos, así que jugablemente puede ser una gran maravilla, pero desde luego las ganas nos las han quitado después de ver este apartado técnico para un juego que se mueva en el Unreal Engine 4 y en el que teníamos tantas esperanzas puestas los aficionados a la mitología nórdica. El día 24 de mayo veremos un Twitch con gameplay real al que le seguiremos la pista, y esperemos que el espejismo del vídeo sea solo eso... un mal sueño.
Una compañía como esta puede ser recordada por varios motivos. Por ejemplo, por ser los que crearon el primer Rune que tan buenos ratos ha hecho pasar a muchos jugadores y que enganchaba por su sencilla jugabilidad y gran calidad gráfica. De hecho, como ya hemos dicho en la noticia, hay que recordar que fue el típico juego que todo el mundo tenía para probar sus nuevas aceleradoras gráficas en PC, ya que la compañía Epic Games se encontraba desarrollado, allá por 1998 un nuevo engine gráfico que requería aceleración y un montón de efectos en las texturas, efectos de luces y sombras que revolucionaría el mundo de los videojuegos (y que se convirtió en el Unreal Engine 1, aunque cueste creerlo a día de hoy viendo lo que hay en el mercado en cuanto a videojuegos 3D).
Por otro lado, también hablamos de la compañía que estuvo 11 años desarrollando el primer Prey (que apareció en 2006 y que comenzó a hacerse en 1995), y que tras unas ventas nada buenas, los chicos de Bethesda se hicieron con sus derechos y les permitieron hacer una secuela, que estuvo varios años en desarrollo y que nunca llegó a salir a la luz (hasta que la compañía decidió cederle los derechos a Arkane Studios lanzando un nuevo Prey que nada tiene que ver con el original en 2016).
Está claro que Human Head Studios son capaces de lo mejor y de lo peor, y que hasta ahora no han tenido el crédito suficiente para volver al mundo de los videojuegos, y ahora lo hacen con un juego muy ambicioso, un sand-box en mundo abierto ambientado en la mitología nórdica. Nosotros le deseamos desde aquí lo mejor en esta nueva andadura, pero con las premisas anteriores es bastante normal que no muchas compañías se hayan fiado en producirles el juego, y que haya tenido que ser una financiera quien se arriesgue con su primer videojuego. Esperemos, para todos, que les salga bien...