Acompáñanos para descubrir los puntos más fuertes del que puede ser uno de los juegos estrella de 2015, y empezar a exprimir las posibilidades reales del hardware de Xbox One.
Historia
Quantum Break quiere convertirse en una experiencia multimedia, lo que añadirá una serie de televisión que se desarrollará en paralelo al videojuego (incluso nos dará pistas sobre el mismo). Podéis imaginaros que el guión está siendo uno de los puntos más cuidados...
La trama de Quantum Break gira en torno a un experimento para viajar en el tiempo que sale mal. 3 personas implicadas en el proyecto, que se lleva a cabo en la North Eastern U.S. Riverport University - Jack Joyce, Beth Wilder y Paul Serene - acaban consiguiendo poderes especiales.
Así, nuestro héroe parece tener la posibilidad de controlar, de alguna forma, el flujo del tiempo y manipular ligeramente su corriente, pudiendo pausarlo, acelerarlo, ralentizarlo... Incluso retroceder unos segundos en áreas y momentos determinados. Sin embargo, Paul - que será nuestro gran rival en el juego - tiene un poder aún más temible: puede ver el futuro y sus ramificaciones, por lo que será muy complicado llegar hasta él y vencerlo. Todavía está por confirmar el poder de la tercera en discordia, Beth, junto con otras sorpresas en el desarrollo.
Poderes de manipulación de tiempo
- Aunque hay elementos de shooter, la mecánica de juego básica en Quantum Break nos da como arma principal manipular el tiempo, lo que incluye distintas habilidades relacionadas, desde pausar una acción a plegar el tiempo sobre sí mismo y conseguir efectos interesantes, como explosiones localizadas...
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Puro espectáculo
Con lo poco que hemos podido ver Quantum Break promete ser uno de los estandartes gráficos de Xbox One (como Alan Wake lo ha sido en Xbox 360), especialmente gracias a la genial ambientación interactiva del título.
Además de los cuidados modelados del título y auténticos efectos de nueva generación - como la cuidadísima iluminación, el humo volumétrico, las explosiones... - el título se vuelve más intenso gracias a nuestras opciones para manipular distintos elementos; se rompe un poco con la idea de ser meros espectadores de todo lo que está pasando, y se consigue una experiencia igualmente cinematográfica, pero más divertida.
Ojo también a la extraña sensación que produce ver los elementos del escenario congelados en el tiempo, o lo interesante que resulta manipular a los enemigos en los tiroteos... O aprovechar el tiempo contra ellos.