¿Es Ring Fit Adventure el mejor juego para soportar el confinamiento en casa? ¿Puede realmente ayudarte a ponerte en forma? ¿Es divertido, o te cansarás y lo dejarás rápidamente? Para ayudarte a decidir si merece la pena su compra te hemos preparado un 5 vs. 5 destacando los 5 puntos que más - y que menos - nos han gustado del juego. ¿Nos acompañas a dar un paseo con nuestro anillo mágico quema-calorías?
Lo mejor: 5 Razones para perder barriga
- Una aventura variada y rebosante de imaginación.
La idea de crear todo un
juego de rol para presentarnos una aventura que invita al ejercicio es brillante, y una de las mejores bazas de
Ring Fit. En lugar de simples listas de ejercicios, al estilo
Wii Fit, aquí nos encontramos con fases llenas de color que recorrer con nuestro anillo mágico, interactuando con los escenarios, corriendo, yendo en barca, saltando propulsados por el aire... Y luchando contra enemigos, incluyendo jefes finales. La acción está bien estructurada en
niveles progresivos que bien pueden marcar lo que serían sesiones de entrenamiento para una persona un poco sedentaria (si estáis muy en forma no vais a echar a sudar hasta bien avanzada la aventura), de una forma natural y divertida. Así, es fácil
engancharse y disfrutar descubriendo retos, lo que ayuda a uno de los problemas de estos títulos: abandonarlos a los pocos días, una vez pasada la novedad.
- Un sistema de lucha muy elaborado.
Los combates por turnos de
Ring Fit son otro de los puntos perfectamente estudiados del desarrollo. Para atacar y defendernos de los enemigos tendremos que hacer distintos tipos de ejercicios que tonificarán piernas, brazos y abdomen, e incluso nos ayudarán a mejorar nuestra postura y equilibrio a través del yoga. El título cuenta con más de 40 pruebas diferentes que se van desbloqueando a lo largo de la aventura, lo que nos permite ir creando distintas rutinas y
moviendo todo el cuerpo de una forma sana, divertida y entretenida.
- Periféricos de calidad.
Una de las primeras cosas que llaman la atención al usar el título es la calidad de los componentes, especialmente del aro flexible que protagoniza la mayoría de los ejercicios. La sensación en las manos es de calidad y buen hacer, nada de componentes
baratos o plasticosos, el anillo ha resultado muy resistente y fiable, y la dificultad de doblarlo está muy bien medida, con opciones para distintas fuerzas y complexiones. Igualmente, la correa que nos ajustamos a la pierna es de un material de calidad y tiene un buen sistema de fijación, y la forma en la que se aprovechan los sensores de los
Joy-Con es realmente ingeniosa, desde el seguimiento del movimiento a la toma de pulsaciones.
- Un seguimiento bastante profesional.
Hay que destacar en la experiencia de juego la flexibilidad de los ajustes. El título se adapta a nuestra edad y forma física de una forma sobresaliente, y nos permite decidir con libertad qué tipo de jugador queremos ser, cuánto queremos esforzarnos en las pruebas (por supuesto, mientras más lo hagamos, más pruebas y desafíos tendremos, pero también mayor será la recompensa para nuestro cuerpo) y cuánto queremos jugar, estructurando las fases en sesiones cortas de ejercicio.
Igualmente brillante es el haberse preocupado de los ejercicios de calentamiento antes de la actividad y enfriamiento posterior, que aunque son opcionales son más que recomendables (sobre todo si llevamos un tiempo sin hacer actividad física). Los patrones de seguimiento, y el sistema de
niveles para evaluarnos también demuestran que tras tantos colores y la propuesta fantástica se esconde un entrenamiento mucho más serio de lo que cabría esperar.
- Extras tras el lanzamiento.
Otro punto brillante del desarrollo de
Ring Fit ha sido la actualización gratuita lanzada a los pocos meses de su salida, añadiendo más contenido e incluso nuevos modos de juego. La mejora más importante está en el juego musical, ideal para sacarle más partido al anillo flexible, disfrutando de otra forma de los temas del juego, e incluso de unas canciones especiales sacadas de
Mario Odyssey, Splatoon 2 y The Legend of Zelda: Breath of the Wild, un detalle muy de agradecer. El segundo extra puede ser especialmente divertido para los que combinen la experiencia con una cinta para correr, ya que nos permite recorrer los escenarios en sesiones de
jogging más intensas, sin tener que pararnos para hacer las
batallas de ejercicio.
