Los jugadores, a veces, somos muy contradictorios. Criticamos \'a muerte\' lo repetitivas que resultan sagas como FIFA, Call of Duty o Assassin\'s Creed, pero todos los años encabezan la lista de los más vendidos. Y lo que es peor, no le damos una oportunidad a propuestas interesantes y creativas. Project Spark tenía un enorme potencial para que los usuarios más ingeniosos creasen sus mundos, pero no funcionó desde el principio. Ni la idea del reclamo de Conquer (que, al final, Microsoft desechó para llevársela a sus gafas hololens) ni el salto al Free-To-Play ha servido para mucho. La competencia aplastante de Minecraft y un público muy poco afín a esta propuesta tampoco han ayudado al juego. Y es una pena, porque luego nos quejaremos del catálogo de Xbox One...