Playstation Portal, análisis de PlayStation 5

Tras probar a fondo el nuevo periférico - que no consola - para nuestras PS5 te hemos preparado un completo análisis con nuestra experiencia de juego, los pros, los contras y todo lo que hemos descubierto de Portal: sus aciertos, sus errores y todo lo que puede ir mejorando en los próximos meses.

El hardware, a examen

La primera sensación al desembalar Playstation Portal es muy buena, un buen empaquetado que protege a la perfección una pantalla de 8 pulgadas que llama la atención desde el primer momento. El tamaño es excelente, lo suficientemente grande para que jugar sea toda una experiencia audiovisual, y al mismo tiempo cómoda y muy responsiva, aprovechando todos los valores del DualSense, desde la vibración háptica al control por movimiento, dejando la pantalla táctil como una versión ampliada de la del mando. Y por si alguien tenía dudas, Portal puede ser usado como un segundo mando, al fin y al cabo es lo que parece, un mando en dos trozos con la pantalla en la mitad.
Una comparativa de tamaños rápida: con el mando, con una Switch normal y con una Switch OLED con los mandos Hori (más cómodos y con mejor agarre que los Joycon)


De esta manera tenemos más pantalla que con la competencia (6.2 ó 7 pulgadas en el caso de Switch, 7.4 para Steamdeck), con una pantalla LCD - en lugar de OLED - de 8 pulgadas, 1080p full HD y soporte para 60 FPS, y todo ello en poco más de 500 gramos (529 exactamente). El truco está en que la máquina no procesa los juegos en sí, todo el trabajo lo hace PS5, que nos manda la imagen por Wi-Fi (y solo por Wi-Fi, 2.4 y 5 Ghz, ya veremos posteriormente ventajas y problemas de esto) con una compresión mínima y una buena latencia. Es decir, que por sí sola no puede hacer ni ejecutar nada, más allá de un menú básico que ajusta la conexión, el brillo y la conexión de otros periféricos. Tiene una autonomía de unas 5 horas (algo más bajando el brillo), y se carga completamente en poco más de hora y media.

En el apartado sonoro la cosa no se queda atrás, buen sonido estéreo de los altavoces integrados (que vienen con micro también, fácil de silenciar), además de la opción de conectar unos auriculares a través del jack 3.5, o unos auriculares que soporten Playstation Link (como los Pulse), ya que por alguna misteriosa razón no se ha incluido soporte para Bluetooth.
Aunque el sonido de los altavoces incluidos es bueno, se agradece la conexión para auriculares y el soporte para jugar con los Pulse

La experiencia de juego

Tras una breve configuración de red y conexión a nuestra consola (repetimos una vez más, imprescindible, no es posible hacer nada sin estar conectados por Wi-Fi) llega la hora de lo importante: jugar. Hemos hecho pruebas con distintos títulos, varias intensidades de Wi-Fi y lugares, y las experiencias también han sido bastante diferentes. Os lo contamos.

- Jugando en casa y con todo el Wi-Fi dedicado. Está claro que es para esto para lo que se diseñó el periférico. Con un Wi-Fi estable (en nuestro caso, 500 Mb) Portal funciona muy bien, con un retardo mínimo, gran calidad de imagen, buena velocidad de respuesta... No es necesario estar al lado de la consola - porque, por alguna razón, no se ha implementado un sistema para ello -, podemos movernos por la casa que mientras tengamos buena cobertura el resultado es muy bueno. En nuestra experiencia de juego solo hemos tenido algún problemilla puntual con juegos de respuesta muy rápida, como Sonic, o alguna compresión de imágenes algo más brusca en algún momento de partidas a Spider-Man 2. Juegos más tranquilos y con menos transiciones en pantalla funcional maravillosamente bien
Juegos como el último Spider-Man 2 se pueden jugar muy bien en una Wi-Fi local dedicada


- Jugando en casa, pero con Wi-Fi compartido. Uno de los usos más inmediatos que se nos pueden ocurrir con Portal es que compartamos televisión principal (con niños en la casa, nuestra pareja, etc...), y llegado el momento decidamos activar el periférico mientras liberamos esa televisión. El problema es que si la persona que viene a ocupar la televisión también va a utilizar el ancho de banda del Wi-Fi, la experiencia contada arriba empeora sensiblemente, especialmente si quiere ver contenido en 4K. Aquí se acentúa primero la compresión de vídeo, aparecen microcortes y por último el periférico nos saca al menú (afortunadamente el juego se pausa). Así, no es imposible jugar, pero no podemos descartar algunos problemas, y lo peor es que da igual que estemos al lado de la consola, por una decisión de diseño un tanto absurda.