Lo peor: 5 excusas para quedarte en el sofá
- Demasiada repetición.
Aunque presume de tener más de 40 actividades distintas, lo cierto es que los ejercicios básicos se repiten mucho, muchísimo en
Ring Fit. No es nada imperdonable, porque al fin y al cabo estamos haciendo series de ejercicios, pero es fácil aburrirse de las típicas sentadillas, movimiento de triceps o apretón al aro sobre nuestra cabeza. El juego no nos penaliza por repetir una y otra vez estos ejercicios, ni mete cambios de ritmo importante o enriquece los ejercicios con distintas fórmulas. Es como un RPG en el que no es realmente necesario que nuestros personajes aprendan técnicas avanzadas.
- Falta un plan de ejercicio más consistente.
Sobre el punto anterior, el juego no consigue exprimir sus posibilidades y presentarnos un auténtico plan de ejercicios compensado. Es cierto que nos
invita a ir variando de ejercicios entre los 4 tipos básicos - Brazos, Abdominales, Piernas y Yoga - con enemigos que son especialmente vulnerables a los ataques de un tipo (aunque podemos matarlos de otra manera), pero dentro de eso podemos repetir una y otra vez los mismos ejercicios - los más fáciles - sin diferencias importantes en el resultado. Nos hubiera gustado encontrar rutinas más elaboradas y compensadas, al menos para los enemigos finales... Y es cierto que
el juego en si sí permite crear estas rutinas personalizadas, pero lo suyo hubiera tenido tener varias supervisadas por especialistas.
- Gran parte de la rejugabilidad se basa en aprendernos las fases y pelear contra el sistema de control.
Realmente no es necesario para completar la aventura, pero si queremos ir con un buen nivel y conseguir todos los extras de cada fase podemos frustrarnos un poco. Para empezar muchos de los extras para recoger apenas tenemos unas décimas de segundo para conseguirlos (yendo a buen ritmo, claro está), y hay que aprenderse trazados y no equivocarse, ya que el juego nos
castiga por abandonar la ruta prefijada. Pero más frustrante aún resulta que el juego no responda como debería en momentos clave, por culpa que un sistema de control (sobre todo, de apuntado) que no es tan flexible como debería. Para ejercicios a buen ritmo, no hay problema, pero en fases a toda velocidad, más de una vez se nos ha descalibrado la mirilla y... ¡Puntuaciones al traste! Ya no decimos nada del minijuego musical, en nuestra experiencia es muy complicado no sufrir ningún fallo en toda una canción.
- ¡Ojo con las rodillas!
Si no tenemos un sitio habilitado para correr en el suelo y no queremos molestar a los vecinos, el juego nos da - y lo agradecemos - la opción de realizar sentadillas en lugar de estar dando saltitos, ahí muy bien. El problema es que para jugar en un modo más
silencioso, la opción para movernos es realizar sentadillas, algo que a la larga podemos notar en las rodillas tras una sesión de juego larga. La idea es buena, pero hubiera estado mejor sustituir la acción por otros tipos de ejercicios de piernas.
- Se me cayó el accesorio... O no funcionaba bien
Si bien, y como hemos dicho, la respuesta de los sensores de Switch es sobresaliente, hay momentos que son un tanto mejorables. Para empezar tenemos lo ya comentado, algún fallo de calibración apuntando a la pantalla. Después hemos tenido varios problemas con la cinta de la pierna, que tiende a bajarse de forma natural, y pese a que el enganche es muy profesional, hemos tenido que ajustarnos varias veces en la misma partida; además, este fallo es más común para personas delgadas. Por otro lado nos hubiera gustado encontrar más soporte para otros periféricos, como la olvidada Wii Balance Board, y mejor respuesta para el sensor del pulso, que en nuestra experiencia funciona mucho peor que una simple
smartband, arrojando resultados dispares y menos creíbles.