Probando las novedades de Sony en el E3 sacamos fuerza de voluntad para soltar el mando de PS4 y probar también algunos de los lanzamientos más potentes que le quedan a la veterana PS3; entre ellos brillaba el original Puppeteer, un título único de los estudios japoneses de Sony con colaboración de SCEE. Había una larga demo dividida en dos secciones de juego, y nos lanzamos a ella.
En el primer nivel nos encontrábamos la intro / tutorial del juego, con la historia; sin entrar en muchos detalles, somos un niño secuestrado en un mundo mágico y convertido en marioneta, que además acaba sin cabeza rápidamente, ya que es devorada por un monstruo; así no podemos vivir más de unos segundos, así que tenemos que coger rápidamente cualquier cosa que nos sirva para sustituirla (de lo contrario perderemos 1 continúe, que se consigue acumulando 100 joyas). Así, tenemos que ir utilizando cualquier cosa semi-redonda que nos sirva como cabeza - un tomate, una calavera, una seta...), jugando como en un plataformas, perdiendo la cabeza con cada impacto - aunque la podemos recuperar si somos rápidos - y pudiendo acumular hasta tres. Aquí podíamos ver la vertiente más curiosa del juego; hay multitud de cabezas sin una habilidad útil... Hasta un punto determinado. Por ejemplo, podemos ponernos una cabeza de araña, y su único extra es que veremos una curiosa animación de ella trepando por nuestro cuerpo cada vez que queramos; pero si la activamos cerca de un grupo de arañas podemos acceder a un nivel especial de bonus cargados de gemas.
Mientras jugábamos entre plataformas podíamos controlar también a un ayudante (al principio un irónico gato, posteriormente una simpática hada... Esperamos que el juego venga doblado, porque sus monólogos resultaban muy divertidos). Estos personajes se manejan con el stick derecho, y podemos interactuar con ellos con los escenarios, destacando secretos o simplemente haciendo que caigan partes del decorado y el público - y nosotros - se arranque a reír. Aquí podemos ver parte de la magia de Puppeteer.
Las sección de solo plataformas - bastante simplona para veteranos - acaba a los pocos minutos de juego, cuando nos hacemos con las tijeras Calibur y podemos empezar a cortar/defendernos de los enemigos. Con este increíble arma podemos no solo acabar con hordas de rivales (que nos atacarán en pantalla cerradas), si no solucionar nuevos puzles o movernos cortando telas, casi volando. Para ponerlas a prueba pudimos enfrentarnos a un jefe final ataviado con una capa... Que no tardamos en dejar semidesnudo e hicimos huir. La simpatía volvía a ser la clave.
Posteriormente tuvimos acceso a una parte del juego mucho más avanzada, con la jugabilidad ya modificada; nuestro héroe va a encontrar unas cabezas especiales que le dan poderes permanentes, como un casco de caballero (que le sirve de escudo para proyectiles), una cabeza de toro (que nos permite embestir al rival) o una cabeza ninja (que nos deja lanzar bombas). La idea era combinar estas habilidades para luchar contra un auténtico jefe, un poderoso y letal dragón. Eso sí, antes de llegar hasta él teníamos una fase en la que había que ir esquivando peligros mientras íbamos a lomos de un flamenco, perdiendo una cabeza con cada impacto; sorprende que, pese a lo avanzado, siguieramos teniendo solo 3 cabezas (lo que equivalía a 3 impactos). Con todo, gracias al uso de check-points no fue complicado llegar hasta nuestro rival.
Al principio nuestra batalla contra el jefe fue bastante caótica, porque no sabíamos utilizar correctamente estas habilidades (que se van ganando durante la partida), pero en cuanto nos hicimos con ellos la cosa se hizo mucho más divertida; combinando las habilidades con saltos y el uso de la tijera fuimos recortando a nuestro rival, y acabamos con él con un espectacular Quick Time Event, que muestra lo más espectacular de Puppeteer. La habilidad era importante, pero si no nos hacíamos con los puzles podíamos haber estado liados todavía...
Como valoración general, nuestra opinión personal del juego es muy positiva; es muy bonito artísticamente, a pesar del desarrollo 2D se juega mucho con el multiplano, hay mucho sentido del humor... Eso sí, el principal problema del título es que apuesta por un tipo de jugador muy concreto; la estética, los recursos para arrancarnos una sonrisa y la violencia animada apuntan a niños, pero la dificultad de desarrollo / puzles lo hacen recomendable precisamente a jugadores adultos y pacientes que ya hayan experimentado con otros títulos de plataformas, sean pacientes y quieran dejarse sorprender. Todo esto se ve complicado porque hablamos de un juego en edición física; una apuesta de este tipo sería mucho más accesible como título descargable a precio reducido (aunque fuera episódica)... Ya veremos cómo le sale a Sony la jugada.
Puppeteer llegará al mercado el 12 de Septiembre.