- Jugando fuera de casa (o intentándolo). La tercera opción es también bastante intuitiva, salgo a un sitio donde voy a tener un buen Wi-Fi (por ejemplo, una casa de fin de semana), y quiero jugar aprovechando la interconexión online. Si bien teóricamente esto es posible, en nuestra experiencia es casi imposible. Primero tenemos que dejar la consola encendida o en modo reposo, es decir, conectada en todo momento (algo nada fácil ni barato), y luego cruzar muy fuerte los dedos y optar por juegos que no sean demandantes a nivel de respuesta, estilo RPGs o juegos tácticos por turnos. Con todo y con eso, nosotros haciendo pruebas dentro de la misma provincia y con 2 conexiones completas dedicadas de 500 y 600 Mb respectivamente no lo hemos tenido fácil, con problemas aún mayores que con el Wi-Fi compartido en la misma casa, y cortes aleatorios. En nuestra experiencia, a día de hoy es difícil. Y si pensabáis intentarlo con una conexión 5G como la de un móvil, prepararos con toneladas de paciencia...
Juegos rápidos y demandantes como el nuevo Sonic pueden dar problemas en un Wi-Fi local si no está completamente dedicado al juego... No digamos ya intentando jugar a distancia

Errores y el camino para mejorar...

Hay mucho para mejorar con Playstation Portal. Está claro que, a diferencia de lo que pasaba con Wii U, PS5 nunca se diseñó con este periférico en mente, y además de que no hay ningún juego realmente diseñado para usarlo, el sistema no es especialmente amigable con el nuevo periférico... No hay mucha tolerancia para los errores de Wi-Fi, no hay una solución directa para jugar desde el sofá cerca de la consola y no hay ninguna aplicación básica que funcione en el mando.

Hemos encontrado errores de bulto en el uso cotidiano, destacando las actualizaciones o descargas de juego, que en el tiempo que duran hacen el periférico totalmente inservible. Es imposible jugar mientras se descarga algo. Otro fallo muy importante son las secuencias de vídeo de determinados juegos. Cuando se activa la opción de no se puede capturar, PS Portal no puede emitir, y nos remite a la pantalla principal de la televisión. Y exactamente lo mismo ocurre si intentamos usar un servicio de streaming como Netflix, algo a lo que no le encontramos ningún sentido (y que afortunadamente Sony puede ir arreglando mediante actualizaciones de software).
Prepararos para este mensaje de error cada vez que intentéis ejecutar vídeos que no pueden capturarse


Otro error es cuando inicia otro usuario, en ese menú de configuración Portal deja de responder; en general siempre que se provoca cualquier error lo que hace es enviarnos a la pantalla de nuestra televisión... y quizá no esté siempre disponible. Otro punto conflictivo es que no se pueden jugar a los juegos en nube, quizá por una limitación adicional de hacer más uso del ancho de banda. Y tampoco ver películas en blu-ray que tengamos en la consola (aunque sí archivos de vídeo instalados en el disco duro).
Menú básico de la consola a la derecha, muy limitado
Por último, el potencial del periférico es muy grande, y Sony podría sacarle mucho partido con algún juego híbrido que utilizase ambas pantallas, bien en modo un jugador o bien en multi (por ejemplo, dividiendo la pantalla entre el mando y la televisión). O como mínimo, con un buen soporte táctil y alguna aventura exclusiva de Astrobot para darle más juego a Portal.
Menú básico de la consola a la derecha, simple e intuitivo, pero muy limitado

Opinión final

Tras probar a fondo Playstation Portal, la primera pregunta que le haría a cualquiera mínimamente interesado en su compra es: ¿de verdad vas a ganar en calidad de juego? ¿No es más factible que te compres una TV o monitor 4K? Por 219 euros se puede comprar algo bastante apañado en este sentido. Y es que, pese a sus virtudes y buen funcionamiento, sus opciones reales de juego son un tanto limitadas, y las vemos útiles solo en escenarios muy concretos: que la tele principal siempre esté compartida, que disfrutemos mucho jugando en la cama o en un sillón, disfrutar de algunos título de estilo Pixel Art con la portátil en las manos, y... pocos más, la verdad.

La innegable calidad de construcción y respuesta del periférico contrasta con sus limitadas opciones, y una implementación inicial muy mejorable (y poco amigable). Ha faltado software dedicado, soporte en los juegos (al menos, en los más modernos) y corregir fallos que son básicos, como quedarnos sin poder ver nada en la consola porque se está reproduciendo un vídeo que no se puede capturar. Igualmente, dada la calidad y estabilidad de nuestras comunicaciones Wi-Fi (y el mayor espacio de nuestras casas), justificar su compra es mucho más complicado en USA o Europa.
Un juego dedicado sería un auténtico reclamo...

Así, como conclusión final podemos deciros que a día de hoy Playstation Portal es una buena idea con algunos problemas en su realización y un potencial enorme, y según cómo Sony juegue sus cartas en los próximos meses puede convertirse en un periférico muy recomendable. Lamentablemente con Sony esto depende en gran medida de las ventas (ya hemos visto el abandono a proyectos como Move, WonderBook, Playstation VR... y sobre todo PS Vita en cuanto sus ventas no eran las esperadas), y aunque las iniciales no están siendo malas, habrá que ver cómo evolucionan estos meses.