El segundo de los dos grandes exclusivos de Bethesda para Xbox en 2023 (siendo el otro la gran y necesaria esperanza blanca de Microsoft probablemente llegue unas semanas antes que Starfield, y sea una de las apuestas más seguras para copar los servidores del juego multijugador cooperativo que resulta tan rentable a otras apuestas similares como Back4Blood. Como ya os hemos dicho en otras muchas ocasiones, los juegos multijugadores son los más rentables en Game Pass si el modelo de negocio (por el que le pagan a la compañía responsable) elegido por la compañía (conjuntamente con Microsoft) ha sido el adecuado.

Por ejemplo, Back4Blood es un juego que tiene un número de mayor de jugadores en las consolas de Microsoft que en PlayStation y, sin embargo, el juego tiene un mayor beneficio económico en PC y las consolas de Sony. ¿El motivo? A los jugadores que tienen Game Pass no les importa bajarse el juego y probarlo y con ello la compañía ya recibe dinero aunque una pequeñísima cantidad, mientras que en PlayStation o en PC la gente se lo tiene que comprar habiendo menos cantidad de jugadores. Lo que ocurre es que en el momento de la compra una compañía recibe como treinta veces más cantidad de dinero que con cada jugador de Game Pass (según el modelo, pero esa es una buena aproximación), y por ello si el juego vende bien siempre será más rentable no estando en Game Pass o PlayStation Plus. Todo esto depende de la inversión hecha por la compañía desarrolladora, motivo por el que Sony no pone sus juegos first parties de inicio en el Plus.



En cuanto a Redfall, lo peor que le puede pasar es que el usuario piense que se trata de otro Black4Blood, motivo por el que Bethesda se afana en mostrar lo contrario. Una buena muestra de ello está en el vídeo que acompaña estas líneas, y en el que podemos ver un poco lo que nos vamos a encontrar cuando el juego aterrice en PC y Xbox Series en 2023. Y es que hablamos del nuevo juego de los creadores de Dishonored, sí, pero también de Deathloop. Los chicos de Arkane Austin son capaces de lo mejor como con Dishonored, pero también de quedarse a medio camino de algo grande como con Deathloop. Este último es un juego muy divertido y técnicamente bien realizado al que le falta el remate para ser considerado como un juego a la altura del primero, y que al final puede resultar aburrido o repetitivo dependiendo de cómo se juegue.

Como sus responsables dicen, Redfall es una experiencia completamente de estilo Arkane, es decir, un juego de mundo abierto y guiado de historia en el que hay un gran componente multijugador al poder ser disfrutado en cooperativo hasta con tres amigos más (cuatro jugadores en total) aunque también se pueda jugar en solitario. Su mundo abierto está hecho a mano por los diseñadores de niveles detrás de la estación espacial Talos I de Prey y Dunwall de Dishonored. De alguna forma sus responsables intentan confirmar que lo que vamos a encontrar no es un Back4Blood o Left4Dead, sino más bien algo similar a un Dishonored más lineal, de mundo abierto completo, con posibilidad de cooperativo para cuatro jugadores, y con una historia e hilo argumental que seguir, más allá de tener un enorme entorno plagado de vampiros con los que acabar.

Desde luego, Redfall es junto a Starfield de lo más interesante del catálogo de Xbox series para 2023, y sigue siendo una lástima que no podamos disfrutarlo en 2022 como se nos prometió, pero la calidad a veces se hace de rogar.